Despertando con él.
KIARA DE SANTIS
El calor de su cuerpo seguía ahí, como un abrazo invisible sobre mi espalda. Noah dormía. Por primera vez lo tenía cerca, tan cerca, y no me atrevía a moverme.
Sus labios, ahora relajados, no eran los mismos que me devoraron horas antes. Su respiración pausada era todo lo que no habíamos sido anoche. Dormía como si estuviera lejos… como si ya no estuviera aquí.
Apoyé la cabeza en la almohada y lo miré. Lo memoricé.
La forma en que su cabello caía levemente sobre la frente, su mandíbula tensa incluso dormido, sus dedos cerrados en un puño como si no supiera cómo soltarse del todo. Y esa cicatriz cerca del cuello, esa que nunca me atrevía a mirar demasiado tiempo. La conocía. La había visto antes, de lejos, cuando aún fingía que no me importaba.
Noah...
Mi tormenta.
Mi imposible.
Extendí una mano y acaricié su mejilla con suavidad. No quería despertarlo. Solo quería recordar el tacto de su piel, el calor de su aliento… porque algo en mí sabía que no se quedaría. Que esto