Luna bajó la mirada a sus manos, que apretaba con fuerza sobre su regazo. Luego levantó los ojos hacia él.
—Voy a volver a revisar tu proyecto. Sé que es bueno… muy bueno.
Damián arqueó una ceja y, sin rodeos, preguntó:
—¿Y si sabías que era bueno… por qué lo rechazaste?
Luna tragó saliva. Su corazón latía con fuerza.
—Es que… no sé cómo explicarlo. Tu presencia en la empresa… me impactó. —Hizo una pausa y desvió la mirada—. Tuve un recuerdo.
Damián giró bruscamente su rostro hacia ella. Por un segundo, perdió el control de su respiración.
"¿Un recuerdo?"
"Eso no puede ser… ¿Se está acordando de mí?", pensó con desesperación.
Tragó grueso. Intentó mantener la calma.
—¿Qué clase de recuerdo?
Luna lo miró, dudando si debía hablar o no.
—Bueno… —dijo con voz baja—. Va a sonar algo loco.
—Dímelo —respondió Damián, intentando sonar tranquilo, aunque su corazón golpeaba con fuerza en su pecho.
Luna suspiró, como si liberara algo que llevaba guardado por años.
—Tus ojos… —Hizo una pausa larg