Amanda es traicionada por su prometido y su mejor amiga, cuando los descubre en la cama juntos, toma una mala decisión que la lleva a un club nocturno muy particular, en donde conoce al Dios del inframundo para convertirse es su Perséfone. Al siguiente día en busca de soluciones, le pide a su mejor amigo de infancia, hacerse pasar por su novio a pesar que este comparte gustos con ella. Más tarde descubre que su ex está obsesionado con ella y que no piensa dejarla tan fácil. Al mismo tiempo que el gran secreto de su amigo gay sale a luz, y tendrá que huir de todo. Dos hombres, dos secretos, una mujer confundida y una verdad que pone su mundo de cabeza.
Leer másAmanda.
Mañana es el día, estoy más que emocionada, por fin mi compromiso con Josh, será un hecho. Será el evento del año, ya veo los titulares mañana : "La vice presidente de Sophistic, Amanda Roswellte, anuncia su fecha de boda, después de seis años de relación, con su amado novio, Josh Harper, dueño de Icónica ". Por fin se hará realidad poder formar nuestra propia familia, hoy le daré una sorpresa. Voy camino a su departamento, llevo puesta la lencería que vi en el desfile de la semana pasada. Un conjunto de encaje negro con corset, que espero le encante como a mi, además será nuestra primera vez, por suerte tengo las llaves, así que será una verdadera sorpresa. Bajo de mi auto y voy directo al ascensor, el portero intenta decirme algo, pero hoy no tengo tiempo de quedarme a charlar. Subo rapidísimo cerrando las puertas, marcó su piso, el camino es rápido, son solo siete niveles. Abro lentamente, haciendo el menor ruido posible. Estoy por retirar mis zapatillas, cuando escucho la voz de Josh. Detengo lo que estaba haciendo, y camino a su recámara, pues además de él, se oye otra voz bastante familiar. No me quiero hace ideas que no son, el corazón me empieza a latir descontrolado, y mi estómago siente una ráfaga de miedo. La puerta está entreabierta y veo como mi prometido, esta de rodillas frente a su cama haciendo un oral a la que creí mi mejor amiga, Leila Turner. Cubro mi boca para no llamar su atención, las lágrimas salen de mis ojos sin permiso. No me atrevo a hacer una escena pero tomo imágenes, necesito pruebas de su infidelidad. ¿Qué me dirán? ¿Que no es lo que creo, a pesar de que lo he visto? Es mejor que me vaya con lo poco de orgullo que aún me queda, regreso sobre mis pasos y salgo de aquí. Par de mentirosos, ella diciendo que había ganado la lotería con esa escoria, mientras se le metía a la cama. Sabrá Dios, desde cuando me ven la cara de idiota, llego a mi auto hecha un mar de lágrimas. Y aunque sé que no debería, me dirijo a la licorería más cercana, necesito un buen trago para olvidar lo estúpida que he sido. Más coraje tengo conmigo, por ser tan ciega y no ver la verdadera cara de ese par de traidores. Compro una botella de vodka y me voy tomando directo de la misma, llego a un club, que no se ve muy concurrido. Intento ingresar, pero el gorila de la entrada me dice que si no cuento con membresía ni lo intente. — Mejor regrese a su auto, no cualquiera puede pagar su estadía aquí. — Me dice bastante burlón, barriendome con la mirada. —¿Y como sabes que no puedo? Mejor llevame con tu administrador—Creo que el alcohol está hablando por mi—Dejame callar esa boca tuya, para ser el cadenero, eres muy prepotente. Creo que no le agradó mi comentario, pues me toma algo brusco del brazo y me lleva por un pasillo, hasta lo que parece una oficina. Llama a la puerta y sale una chica con muy poca ropa y un antifaz en el rostro, que solo deja ver sus ojos. —La niña cree que puede pagar una membresía—Dice el gorila. La chica, al igual que el mastodonte este, me barre con la mirada. Bueno en este lugar no saben hacer otra cosa o ¿Qué? —Dejame ver que dice el jefe. Sígueme niña. Bufo por como me llaman, pero con la valentía que me proporcionó esa media botella de vodka, avanzo siguiendo a la encuerada. Después de como veinte minutos, donde el que supongo es el dueño, me explica el teje y maneje de su club, al fin puedo realizar el dichoso pago. Le sonrío burlona a la chica, y me entrega un antifaz muy parecido al suyo, me explica que son política del club. Al carajo, de todos modos ya estoy aquí, ya pagué, que más da. Me coloco la bella máscara, me retiro la ropa, quedando solo en la estúpida lencería de encaje y me adentro al lugar. Llego directo a la barra y pido otro vodka, en lo que me dan mi trago, giro a ver el show que está en este momento. Hay varias chicas bailando en jaulas y tubos, parejas en sillones teniendo relaciones, y los chicos de la barra atienden solo en tanga. Vaya que llegue a un muy buen lugar para olvidar al cortito de Josh, al primer macho que me guste y me invite a pasar a los silloncitos con él, le hago caso. Mi trago llega y me viene a la cabeza el recuerdo de ese par de escorias, lo tomó de una sola. Pido uno más que me tomo igual que el primero, pido dos más, que sumados a lo que ya había consumido, empieza a hacer estragos en mi vejiga. Preguntó por los sanitarios, voy algo mareada, pero no lo suficiente como para olvidar la asquerosa escena que presencié hace unas horas. Entro y por suerte no hay nadie, todos han de estar disfrutando allá afuera, y yo aquí orinando mi dolor. Salgo un poco menos ebria de cuando entré, así que en vista de que nadie está disponible, trato de regresar a la barra. Pero un fuerte pecho se cruza en mi camino, haciendo que el agua se me haga boca, digo al revés. Es que este hombre está como para disfrutarlo como helado, pasándole la lengua hasta que termines. —Creo que he encontrado a alguien libre esta noche. ¿Te gustaría pasar a mi VIP? Su voz gruesa de inmediato hizo estragos en todo mi cuerpo, debe ser por el alcohol que ya ando alucinando cosas. Esa voz se me hace familiar, pero en este momento no logro relacionarlo con nadie, pero de que es sensual, lo es. Nos estamos viendo directo a los ojos, pero sin que yo controle el movimiento, mi mano esta rosando con los dedos en esa sedosa piel. Llego hasta sus carnosos labios, delineando ese jugoso corazón que se alza en el borde. El abre la boca introduciendo mi índice en ella, en ningún momento perdemos el contacto visual. Y aunque no pueda ver su rostro, estoy más que convencida que esta noche perderé lo que he guardado por años. Recordando el motivo por el cual estoy aquí, asiento con la cabeza, aceptando pasar la noche con este alto y sensual hombre. Eleva su mano a la mía, encaminandonos a nuestro destino, pensé que nos quedaríamos en uno de los privados aquí abajo. Sin embargo, llegamos a unas escaleras al final del establecimiento, las mismas que subimos, yo detrás de él. Hay varias puertas, unas más lujosas que otras, no son muchas, como cinco a lo mucho, llegamos a la última. Parece ser la más grande, y por lo que alcanzo a ver, también es él apartado más exclusivo. Pues se ve el lujo que emana la fachada, pone su dedo sobre un lector digital, abriendo la puerta. Me jala hacia adentro de la habitación, encendiendo en automático las luces en tonos rojos, haciendo más erótico el momento. Me quedo observando todo, hay varias cosas colgando del techo, vitrinas con lo que parecen ser juguetes, una enorme cama con tubos en las esquinas, sillones, una enorme cruz empotrada a una pared, frente a la cama un raro columpio, entre otras cosas. Escucho ruido, el delicioso hombre está sirviendo dos copas de champagne, me ofrece una. Hacemos un pequeño choque de copas y bebemos del delicioso líquido, retira las copas, dejándolas sobre la mesa. Se acerca a mi con esa mirada felina qué me desarmó en cuanto nos vimos, estoy maravillada con la vista. Lleva solo un pequeño calzoncillo en piel, y va descalzo, su enorme cuerpo cubre el mio. Estamos cerca de la cama así que me gira, haciendo que me agarre de uno de la tubos. Siento su enorme y endurecido bulto, en mi espalda baja, y es imposible no compararlo con la miniatura de Josh. Sí bien nunca tuvimos sex*, tuve la mala experiencia de hacerle varios orales y ayudarlo con mis manos. Así que se muy bien que esto es un tremendo animalón, comparado con esa pequeña sanguijuela. Siento como baja mis pequeñas bragas, y masajea mi trasero, propinando una fuerte nalgada en cada gluteo. Un fuerte gemido abandona mi boca, y siento sus dedos entrar en mis ya muy humedecido labios. ¡Carajo! Este hombre si que tiene las manos grandes, pues a pesar que lo disfruto, si es un poco incómodo. Con Josh, nunca pude siquiera mojarme, y con este desconocido, ya estoy hecha un río. No se en que momento se deshizo de su poca ropa, pero siento como su glande juega en mi entrada. Mis caderas toman vida propia, pues se mueven al compás de los embistes de su mano, sintiendo la punta de su dureza y sus dedos jugando en mis pliegues. Termina de sacar sus dedos, y los lleva a mis labios para que pueda probar mis jugos.AmandaEstoy es como el paraíso, hay no, ja, ja, ja, ja, bueno como el reino principal del inframundo.Es como una juguetera para adultos, y yo parezco niña chiquita, pensaba darnos un baño antes de empezar. Pero no esperaba que la ducha también tuviera juguetitos.Mi ardiente Hades, toma mis muñecas y las ata a las cadenas qué cuelgan del techo, da unos pasos atrás y m observa con esa mirada hambrienta qué me derrite.Sus manos recorren mi piel, se divierte pasando sus dedos en mis zonas sensibles, una fuerte corriente me atraviesa cuando dos de ellos entran en mi centro.Se coloca detrás mio, su dureza golpea mis nalgas, su mano libre sube a mis senos, los aprieta y estruja, mi boca se hace agua.Jala un poco las cadenas de mis brazos, me detengo como puedo con las puntas de mis pies, me da una fuerte nalgada que me hace apretar sus dedos en mi interior.El agua corre entre nosotros haciendo más fácil que se deslice por la puerta de atrás.Un gran gemidos abandona mis labios, se que
DominicMe siento nervioso, a pesar de nuestros años casados, cada encuentro con Amanda, es igual o mejor que el primero. Para nuestro décimo aniversario, tengo planeado un viaje, el lugar es un centro de entretenimiento donde podremos saciar nuestros más bajos instintos. Con los años hemos adquirido más habilidades, más juguetes y más muebles, y para disfrutar al máximo. Nuestros hijos, si bien están ya más grandes, nos ayuda a que papá y mamá, podamos disfrutar de unas vacaciones sin ellos. Después de tanto tiempo, sería la primera vez que lo hacemos como pareja y no como familia. Ellos más que encantados de pasar este tiempo con sus abuelos, sabe que son la luz de sus ojos. Y que los dejan hacer todo lo que se les tiene en gana, y no, no hay no son traviesos, pero más bien diría que demasiado ingeniosos. Por ese lado estamos más que tranquilos, así que sin ningún pero, ya estamos listos para el festejo de aniversario. Mandy, perdona por aún no sabe bien de UE se trata, pero
AmandaDos años despuésEs nuestro segundo aniversario de bodas y le tengo una sorpresa preparada a Dom, espero que sea de su agrado.Enserio que la vida nos ha dado tanto, es un hombre excelente, el mejor padre, el mejor esposo y el mejor amante.Pero sobre todo el mejor padre, Lucil, es su princesa, la luz de sus ojos, pero Mariano, es su orgullo.Sí, así se llama nuestro pequeño, que con tan solo un añito, ya tiene al pobre de mi Dom, planeando a que equipo de fútbol lo va a meter o en que escuela de natación irá.Simplemente es el mejor, aun con los temores que carga de su pasado, trata de ser mejor cada día.A veces siento que se exige demasiado, el no es su padre, y jamás seguiría ese camino.Estamos yendo a terapia para aprender a sanar, tanto el como su madre ya se han perdonado, pero aún falta para que se liberen de tanto daño.Estoy saliendo de la oficina, voy rumbo a casa, necesito dejar todo en orden antes de salir.A pesar de que mamá y mi suegra se quedarán con los niños
AmandaLlegamos a urgencias donde de inmediato me ingresan, llaman a mi doctora y me llevan a la sala de expulsión.Ni idea de que sea eso, pero suena muy feo, voy en un grito, le pido a medio mundo que me coloquen la epidural, pero la doctora dice que ya está media cabecita afuera.—En cuanto sientas la contracción, necesito que pujes con todas tus fuerza Amanda, no grites, puja como si de eso dependiera tu vida —da las indicaciones. Siento el dolor intenso y pujo, no sale, a los segundos se siento una más intensa y vuelvo a pujar. Siento como mis uñas calan en la mano de Dom, el llanto de mi pequeña inunda la sala, ya nació. Levanto un poco la cabeza, buscando con la mirada a donde esta mi niña, la enfermera la lleva con el pediatra y la limpian. Segundos después regresan con la bolita de carne más bella, que mi ojos hayan visto. Lágrimas corren por mis mejillas, Dom me ayuda a sostener la cabeza, y pega la suya a la mía, ambos viendo como llega nuestra bebé a nosotros. Me per
Ocho meses después Estamos celebrando el baby shower de mi pequeña, o si, yo no quise revelación de género ni nada de eso. Yo quería estar bien segura de que sería, no iba a comprar cosas al azar, la habitación fue decorada en todos los colores, pero en tonos pastel. El mes pasado fue el lanzamiento oficial de la línea de maquillaje, y ha sido un éxito total, eso con respecto a Sophistic. La semana pasada, fue la inauguración oficial de la empresa de Dom con Roman, y obviamente, la esposa del amigo de mi esposo, es la presidenta de esa empresa. Tendría que ser Dom, pero el se tiene que seguir haciendo cargo de la nuestra, más ahora que estaré fuera unos meses. Estoy que quisiera brincar de la felicidad, pero los catorce kilos que subí, no me lo permiten. Mi pequeña barriguita fue creciendo día a día, hasta convertirse en un enorme balón, ahora no puedo no amarrarme los listones de los zapatos. Pero por suerte tengo al mejor de los prometidos, tras regresar de China, no
Amanda —Tranquilo, ya te cuento, pero antes que te suelte el chisme, mejor vamos a intentar comer, este bebito, no ha dejado que mamá coma, apenas amanece y corro al baño, tomo agua y corro al baño, trato de comer y corro al baño. Yo creo que me tendré que llevar un balde a todos lados. Me ve tiernamente y a mi el corazón se me derrite cuando se acerca y deja un beso en mi mejilla. —Hagamos algo, vamos al médico a que nos revise y nos diga si hay algo que te ayude a retener el alimento, has bajado de peso y tienes ojeras. —Me veo horrible ¿cierto? —siento como mis ojos se llenan de lágrimas —debes querer estar lejos de mi. Intento alejarme, siento su mano sujetar la mía, no me dice nada, me sonríe y se acerca y me besa los labios. Un beso tierno, uno donde me dice que me ama, sujeta mi cintura y acaricia mi espalda. —Nunca, nunca más digas semejante cosa, yo siempre querré estar a tu lado, para mi no importa si te ves como una princesa o una vagabunda, a mis ojos siempre ser
Último capítulo