Sentí que el mundo se me caía a pedazos, aunque no la odiaba del todo comencé a creer que la tortura que estaba recibiendo no era algo malo sino más bien un acto de justicia divina porque su maldad no tenía límites y esa mujer conjunto a mi padre biológico tenían bien ganados sus puestos en el infierno. Alexander tuvo que irse, mi amigo lo necesitaba, estaba totalmente destrozado entendí que un sicario les había disparado cuando estaban distraídos, iban caminando por la Avenida del Comercio, tomados de la mano.
Apenas llego al hospital Alexander corrió a buscarlo, era evidente que estaba ante una situación sensible, que mi amigo estaba completamente destrozado emocional y físicamente por lo que la recuperación no sería nada sencilla. En unos cuantos meses Bryan lo había perdido todo, a su mejor amigo de toda la vida con quien había compartido cada momento ya fuera bueno o malo, el único que conocía todos sus secretos, a quien quería como a un hermano y también a su novia, la mujer d