Me sorprendía lo mucho que aquel hombre me adoraba, era tonto que fuera tan devocional de mi persona solo porque yo fui buena con él cuando era pobre, o sea vivimos en un mundo capitalista, donde todo se trata de superficialidades era obvio que las cosas fueran así porque es bien sabido que la gente a como te ve te trata. Sabía que yo era gentil cuando estaba en el colegio pero no era que solamente lo fuera con Alexander, yo era buena con la mayoría de las personas, de hecho con todo el mundo a menos que alguien me tratara mal así que no era como que el fuera especial hasta que lo conocía más a profundidad y me enamoré de él.
Al principio lo veía como una persona cualquiera, un compañero más, luego fue mi amigo, conversabamos y yo contaba mis usuales chistes de mal gusto... Él era el único que se reía, siempre parecía encantado conmigo y no niego que aunque en un inicio no le prestaba atención, no tarde mucho en ilusionarme y comenzar a fantasear con tener algo más, era muy atracti