Nicola
Respiré hondo mientras me acercaba a la puerta principal donde tendríamos la reunión.
A mi lado, Valentina caminaba con paso firme, como siempre. Llevaba un vestido ajustado, impecable, y aunque parecía tranquila, conocía esa mirada en sus ojos: fría, alerta, lista para cualquier cosa.
Su mera presencia era una declaración de fuerza, para recordarles a todos de que no éramos solo un par de líderes, sino un equipo letal.
Antes de entrar, mi mente se desvió, acordándome del momento en que mi mujer se enteró de que Shadow estaba vivo.
Había sido un momento raro, su máscara de frialdad se rompió por completo. La alegría en su rostro había sido genuina, por un segundo la asesina implacable que era se había desvanecido para dejar paso a la mujer que realmente era.
Había abrazado a Renzo con tanta fuerza y alegría, y la verdad es que, aunque no lo admitiera en voz alta, su felicidad me había contagiado. Shadow era un hijo de esta organización, y había hecho más que suficiente para dem