Mundo ficciónIniciar sesiónLogan Ackerman vivía con solo un objetivo: vengar el fraude cometido a sus padres, acción que causó el fallecimiento de ambos. Lleno en odio y con la determinación de hacer pagar a Antón Lyon, el culpable, se acerca a Nea, la hija del hombre que más odia. Después de meses de fingir amarla ella se entrega a él provocando que la venganza de Logan se completé, él sabía que nada humillaría más a Antón que saber que su querida hija, de la que tanto alardeaba se había entregado a alguien tan insignificante como él. Nea es arrojada a la calle y abandonada por Logan frente a su padre que no duda en darle un castigo el cual Nea no es capaz de soportar. Con él corazón roto, su dignidad marcada y a las puertas de una boda que ella no desea, tomó como decisión acabar con su miseria, pero el destino tenía otros planes, unos en los que le daba a Logan la oportunidad de reivindicarse. Nea pierde la memoria y él tomó aquello como una segundos oportunidad, la enamora de nuevo, pero todo cambia en él preciso instante en el que ella recuerda el daño que él le causó, daño del cual Logan se arrepiente, pero hay cosas que por más que quieras no puedas cambiar y Logan entenderá eso de la manera más dura posible, la mujer que ahora ama lo odia y hará lo posible por alejarse de él y empezar de nuevo. ¿Logan lo permitirá o se valdrá de lo que sea para retener a Nea a su lado? Descúbrelo conmigo.
Leer másNARRADOR.
—Vamos Nea te he deseado por mucho tiempo, déjame tenerte. Logan Ackerman susurraba al odio de la chica que lucía temblorosa y jadeante entre sus brazos, Nea era la hija del hombre que él más odiaba en el mundo, y ahora con todo el rencor y la rabia corriendo por su venas estaba allí seduciendo lo más preciado para Antón Lyon, el culpable de la muerte de sus padres. Alimento aquel odio por años, creció por ello y se convirtió en quien es por ellos. Es conocido en el bajo mundo como el “Villano” un hombre cruel, temible y despreciable, pero él sabía cómo ocultar muy bien esas cualidades como él mismo las llamaba, frente aquellos que lo ameriten y Nea es una de esas personas. —Logan…. Nea soltó un hilo de voz apenas audible, las manos de Logan sujetaban su cuerpo con demanda, el calor de las mismas parecían quemarle, como aquel toque que se calaba en lo más profundo y robaba todo, hasta el saber cómo respirar. —Sé que lo deseas, tu cuerpo lo dice —Succiono sus labios mientras colaba sus manos bajo la basta del vestido de ella rozando su humedad sobre la tela de las bragas —Tus ojos no mienten Nea, tu intimidad tampoco, estás empapada y lista para mí. Nea por su parte estaba al borde de perder la cordura, Logan se había metido en su cabeza, en su corazón y un poco más allá, tanto que había roto la única regla de su padre impuesta para ella, alejarse del villano. Pero como todo lo prohibido era más tentador, con ella no fue diferente. El preciso instante en que su camino se topó con aquel hombre de un metro noventa, cabellos castaños y ojos café que se parecían estar incendiando las advertencias fueron anuladas de su cabeza, ahora estaba apunto de entregarle lo más preciado que poseía, su pureza, su primera vez, su primer amor, su primer todo, creyendo que aquel hombre que ahora devoraba su clavícula con demanda la amaba. Las palabras no hicieron falta, la aprobación tampoco, allí en aquel cuarto de hotel Nea se entregó plenamente, sin ningún tipo de reservas y miedo, Logan tomó de Nea todo lo que deseaba, todo aquello que necesitaba, sin esperarlo esa noche fue diferente y única para él. ¿Motivo? pues se había enamorado de ella y lo que empezó como una venganza cruel terminó por envolverlo, someterlo y dominarlo a tal punto que ahora empezaba a sentirse atado a ella, tanto que lo que estaba por hacer lo desgarraba, lo rompía pero había hecho una promesa a la cual no podía faltar. —Debo volver a casa. Nea dijo con su cabeza acomodada en el pecho de Logan, su cuerpo tenía una sensación extraña y diferente, la emoción en su interior era tanta que solo podía suspirar y aferrarse al cuerpo del hombre que permanecía callado. —Quédate un poco más, déjame disfrutar de tí. De un envión el cuerpo de Nea quedó apresado contra el colchón, Logan se hizo espacio entre su piernas y sin decir nada más se volvió apoderar sus labios. Las uñas de Nea se enterraron en su espalda mientras él la devoraba con desesperación, con ansias, con deseo frustrado, con cada toque sus fuerza, la rabia y dolor de años se fue desvaneciendo, en ese instante en dónde se volvía uno con ella todo lo que había en su cabeza eran los sentimientos y la sensaciones inexplicables que aquella chica le provocaba. Para Logan todo aquello era nuevo, nunca nadie lo había hecho desear tanto, añorar y mucho menos amar, pero allí estaba entrando una y otra vez sin ganas de terminar, deseando quedarse así con ella, justo con la mujer que debía odiar. El amanecer llegó y con ella la cruel realidad de Nea que pensó que después de lo sucedido Logan iría con su padre y formalizaría la relación que habían llevado por meses. Después de vestir Logan la hizo subir al auto y mientras él auto recorría las calles de la ciudad, Logan aspiró aire y dejó a salir al desalmado villano. —¿Alguna vez te has preguntado porque me llama villano? —Le cuestiono a Nea. —Por ser cruel y desalmado, es lo que se dice de tí, pero eres más que eso Logan, solo es una fachada —Respondió ella con calma. —Y qué tal si te dijo que la única fachada es el hombre bueno y cariñoso que te he mostrado a tí —Le dijo en tono seco. Nea lo observo por unos segundos y solo pudo sonreír, él debía estar bromeando se dijo asi misma. —¿Crees que bromeó Nea? —Le cuestionó —Te contaré una breve historia, escucha con atención. Hace algunos años tu querido padre envauco al mío, le hizo invertir todo su dinero, sus esperanzas en aquel negocio que solo era un fraude, lo perdió todo, después de ese día se convirtió en un alcohólico, a tal punto de que en un momento de completa crisis nerviosa al ver cómo éramos desalojados tomó un arma disparó a el pecho de mi madre, y luego disparó contra mi y al final se voló los sesos…. Sabes que me salve de morir por qué al ser aún un niño y él estar ebrio solo rozó mi hombro. Le dijo aquello con una sonrisa cínica, descarada, cargada de dolor y odio, Nea trago con dificultad, se removió incómoda en el asiento, mientras su pecho se apretaba tanto que parecía que casi no podía respirar, sintió como las fuerzas abandonaron su cuerpo al intuir la siguientes palabras que saldrían de los labios de Logan. —Pensé en eliminarlo yo mismo, en acabar con su miserable vida pero —Tomó la mejilla de Nea con fuerza haciéndola jadear —Su reputación es lo que más ama, y que mejor que follarme a su hija, restregaselo en la cara y hacer que todo el mundo sepa que Nea Lyon, su hija amada la cual tanto alaba no es más que una zorra que se acuesta con cualquiera, hasta con un ser tan despreciable como yo. Terminó de decir con una sonrisa burlona y mirada viciosa una que Nea nunca había visto en él, con él pecho apretado y un nudo en la garganta empezó negar asustada, mientras fuera de la ventana veía a su padre de pie con la mirada fija en el auto llena de odio. —Logan tu no….. Lo que Nea iba a decir lo tuvo que tragar para si misma Logan bajo del auto y rodeo el mismo para luego abrir la puerta del lado donde ella estaba. —¡Baja! —Ordeno. —Por favor, no me dejes aquí —Le suplicó Nea al saber lo que le esperaba fuera. —¡Que bajes del puto auto! —Volvio a ordenar pero ella siguió negando a bajar. Su rostro ahora empapado de lágrimas rogaba por piedad, por un poco de compasión de su parte, pero él se puso una roca del tamaño de una montaña en el corazo, suprimió la agonía en su interior al verla así y sin más tomo su brazo y la saco del auto sin delicadeza alguna. —¡Anton Lyon aquí te dejo a tu hija! —Dijo en voz alta llamando la atención de lo presentes, Nea seguia en el suelo en dónde había caído segundos antes, con la cabeza gacha —Es toda una zorra, la niña buena a la que tanto alabas es experta en complacer hombres. —¡Logan Ackerman, esta ofensa la pagarás cara! —Advirtio Antón. —¿Cual ofensa? ella sola se me ofreció, no soy idiota para negarme —Logan comento en tono burlón —Aqui te la dejo, mujeres como ella solo son para usar una vez…. Ganarias mucho dinero si la metes a puta. Logan terminó de decir y luego hizo a Nea ponerse de pie que parecía un despojo, un cuerpo sin alma, solo lo observo con todo dentro de ella rompiéndose en pedazos. Logan le dió una última mirada y luego la empujó hasta Anton que al tenerla lo suficientemente cerca soltó una bofetada contra ella, haciendo que Nea cayera otra vez el suelo. Logan se dió la vuelta y subió a su auto mientras por dentro sentía la vida apagarse, aquel golpe seguía resonando en sus oídos y cuando pensó que era el fin, el golpe constante en su ventana lo hizo girar la mirada para encontrar la de Nea alli de pie con su labio roto, su rostro lleno de lágrimas mezclada con aquel liquido rojo proveniente de sus labios. —¡No me dejes aquí! ¡por favor Logan!—Le rogaba ella entre lágrimas desesperadas, con golpes en la ventana que no se detenían —Logan, por favor…. Le dió una última mirada fijo su vista al frente, con la garganta trancada, su pecho apretado y su corazón roto, le hizo señas al chófer de arrancar e ignoro por completo las lágrimas y ruegos de Nea. —¡Logan! —Aquel grito fue tan desgarrador que un escalofrío lo recorrió, cerró los ojos y se obligó a no mirar atrás y así se fue dejando a Nea a su suerte, una suerte bastante dolorosa.NARRADOR:Semanas después La primera luz de la mañana se filtraba por las cortinas, pintando la habitación con un suave resplandor dorado. Logan despertó con una sensación desconocida de ligereza. Se estiró lentamente, sintiendo el cuerpo de Nea acurrucado a su lado y el peso cálido y pequeño de Oliver entre ellos. Ya no había un arma bajo la almohada, solo la promesa de paz.Abrió los ojos. Nea ya estaba despierta, sonriéndole.—Buenos días, Villano —susurró, con la voz aún áspera por el sueño.—Buenos días, mi amor —respondió Logan, la palabra "amor" sonando natural y profunda.Oliver, sintiendo el movimiento, comenzó a reír, un sonido burbujeante que era la música más hermosa que Logan jamás había escuchado. Logan se inclinó y besó la frente de su hijo, luego miró a Nea, que tenía los ojos llenos de una paz que él mismo se sentía capaz de tocar.—Esto —dijo Logan, pasando un brazo protector sobre Nea y Oliver —esto es por lo que vale la pena cada cicatriz y todo que tuve que
NARRADOR:El ambiente en el pequeño cuarto era denso y estéril. Eloise se levantó cuando la puerta se abrió. Su encierro no había mermado su arrogancia, solo había alimentado su desesperación y odio por Nea. Al ver a Logan entrar solo, creyó que había ganado.—Logan, cariño—dijo con un alivio desesperado, mientras se acercaba —Sabía que me sacarías de aquí ¿Has resuelto el problema? Te juro que lo hice por ti. Por nuestra familia.Logan cerró la puerta. El clic del cerrojo sonó pesado, separándolos del resto del mundo. Su rostro no mostraba la rabia del líder, sino la profunda decepción denla traición. —Resolví el problema con Anton —dijo Logan, su voz baja y uniforme, pero cortante como hielo. Luego miró los ojos febriles de Eloise —Tú causaste la alergia a mi hijo, Eloise. Lo hiciste porque no podías tenerme. Lo hiciste porque mi felicidad te parecía una afrenta.—¡Ella te manipula! ¡Es una intrusa! —gritó Eloise, su amor enfermo convirtiéndose en histeria —¡Yo soy tu familia!
NARRADOR:El arma temblaba en la mano de Anton Lyon. Sus ojos, desorbitados, pasaban de la sonrisa cruel de Prince a la cicatriz de su propia mano, allí donde unos dedos habían estado. El recuerdo de aquel dolor, de aquella mutilación, le heló la sangre.—Llegó la hora de pagar, Anton —la voz de Prince era un susurro gutural, más peligroso que un grito —Este es tu fin, hay bestias a las que no debes despertar —Le dijo con una sonrisa sadica en su rostro. Anton Lyon no respondió. La furia y el terror por Prince eran palpables, asfixiantes. No había salida, lo sabia muy bien. Su boca se abrió, pero ningún sonido escapó, solo un jadeo patético.—Creíste que podías controlarme —Prince dio un paso lento, arrastrando ligeramente la pierna herida, como un lobo cojo pero letal —Que yo sería tu perro faldero, que podrías usar mi poder para llegar a la cima —Se detuvo a centímetros del cuerpo de Anton —Y no conforme con eso, quisiste usar a Nea como ina moneda de cambio en tu juego. Te equ
NARRADOR:Nea siguió el conducto, su unica misión era llegar con Logan, nada más iba a deternerla, Esperaba que Prince pudiese salvarse asi mismo.El ruido dentro se escucha cada vez mas lejano, y ella empezaba a respirar más aliviada, su libertad estaba más cercana.Minutos después salio del túnel, la oscuridad la recibió, la luz de algunos farros le indicaron el camino, siguió de manera sigilosa no podía permitir que volvieran a atraparla. De pronto el ruido de pasos acercarse la hizo detener, intento ocultarse pero fue en vano en grupo de hombres vestidos de negros la acorralo, la hicieron arrodillar mientras uno apuntaba su cabeza. —Informa al jefe, que nos indique que hacer —Escuchó a uno decir. El ruido del intercomunicador la hizo levantar la vista, su rostro lleno de polvo y tierra, al igual que su ropa, unos de los hombres empezo a repararla demás, se acercó a ella con un trapo y limpio la suciedad de su rostro. —Señora —Dijo de pronto llamando la atención del resto —Debi
NARRADOR:Nea sintió el aliento cálido en su oreja y se tensó, pero no gritó. La mano sobre su boca no era ruda; era un tanto protectora, aunque el olor a desinfectante la hizo erizar. —Shhh. Soy yo, Princesa. Ya estoy cansado de las siestas forzadas.Prince la soltó y se apartó, cerrando la puerta con el seguro y con mucho cuidado encendió la luz. Su rostro estaba pálido, y una vena palpitaba en su cuello, pero sus ojos estaban llenos de una intensidad salvaje. Vestía la ropa médica que había usado, algo ridícula contra su figura imponente.—¿Destruiste la nota? —preguntó Nea en un susurro.—Hablas con un profesional Nea, no dejo rastros nunca. Tu lo sabes y por eso quieres usarme —dijo Prince con una sonrisa que no llegó a sus ojos. Su mirada se posó en la espalda de Nea, donde la tela del vestido de cuero se pegaba a su piel —Y tú, Nea, te ves... Piensas seducirme, no hace falta pero me quejare —Dejo un beso en su hombro. Nea tembló, el recuerdo de lo sucedido esa vez le llegó de
NARRADOR:—¡Repite! —Ordenó Logan, su voz rota, ronca y cargada de una furia animal que hizo temblar su cuerpo débilmente apoyado.Sander no se inmutó. La verdad era un puñetazo, y él tenía que absorberlo por los dos.—Nea eligió irse con Anton para garantizar tu vida y la de Oliver. Estás herido, Logan. Eres vulnerable. Si Anton te hubiera tenido, te habría torturado hasta la muerte frente a ellos. Ella lo detuvo.Logan soltó la camisa de Sander como si quemara. Cerró los ojos, el dolor físico de la herida eclipsado por el dolor punzante del sacrificio. No era la traición de ir con él, sino la tortura de estar con Anton lo que lo desgarraba, Nea no tendría que estar pasando por eso otra vez. —Ella no es nada de ese bastardo —siseó Logan, abriendo los ojos. Estaban inyectados furia —Él la odia. La quiere para hacerme sufrir. ¿Y permitiste que se entregará?—No la permití. Ella lo hizo. No me dejó opción. Pero no ha roto el juego, Logan. Lo ha cambiado. Nos dio una oportunidad.—





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