Me enamoré del mejor amigo de mi hermano. No era un error... era una maldita catástrofe con nombre y apellido. Izan Russo, el hijo bastardo del enemigo de mi familia: oscuro, letal, el tipo de hombre que hace que tu corazón se dispare y tu conciencia te ruegue que salgas corriendo. Pero yo no corrí. Me quedé, me hundí, y cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde. Él no era solo el mejor amigo de mi hermano. Era su sombra, su aliado más fiel... y el heredero de uno de los clanes mafiosos más temidos del país. Tenía las manos manchadas de sangre y los labios llenos de pecados que solo a mí me susurraba en la oscuridad. Con él no existía el gris: o era suya, o era su enemiga. Y justo cuando pensaba que mi historia con Izan no podía complicarse más… apareció él. Hiraku Toshiba.
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Gabrielle Smirnov
Miro el techo del hotel en donde estoy, anoche tuve la mejor fiesta de mi vida, Artemisa y yo le hemos mentido a nuestros padres para poder venir a la ciudad de Greentown y así estar en el cumpleaños de mi ex novio Bradley, bueno relación que mi padre nunca se enteró y creo que nunca lo hará.
Me levanto para buscar algo de desayunar, grito al ver aún hombre desnudo en el tapete que esta junto a la chimenea en la sala del lugar donde no es estamos quedando.
Tapo mi casi desnudez, al ver la manera tan nauseabunda en como me mira, que yo recuerde anoche no traje conmigo a nadie, fulmino con la mirada a mi prima apenas la veo salir de su habitación.
La tomo de la mano y la devuelvo al lugar donde ha dormido o eso creo que hizo—¿Qué tienes en la cabeza Artemisa?
Mi prima menor lleva las manos hacia su cabeza—¡Por Dios Elle, me duele la cabeza! —bufo.
—¿No te dolía cuando andabas follando anoche, no?
Sonríe mostrando dientes.
—Debiste aceptar la invitación de Bradley anoche, ese hombre está…—golpeo su cabeza, Artemisa chilla de dolor.
—Papá es amigo de su padre, no quiero problemas con la familia, además ahora estoy centrada en mi carrera, falta un mes para mi graduación y después de eso y si es que Akim acepta el puesto de gerente, ayudaré a la familia con la empresa.
El hombre desnudo carraspea la garganta, abro los ojos al ver su cuerpo marcado y bien formado, sus brazos apoyan su cuerpo en el marco de la puerta, bajo un poco más la mirada…
¡Desnudo! ¡¿Eso es un pene?! ¡Dios parece un brazo!
Le tiro lo primero que veo para que se vaya, Artemisa se ríe, por Dios, si no fuese mi prima y mi mejor amiga ni siquiera le hablaría.
—Deja de andar de zorra Misa, a la tía Malka no le gustaría verte de esta manera—la reprendo.
—Tú lo que necesitas es un hombre que te folle rico para que dejes la amargura—musita antes de salir corriendo y es mejor que lo haga, si no la golpeaba hasta que llorara de dolor.
—Estás loca Artemisa Smirnov ¡Loca!
Durante toda mi vida he crecido como la princesa de papá, mi padre durante toda mi vida me ha enseñado que si deseo algo, debo ir por ello.
Miguel Smirnov es un ex narcotraficantes ruso que la vida lo marcó de la peor manera o bueno, hasta que mamá llegó y le doy un par de golpes haciéndolo marchar derechito, o eso dice ella.
Siempre he tratado de complacerlo en todo, soy la mejor de mi clase y ante sus ojos sigo siendo virgen, aunque espero que jamás se entere que perdí la virtud con Bradley porque si no él y su padre estarían de patitas en la calle.
En algunas ocasiones trato de comprender a papá, es difícil vivir en un mundo tan cruel como este y mucho más teniendo los enemigos que tiene, aunque él no lo quiera admitir, sé que su mayor temor es perdernos a Akim y a mí, por eso trato de acatar sus órdenes de la forma más correcta o eso creo yo.
Estoy a punto de graduarme de economía, ser una Smirnov tiene altos y bajos, al igual que a mi hermano Akim, la universidad me ha recibido de una manera fantástica y claro de mostrándoles que este bello rostro es mucho más que eso.
Hilton es una de las mejores universidades del país, bajo de mi lykan hypersport, un regalo de mi padre por haber pasado el semestre anterior.
Veo al soso de mi hermano bajarse del bugatti que tanto adora, ruedo los ojos al ver como las mujeres se le tiran encima.
¿Qué le ven?
ES que no logro comprender que le ven; la dinámica es sencilla, Akim no me molesta y yo no lo molesto, nos amamos a nuestro modo y estamos felices con esto.
Aunque siendo sincera, daría cualquier cosa por él, lleva mucho tiempo sin tomar sus medicinas para el toc y mamá esta muy alterada por esta situación, ojalá él vea el mal que se está causando a él mismo, pero bueno, eso es casi caso perdido.
—Mamá me acaba de enviar un texto, hay cena con el tío Alex hoy en la noche—habla Artemisa.
—¿Cuándo llegó Alex? —alza los hombros dándome a entender que no sabe.
—Dicen que trae una sorpresa con Emilia—boto el aire de mi boca.
—Después que papá y él no se den en la madre como la última vez, todo estará bien para mí.
Cómo olvidar la última vez que los Smirnov y los Russo estuvimos juntos.
Mamá usaba un vestido blanco ceñido al cuerpo, Alexander acababa de llegar de las islas Canarias por un negocio que había hecho con unos hoteles de ese lugar, papá estaba como loco ese día, gritaba que no podía usar algo así, que todo eso era suyo y se negaba a que alguien más lo viese.
Todo empeoró cuando Alex llegó y elogio a mamá, no sé para qué fue eso.
Papá corrió hasta la mansión, sacó una treinta y nueve y disparó tan cerca de Alex, que todo el mundo pensó que le había hecho daño.
Aunque Alexander Russo lo tomó a juego, mamá lloró y aunque Miguel trató de pedirle de mil formas perdón, esa noche le tocó dormir en el sofá sólo.
Le he rogado a mis padres para que me dejen vivir en la residencia de la universidad, pero papá como siempre alega que la única manera para que salga de la casa es casada y solo eso va a pasar cuando el muera.
¿Qué si me siento asfixiada?
Muchas veces me he sentido de esa manera, pero sonrío por cada recuerdo que tengo junto a él.
Mi primera andada en bici, por más que lloré diciendo que no podía, él me animó para que continuara y al final de la tarde, lo logré.
Mi primer diente, papá me abrazo y cuando besó mi mejilla ya el diente no estaba.
Mi primer baile, papá amenazó a mi compañero de Kinder, no mejor ni lo recuerdo.
Le entrego el trabajo de planeación financiera, Dakota me mira de reojo y rio mirándola sobre el hombro, esa estúpida ha tratado de hacerme la vida imposible desde que llegué a Hilton, pero como digna hija de Miguel Smirnov, jamás me he dejado de esa estúpida rubia artificial.
Estoy de frente al profesor Marshall, este revisa mis apuntes y asiente a cada página que lee.
—Tengo buenas calificaciones por mi apellido de mafioso—relajo los hombros al escuchar a Dakota murmurar de nuevo su tanda de veneno.
Me giro hasta ella y sonrío —Ya tuviste tu minuto de atención, pobrecita, lo que mami y papi no te dan lo buscas en la calle… das pena Dakota Fellintong—todos se burlan.
Vuelvo a girarme, el profesor niega y me entrega mi trabajo con una alta calificación como esperaba que fuera.
No me dejo de nadie nunca.
33Gabrielle SmirnovMis pies se mueven en la orilla de la piscina, Izan y yo aún estamos desnudos mirándonos el uno al otro.Bebo un poco de vino, mientras pienso en cómo haré para que mi padre acepte mi romance con el hijo de Alexander Russo. El italiano sonríe mientras agacha la mirada, mi corazón se ha vuelto desenfrenado desde que él está en mi vida.—¿Qué fue lo que me dijiste, cuando hacíamos el amor? —frunzo las cejas.—¿Los gemidos o las palabras en concreto? —juego con él.—Sabes bien de que te hablo, la palabra con «T»—apoyo mis manos en el borde para salir. Mañana en la tarde, debo entregarle toda la tesis a mi profesor encargado, así que es mejor que vaya a descansar ya. Me coloco mi vestido de rapidez. Izan hace lo mismo sin dejar de mirarme.Recojo mi cabello en una coleta, antes de salir, el italiano me pega a la pared para volver a besarme. Meto mis dedos en las hebras de su rubio cabello, todo de él me encanta, todo de él me vuelve loca. Es tan maravilloso sentirse d
32Aterrizamos hace veinte minutos en la ciudad, Fabián y Jean ya se han recuperado en su parcialidad. Izan se ha ido con su padre en la camioneta blindada de la familia Russo.Papá esta en silencio, con todo lo que sucedió, se ha incrementado la seguridad para los miembros Smirnov. Bajo mis maletas con algo de dificultad; Sol ayuda a Miguel a salir del coche. Mamá corre a los brazos de mi padre y lo besa con desespero. Por primera vez en mi vida, puedo sentir ese vacío que sintió Victoria al no tener a su esposo al lado.Mamá deja miles de besos sobre la boca de papá, Misa se me tira encima y ambas reímos. Una mujer rubia que conozco como la palma de mi mano sale de la mansión, Sara Russo, el ser más frívolo y traicionero que puedes conocer en la vida.Lleva puesto un vestido negro como si hubiese celebrado la muerte falsa de su hermano menor. El sombrero que usa en su cabeza es mucho más grande o creo que igual que su ego. Baja las escaleras del porche, Pedro besa a la abuela Isabel
31Gabrielle SmirnovMi respiración se agita.Izan se quita la camisa y la tira junto al sofá, sus ojos azules me mira y asiento para que continúe. Quita con manos temblorosas el cordón que sujeta la bata de será que estoy usando.Deja un beso en mi cuello y otro en mi hombro, haciendo que una electricidad gratificante recorra todo mi cuerpo. Izan me sube a su cadera y lo rodeo con mis piernas. Mi espalda pega a la pared golpeándome un poco, ambos reímos al sentir la lámpara de mi habitación caer y romperse.El italiano me tumba sobre la cama, estruja con posesión mis pechos, elevo la cabeza hacia atrás al sentir la sensación de placer sobre mis pezones. Dejo un rastro de saliva sobre mis labios para humedecerlos un poco. Izan sonríe dándome calma y tranquilidad. Sus manos buscan con desespero mi entrepierna, ahogo un gemido al sentir sus dedos juguetear en mi clitoris.Mi vagina esta por completo húmeda, lo sujeto de su cabeza para atraerlo de nuevo hacia mí boca. Lo beso con desespe
30Miguel toma un sorbo de escocés, Ethan intenta quitárselo, pero se lo arrebata de las manos. Lleva la copa a un lado y me mira con sus ojos llenos de dolor—Maté a tantas personas, es imposible saber quien fue. Era el líder de la mafia rusa hija, cuando lo dejé, todos quedaron sin rumbo. Es una locura todo esto, porque me aleje del narcotráfico por lo mismo, para no exponer a mi familia y…¿Cómo volviste a casa? —mierda…Izan se acomoda en su asiento.—Elle me llamó para informarme que esos malnacidos la habían dejado botada en un callejón cuando Globe technology explotó. —papá lo aniquila con la mirada.—¿Seguro de eso Russo? —ya vamos de nuevo.Izan no dice nada, se cubre con una manta y hace que va a dormir, Louis me trae un té, mientras que Ethan habla con mi padre. El viaje será algo largo hasta París, y lo peor es que no sabremos con que nos enfrentaremos.Me cubro los ojos por tanto llorar, esto es caos y desolación, los edificios alrededor de la empresa han sufrido daños colat
PORQUE SOY TUYACapítulo 29Gabrielle SmirnovMis manos están temblando, le he enviado la señal a papá para que se den cuenta que estamos corriendo peligro. Louis da un paso hacia adelanto y empiezo a temer por mi vida. Fabián me mira y hace una seña para que me quede quieta. —¿Crees que soy estúpido Gabrielle? —mi corazón da un respingo al verlo sacar un arma de la nada. Fabián y yo alzamos las manos. —Así me gusta, sumisas.—Eres un maldito Harley… —mascullo entre dientes. —¿No y que no honey? —saca su lengua y la mueve de arriba hacia abajo haciendo una mofa obscena. «Dulce» Fabián no se mueve y solo puedo ver desde aquí sus hombros subir de arriba hacia abajo. Intento mirar hacia atrás, pero me detengo al escuchar el seguro de un arma ser desactivada. Coloco una de mis manos para separar la distancia entre Louis y nosotros. —No cometas una locura Harley, no saldrías vivo de aquí si algo malo me llegase a pasar ¿Crees que mi padre te dejará vivo? Ni siquiera podrás ver de nuev
PORQUE SOY TUYA Capítulo 28Gabrielle Smirnov Intento calmar a mi padre, pero no puedo. Ethan se jala el cabello, mientras que la tía Malka no lo puede creer, Miguel intenta convencer al piloto que nos den unos segundos más, para así decidir lo que vamos a hacer. Mamá está alterada pero intentan que Akim no se entere de nada. Zeus baja las cortas escaleras del jet y se detiene al verme llorar, las lágrimas resbalan por mis mejillas y no puedo detenerla. Miro de nuevo la foto y aunque ya me imaginaba que él me ocultaba algo así, no puedo negar que me duele. Quiero pensar que de verdad me ama, que después de conocerme todo cambió, que no siempre fue de esta manera. Pedro se tapa la boca y también me mira, todos deben estar pensando que soy la estúpida que creyó en el amor de un maldito traidor. —Te dije que él no… te lo dije—ataca papá con un hilo de voz. Pedro coloca una mano en su hombro —Ahora no Miguel, no más mírale la cara a la niña, ella es la que más está sufriendo con es
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