Olivia está desesperada porque una enorme deuda ha surgido de repente y su vida está sumida en el caos. Dorian no creen el el amor después de que su prometida lo dejara plantado en el altar. Una noche en un crucero, por error el destino se empeñó en juntarlos. Varios obstáculos deberán enfrentar. ¿Liv logrará que Dorian vuelva a confiar en el amor o caso Dorian logrará no sucumbir a la inocencia de Liv? Una noche, un contrato y una decisión que los unirá para siempre.
Leer másMadison no llegaba.
Habían pasado ya casi una hora y Madison no se presentaba en el altar.
El párroco mirándolo con lástima le informa a Dorian que ya no puede esperar más a la novia que en unos minutos se realizaría otra boda en esa iglesia y que debían desalojar.
El padre intentó ser lo más amable con él pero dado el caso aunque le hubieran dicho cualquier tontería inofensiva el novio todo lo iba a tomar mal.
—¿Cómo que no se puede esperar más?—hablo el moreno molesto y desesperado.
Madison no podía hacerle eso, ella no podía dejarlo plantado. No después de todo lo que había hecho por ella.
—Calmate, Dorian—Su primo William se mete en medio del párroco y él—. El padre no tiene la culpa.
Dorian enojado se aleja de mala gana.
M*****a sea.
¿Por qué Madison no llegaba?
Mira el reloj que le indica que ya van más de una hora y Madison no llegó. Joder, Madison no pudo hacerle esto, tenía que haberle pasado algo.
Con ese pensamiento se dispuso a salir de la iglesia sin despedir a los invitados.
Él solo quería saber si su novia estaba bien y la razón que justificará el hecho de que Madison no hubiera llegado a su boda. Con prisa llegó hasta su auto y salió disparado hacia el departamento de Madison.
Aceleró y condujo por la autopista sin mirar atras, llegó en menos tiempo de que generalmente le tomaba ese trayecto.
Se adentro en el ascensor apenas entró al edificio y presionó el botón del piso de Madison. Una vez el ascensor se detuvo corrió hacia el departamento de su novia.
Al llegar se percató se unos ruidos raros y exagerados que conocía malditamente bien.
Dorian no podía creer lo que estaba escuchando. No podía ser Madison, ella no podía estar revolcándose con alguien más el maldito día de su supuesta boda.
Él aún con la esperanza se acercó hasta la puerta del departamento con cuidado y tratando de hacer el mayor silencio posible introdujo la llave que el tenía de ese departamento ya era él era el verdadero dueño. Al abrir la puerta camino con sigilo siguiendo gemidos de su novia que lo conducieron hasta la habitación principal donde el muchas veces también le había hecho el amor hasta el cansancio y donde ella le daba el mismo uso en ese momento con otro hombre.
Al abrir la puerta sin hacer ruido sintió como su mundo se vino abajo, sintió una presión en el pecho que no lo dejaba respirar.
Era ella sin lugar a dudas desnuda con otro hombre que la abrazaba pasionalmente y Dorian sin dejarse ver se quedó ahí mirando entre las sombras
Sentía la traición en cada gota de su sangre que comenzaba a hervir debido a la ira que estaba experimentando.
—¿No deberías estar casandote en este momento?—la voz del hombre resonó en toda la habitación seguido de una risita burlona por parte de Madison.
Estaban abrazados extasiados por el momento compartido entre ambos.
—Ese iluso debe de estar esperándome todavía en la iglesia—respondio Madison—. Ni siquiera sé cómo lo sorporté tanto.
Esa no era el tono dulce con el que le hablaba a él. Era un tono venenoso y cruel.
—Ya, ¿Entonces porque llegaste tan lejos?—inquiero el hombre dándole besos cortos por los hombros.
—Porque era el heredero de Thomas Sinclair pero el muy idiota renunció a todo por casarse conmigo y como ves perdió todo el sentido seguir con esta farsa.
Rabia, sentía la rabia recorrer cada médula de su cuerpo. Quería matarlos a los dos, sin embargo sabía que no valía la pena aún así el dolor que sentía también era muy fuerte.
Dorian se sentía el hombre más estúpido, ¿Desde cuándo se estarán revolcando esos dos burlándose de él a sus espaldas?
Cierra los ojos recordando sus palabras de amor, los momentos juntos y las veces que enfrentó a su familia por ella. Estaba apunto de abandonarlo todo por ella.
Rompiendo el silencio se da la vuelta marchándose del lugar y al salir por la puerta la cierra con fuerza sin importar que los amantes lo escuchen.
Se odiaba con todo su ser, por a ver sido tan estúpido de enamorarse como un idiota de esa mujer, por convertirse en un maldito títere de sus antojos.
Se limpia la lágrima solitaria que sin darse cuenta se escapó de sus ojos cerrando sus manos en puños.
Esa sería la última vez que una mujer se burlara de él, Madison había sido la única y última que había roto su corazón por qué de ahora en adelante ninguna mujer lograría manejarlo como un juguete se juró Dorian antes de arrancar a toda velocidad y perderse en la carretera.
Trata de alejar los recuerdos que llevan atormentandolo desde hace ya varios meses, cuatro meses para ser más exactos.
Suspira, estacionando el auto a las afueras de un bar al que suele recurrir cuando a su mente lo atacan los recuerdos de ella.
Sin demorarse mucho se adentra en el sitio encaminándose hasta la barra.
—¿Lo mismo de siempre, Sinclair?—le pregunta con confianza el bantender acostumbrado ya a verlo tan seguido.
—Lo más fuerte que tengas—pide y Matt el chico de las bebidas asiente comenzando echar varias bebidas que Dorian no identificó.
Se sentó y al escanear el local su mirada choco con la de una hermosa castaña que le sonríe entre coqueta y cínica.
Él le regresa una sonrisa descarada y perversa llevándose el trago que Matt acaba de dejar en la mesa a los labios. Cuando hubo terminado el trago comenzó a acercarse a la castaña.
En eso se había convertido su vida, emborracharse, coquetear con cualquier chica dispuesta, tener sexo salvaje y luego nada, solo vacío.
Pero él no cometería el mismo error dos veces, el amor no le interesaba y era lo último que quería en su vida. Esa era su nueva vida y estaba conforme con eso, de hecho de verdad lo disfrutaba por lo menos cuando dejaba de recordar lo realmente jodido ella le había dejado el corazón.
Dos años después Era un día especial para Olivia, ese día era su graduación y Dorian tenía pensado darle una sorpresa. Tratando de no hacer mucho ruido se acercó a ella por detrás sorprendiéndola. —Dorian, me asustaste—soltó Olivia risueña mientras ella la abrazaba. — ¿Cómo está mí graduada con honores favorita?—le pregunto divertido. Olivia se dio la vuelta para enfrentarlo con una sonrisa en la cara. —Espero que estés hablando de mi Dorian Alessandro porque si no me voy a poner muy celosa. —De quien más estaré hablando sino de mi inteligente esposa—le contesto con una sonrisa de orgullo. Olivia se veía hermosa esa noche con ese vestido esmeralda que le resaltaban esos hipnotizantes ojos verde oliva. Estaban en una pequeña reunión familiar en donde todos celebraban la graduación de su esposa. Dorian no pudo contenerse más, estaba preciosa así que la beso robándole el aliento enfrente de todos. —Dorian—le reclamo sonrojada lo que lo hizo sonreír mucho más—Estamos enfrente d
Dorian estaba feliz de que pronto seria dado de alta y podría irse a casa con su esposa. Ya no aguantaba un segundo más en ese hospital. —Puedes quedarte quieto, sobrino—le pidió su tía Claudia pero es que estaba tan ansioso para que le dieran de alta que no podía dejar de moverse de aquí para allá.—Lo siento tía pero me quiero ir de aquí lo antes posible—se disculpó él.Olivia a un llegaba de la universidad ya que aunque ella quería quedarse con él, no la dejó. Más que hoy tenía un examen importante con el profesorcito ese que no le agradaba el mucho.— ¿Cuándo es que llega Olivia?—le pregunto Claudia ojeando una revista que tenía en la mano.—Me dijo que salía a eso de las dos y media así que no debería tardar mucho en llegar—respondió el mirando su reloj.Y en efecto no paso mucho tiempo hasta que la presencia de Olivia llenara toda la habitación o eso le pareció a Dorian que en cuanto llego salió a su encuentro para recibirla con un buen beso sin importarle la presencia de Clau
—Pues para haber estado en contra del matrimonio se te ve felizmente enamorado.Dorian se rio.—Estoy felizmente casado y eso debo agradecértelo a ti y a mi tía—le agradeció Dorian a su padre.—En esto la que se lleva todo el crédito es tu tía—Thomas sonrió—Siempre ha tenido ese don de juntarnos con las mujeres correctas aun en contra de nuestra voluntad.Dorian se puso serio sabiendo a donde se dirigía esa conversación.—Papá, Madison dijo muchas cosas antes de que la policía llegara.Thomas suspiro: —Me lo imagino y en esa historia no era precisamente a mi favor ¿cierto?Dorian negó.—Hijo si soy sincero cuando era joven no era el ejemplo de hombre ideal, hice muchas cosas de las que no me llena de orgullo y de las que también hoy en día me arrepiento.—Dijo que Jason es mi medio hermano eso es ¿verdad? ¿Lo sabias todo este tiempo?—cuestiono Dorian.Pero entre más Dorian lo analizaba parecía ser cierto, los tres tenían el mismo todo de color de ojos, la misma compleción y estatura.
Olivia no podía dejar de llorar mientras observaba la herida en donde salía mucha sangre. El tiempo pasaba con prisa y veía como Dorian iba palideciendo debido a toda la sangre que estaba perdiendo.— ¿Por qué no llega rápido la ambulancia?—soltó molesta y angustiada.—Estamos haciendo todo lo posible por favor tenga paciencia—le respondió el oficial.—Mi marido se estaba muriendo por cada segundo que pasa, así que no me pida paciencia—Olivia estaba desesperada.—Hermosa, cálmate. Estoy bien—intento tranquilizarla Dorian.—No estás bien Dorian.Olivia no podía dejar de llorar por lo que Dorian como pudo se acercó a ella y acuno su rostro con una mano limpiándole las lágrimas con delicadeza.—No llores más, no por mí. No lo merezco—Olivia negó con la cabeza estando en desacuerdo—Yo no te merezco.—No digas eso—le pidió ella sin controlar las lágrimas que corrían por su rostro las que Dorian se dedicó a secar una por una.—No lo hago, no cuando dude de ti, no cuando lo único que hecho e
Dorian ese día no tenía muchas ganas de irse temprano a su departamento así que se había quedado hasta tarde a trabajar en su oficina.La verdad era que llegar a temprano a casa no lo atraía si Olivia no estaba allí para recibirlo y aunque habían pasado tres días sin verla le parecía una eternidad sin tenerla y eso lo enfurecía porque a pesar de que su razón era consciente de la traición de ella, su corazón seguía buscando una razón aunque fuera pequeña para creer en su inocencia o perdonarla.Las palabras de Liam lo atormentaban a cada minuto pero ¿y si era cierto y a Olivia la habían incriminado? Su cerebro comenzó a trabajar sobre la marcha buscando una fuga en los papeles en donde tenía la firma de Olivia y la encontró.Una pequeña esperanza se encendió en él. Olivia podría ser inocente y eso le saco una pequeña sonrisa que la borro al pensar que si era así la había perdido y para siempre con una opresión en el pecho se obligó a concentrarse a seguir buscando información que pu
Olivia esa tarde no sentía para nada bien, sentía una sensación en el pecho que la tenía algo inquieta sin embargo decidió ignorarlo mientras caminaba a SINCLAIR sin prisa. Esa tarde en particular hacia frio y podía ver que pronto se escondería el sol.Sabía que a esa hora Dorian no estaría en la empresa, en realidad estaría vacía por eso había ido sola.Ella no podía quedarse quieta esperando un milagro pasara para demostrar su inocencia por eso se dirigía a SINCLAIR para buscar ella misma las pruebas que demostraran que ella no tenía nada que ver con lo que se le acusaba en esos papeles.Habían pasado tres días desde la última vez que había visto a Dorian y recordar que él no le creía aun le dolía pero decidió que solo demostraría su inocencia y luego le pediría el divorcio no le importaba ese estúpido contrato, ella no podía seguir con él.Ella sabía que no debía enamorarse de Dorian que todo eso la terminaría rompiendo el corazón y hay estaba sola y con un corazón roto.No le habí
Último capítulo