Capítulo 130: Hubo una complicación...
Nicola
Todo mi mundo estaba reducido en esa sala y a la mujer que estaba quejándose en la cama, a punto de darme un hijo.
Me acerqué a Gabriella cuando se acomodó para revisar a mi mujer. La vi moverse con profesionalismo, levantando la sábana para examinar algo que yo, en mi estupidez, no había anticipado.
—¡¿Qué demonios estás haciendo?! —rugí, mi voz resonó en la sala como una explosión.
Gabriella levantó la vista y me miró con ese maldito aire de doctora paciente.
—Estoy revisando la dilatación, Nicola, cálmate.
—¡¿Qué demonios es eso?! —grité, señalando hacia la entrepierna de mi esposa.
Al ver tanta sangre y la amplitud del sexø de mi mujer, sentí como me bajaba la presión.
Gabriella suspiró, como si estuviera lidiando con un niño en plena rabieta.
—Eso, Nicola, es tu mujer dando a luz. ¿Qué esperabas? ¿Magia?
—¡Eso no es natural! ¡Es… es…! —No podía ni terminar la frase. ¿Cómo demonios iba a soportar Valentina algo así?
Era una locura, una maldita locura.
Lorenzo, en un intento