Isabella Romano.
Dos horas antes.
—Esta vida es una mierda—suspiro mientras conversaba con Sophia, mi mejor amiga.
—Claro que es una mierda, tus padres te han obligado a tomar el lugar de tu hermana y ahora debes fingir ser ella. te compadezco, amiga mia.
Había llamado a Sophia, mi mejor amiga de la escuela, porque necesitaba desahogarme con alguien respecto al tema de Salvatore y este jodido matrimonio en donde estaba atrapada hasta que Giulia decidiera despertar.
—¿Y sabes qué es lo peor? Que no se cuanto tiempo estaré fingiendo ser Giulia, porque hasta ahora, ella no ha mostrado ninguna mejoría y lleva ya dos semanas en coma.
—¿Tu esposo sospecha de eso?
—Primero que nada, no es mi esposo, es de Giulia, y segundo, creo que no.
—¿Cómo no va a sospechar que no eres Giulia?
—Tengo entendido que Salvatore nunca conoció realmente a Giulia. El solo esperaba que llegara el día en que la tomara como esposa, así que, eso beneficia a mi mentira, porque él no sabe cómo es Giulia realm