Salvatore Mancini
Dos días desde la discusión con Giulia.
Siete días desde nuestra boda.
Y ya estaba perdiendo la cabeza a su lado.
Estos dos días posteriores a la discusión con Giulia, han sido completamente silenciosos. Las comidas eran silenciosas cargadas de una tensión que se podía cortar con un cuchillo. Giulia salía de una habitación al momento de entrar yo en ella.
Su mirada era completamente fría al momento de verme lo que antes había ahí, sin importar si fuera enojo, indiferencia o hasta desafío, ya no estaba. Lo que me molestaba. Eso me jodidamente molestaba.
Y no podía entender por qué.
Mi matrimonio con Giulia solo era por deber, para mantener mi posición asegurada en la organización. Este matrimonio no era más que una obligación para ambos, pero aun así me molestaba toda su indiferencia hacia mi, su frialdad al momento de compartir el mismo espacio que yo.
Abandono mis pensamientos cuando Matteo entra al despacho del club Insomnia. Estaba revisando los documentos