Tres años he esperado para ser la Luna perfecta de mi manada y darle un heredero al Alfa. Tres años de mentiras, siendo la intrusa en el amor de otros. Tres años para sufrir la muerte de mi bebé y vengarme del hombre que desfiguró mi rostro y destrozó mi vientre. Morir capturada por mi propia manada o escapar y sobrevivir, eran mis dos caminos y tomé la decisión de esconderme y vivir. El Rey Lycan, Aldric Thorne, el más sanguinario y cruel que dirigía a los hombres lobos con mano de hierro, me convertí en su doncella personal, la posición más peligrosa, donde podía perder la cabeza en cualquier momento, en el mínimo desliz, pero nadie de mi pasado me buscaría aquí. “Siempre sumisa, no hables, no escuches, no veas nada, no molestes al Lycan o morirás” eran reglas simples a seguir y pensé estar haciéndolo bien, hasta que un día, el Rey me hizo una proposición que no pude rechazar. — ¿Quieres que salve a esas personas? Entonces entrégate a mí esta noche, sé mi mujer, te deseo y sé que sientes lo mismo, una vez, Valeria, solo una vez… Pero no fue solo una vez y la pasión se convirtió en amor. Ese hombre frío e indomable logró conquistar también mi corazón. Sin embargo, cuando el pasado viene a acosarme y la verdad de mi nacimiento se revela ante mí, debo volver a tomar una decisión, escapar del Rey Lycan o esperar por su misericordia. “Lo lamento, pero esta vez no perderé de nuevo a mis cachorros, ni siquiera por ti, Aldric” Mi nombre es Valeria Von Carstein y esta, es mi complicada historia de amor con el Rey Lycan.
Leer másNARRADORALos musculosos brazos de Aldric luchaban en un pulso contra los de Khalum.Sus patas se hundían en la tierra, pero ninguno cedía, rugiéndose como salvajes, atacándose con mordiscos quita-trozos.Khalum estaba estático, prisionero del ataque del abuelito, y sentía el peligro venir sobre su cabeza.Silas saltó en el aire con la bruma ondeando a su alrededor, la mitad de la cara cubierta en runas malditas, su expresión mortal…Agarrando la guadaña sobre su cabeza como un verdadero mensajero de la muerte. Su túnica negra ondeó con el viento y Khalum entendió que lo habían llevado a una trampa.Parecían no trabajar juntos, pero sí se confabularon para apresarlo. ¡Perdería ante ellos!“¡NADIE ME VA A SEPARAR DE MI LYRA!” Entró en modo salvaje on.¡BOOM!La punta de la enorme guadaña se hizo añicos al chocar con un escudo de energía verde que explotó del cuerpo de Khalum.Lanzó a Silas unos metros más allá y cayó de pie sobre la rama de un árbol.Miró los fragmentos negros que
NARRADORADrakkar no sabía qué tanto había dicho.¿Acaso no era normal tener cachorros con su pareja?¿Ellos no tuvieron también descendencia?—Alguien me dijo que para tener cachorros hay que anudar dentro de la hembra… —frunció el ceño pensativo.Debió preguntarle al pelirrojo más serio.Ese Fenrir quizás era un tonto que no sabía nada de las hembras… ¡igual que él!—Me apareé varias veces con Lyra anoche y la anudé, ¿ya debe estar preñada, no?Subió la cabeza con una expresión que Lyra hubiese llamado adorable e inocente.Pero al Rey Lycan le pareció ¡una abominación!¡Este era más pervertido que el prostituto de Silas! ¡Mira que decirle eso en su cara!¡Le entregó su nieta a una bestia libidinosa!Antes de que Drakkar pudiese decir una palabra más, se tuvo que arrojar a un lado con rapidez.¡BOOM! El sonido estridente resonó, levantando grava por doquier.Donde estuvo de pie hace unos segundos había un enorme agujero y aún burbujeaba en el fondo la bruma corrosiva.Las pupilas de
NARRADORASombras de alas pasaron por encima del castillo destruido.Cuando Aidan dejó de “alimentar” el hechizo, se quebró como una construcción de naipes.Bajó preocupado de que la poca servidumbre estuviese muerta; se temía que hubiesen sido sepultados bajo el hielo.Pero no encontraron restos de ningún cuerpo.—Parece que al menos la tal Lisa tuvo la decencia de despedirlos antes de que sacaran a Isabella —Nyx le dijo, exhalando humo blanco por la boca.Las ventiscas azotaban el paso entre las montañas, pero el poder de Aidan la protegía.—No sé a dónde fue, no la vi más en el campo de batalla —Aidan frunció el ceño.Pero ahora mismo tenían cosas más importantes que hacer que preocuparse por el destino de Lisa.—Aidan, no me gusta este sitio para Isabella, se mantuvo encerrada aquí durante demasiado tiempo.—La mantuve… yo la mantuve encerrada… —le dijo con una sonrisa triste.—Aidan…—Pero ya basta, me juré no hablar del pasado —le dijo, tomando su mano y besándola suavemente.—L
NARRADORAAbrió más las piernas y se aferró al marco de la ventana, clavando las garras en la madera, resistiendo el martilleo del enorme macho inclinado detrás de ella.Su cabello fue agarrado en un puño, controlada, su espalda se arqueaba y sus nalgas chocaban rítmicamente contra el duro abdomen contraído.Drakkar y Khalum estaban más salvajes que nunca, dominándolas por completo, haciéndoles el amor de pie y contra la ventana abierta. Lyra y Aztoria se rindieron a ellos mientras se dejaban montar bajo el cielo como testigo. “Yo, Drakkar, solo un salvaje ignorante de la selva, suplico a la mujer que amo que me acepte a pesar de no tener nada... Lyra, mi vida o mi muerte están en tus manos… el Corazón de la Bestia solo puede pertenecerte a tí” En medio del torbellino de pasiones, Lyra escuchó las palabras más hermosas del universo.Los sentimientos sinceros de Drakkar y Khalum se colaron como un vendaval entrelazándose con su alma. Con las lágrimas empañando los ojos de plata, ac
NARRADORA—Aaahh —exhaló cuando fue liberada. Su pecho bajaba y subía acelerado, los ojos cerrados, la mente aún por las nubes. Pero su macho también estaba en modo depredador sexual. La tomó de la cintura y, como una muñeca, Lyra fue sostenida entre los brazos y el duro pecho. —Lyra, quiero que me cabalgues, deseo verte excitada encima de mi cuerpo —las palabras salvajes susurraron en su oído. De rodillas en la cama, uno frente al otro, tan pegados, que ni siquiera los rayos que entraban por la ventana lograban atravesarlos. La poderosa Alfa fue desnudada por completo, entre tirones bruscos y caricias tiernas. No podía dejar de darle besitos en el pecho, en los hombros, en la boca… su Drakkar, su amor, hoy estaba decidida a entregarse por completo a él.Tuvo tanto miedo de perderlo… El lobo salvaje se dejó empujar hasta caer contra el respaldar, entre los almohadones, viéndola desnuda, casi obsesionado. Sus dedos acariciaron la blanca piel de sus senos perfectos, baj
NARRADORA—Ssshh… —siseos excitados salían de los sexis labios masculinos.Sonidos obscenos, llenos de saliva y lujuria, inundaban la habitación.Drakkar espabiló de una, porque era imposible seguir durmiendo mientras le comían la polla descaradamente.—Mmnnn… —las vibraciones de la garganta de Lyra lo tenían con todos los músculos tensos, luchando por no clavársela a fondo.La succión de esas mejillas estaba a punto de ordeñarle la vida.“Ssshh bebé, cómo sueltas lechita… mmnn… más, mi macho… ahh, qué delicia, córrete en mi boca.”Palabras sucias le violaban el cerebro, se escapaban de Lyra, que lo creía aún inconsciente.Drakkar se incorporó, apoyándose en los codos para verla entre sus piernas. La plateada cabellera bajaba y subía.La pequeña mano se apretaba en la base de su polla, dándole un caliente masaje.Diosa… era hermosa y más con esa expresión de mujer descarada y seduce hombres.A él lo tenía de rodillas.Veía su pedazo de carne tieso entrar y salir mojado en medio de es
Último capítulo