NUEVA OPORTUNIDAD

—No debiste hacer nada por salvarme nana, aquello era mi deseo.

Nea le reclamó a Gloria mientras intentaba quitar la vendas que cubrían sus heridas.

—No digas eso Nea, eres joven y puedes empezar otra vez —Gloria le pedía entre sollozos.

—Como se supone que empiece de nuevo, lo que hice… Crees que me dejarán salir ilesa después de haber asesinado a ese hombre. No quiero recibir más castigos, quiero ser libre y morir era mi libertad.

Gloria negó e intentó convencerla cuando todo fue callado por la intromisión en la habitación de Logan, que fijó su mirada en una Nea, ojerosa, más delgado, de mirada triste y llena de rabia, su nariz al igual que sus ojos estaba rojo de tanto llorar y en las heridas vendadas en sus manos, aquella imagen le hizo sentir que caía a un pozo profundo, la dulce y tierna Nea no estaba, él la había destruido.

—¿Que hiciste Nee? —preguntó con remordimiento al acercarse.

—¡No te acerques más! ¡quiero que desaparezca!

Nea grito con la voz temblorosa lleno de furia, su pecho se apretó y sus manos empezaron a temblar de miedo, de ira o de dolor no sabía decirlo, verlo allí solo la hizo recordar todo lo que había pasado las últimas semanas por su culpa.

Aquel grito hizo a Logan detenerse, observó a Nea y sintió un tirón doloroso, sus piernas flaquearon como si le exigieran arrodillarse y pedir disculpas hasta cansarse, y tal vez podría hacerlo si estuvieran solos, pero frente a Gloria jamás, nadie lo vería en un momento vulnerable como ese.

—Puedes odiarme después, por ahora voy a sacarte de aquí.

—¡No iré a ningún lugar contigo! —Nea sentenció.

—Estás en peligro Nea, lo que pasó con Cruz. Debo llevarte a un lugar seguro.

—¡Todo eso pasó por tu culpa! Tenía una vida tranquila pero tú…. Me arruinaste Logan y ahora te apareces aquí queriendo ser él salvador, no te necesito, lo único que deseo es no volver a verte nunca en mi vida.

Logan estaba por responder cuando Sander entró con celeridad.

—Debemos irnos ya, Prince está por llegar.

El resto de personas en la habitación escucharon aquello, Logan no dijo palabra alguna, Gloria tapó su boca llena de miedo y Nea solo sonrió, como si aquello era justo lo que esperaba.

—¡Nea ven ahora! —Le ordenó.

—No iré, si Prince viene por mi pues aquí lo esperaré ya no tengo nada que perder, estoy lista para mi desenlace.

—Coopera o te llevaré a la fuerza —advirtió Logan.

Nea en respuesta se acomodó más en la cama y fijó su vista en la ventana ignorando su presencia, las ganas de ponerse de pie e irse contra él la estaba dominando, sentía el impulso de golpearlo hasta cansarse.

—Sander ve por una enfermera y pide un sedante.

Rato después con una Nea intentando evitarlo, el sedante fue aplicado y cuando estuvo inconsciente Logan la tomó en brazos y la sacó del lugar seguido por una Gloria que tenía muchas cosas que decir, pero por él momento decidió callar, sacar a Nea de allí y alejarla de Prince era prioridad.

El auto recorrió las calles y entró a una propiedad en la cual nunca nadie pensaría que allí viviera él, el lujo que irradiaba, la seguridad y sobre todo el respeto con que fue tratado dejó a una Gloria un tanto sorprendida no fue lo que ella percibió de él cuando se presentó ante ella por ayuda.

—Confié en tí Logan, prometiste que no le harías daño a Nea y mirá como está —Le reclamó apenas Nea fue depositada en una cama.

—Hice lo que debía, Antón Lyon tenía que pagar.

—Pero no a través de ella, es una chica inocente lejos de las maldades de su padre…. Por qué le hiciste algo así, no te imaginas el infierno que han sido estás semanas para ella.

Gloria le gritó llena de culpa, ella había dejado a Logan acercarse confiando en que él no lastimaría a Nea y fue justo lo que hizo, ahora ella no tenía cara para verla y no sentirse miserable por haberla entregado al enemigo de esa manera.

—¡Ya está hecho! —Respondió Logan —Eso no puedo remediarlo, confió en mí y ese fue su error.

—Mi error fue creer que alguien como tú merecía una sola mirada mía.

Nea había escuchado la conversación y sintió tanto rencor contra las dos personas frente a ella, confío en Gloria y también en Logan y ellos la tiraron al vacío sin contemplación.

—Nea yo….

—No Gloria ya dijiste lo necesario, eres igual que él, también quiero que te alejes de mí. Todo esto es culpa de ustedes, porque no pudieron sencillamente dejarme al margen de su maldita venganza. Te odio tanto como él.

Nea se puso de pie y se acercó hacia Logan que la observaba sin expresión pero por dentro se sentía desvanecer, al tenerla a centímetros de él y de ver la maltratada que estaba agacho la cabeza con vergüenza no soporto verla de ese modo.

Nea terminó de acortar la distancia, su voz temblando de emoción.

—¿Cómo pudiste hacer eso? —preguntó con sus palabras cargadas de dolor y decepción.

Logan levantó la vista, sus ojos llenos de arrepentimiento, pero sin saber qué decir. Nea continuó, su voz subiendo de tono.

—Me prometiste que nunca me harías daño, que siempre estarías ahí para mí. ¿Qué pasó con esas promesas?

Logan se quedó en silencio, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para disculparse. Nea sacudió la cabeza, y las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.

—Nunca voy a perdonar esto, nunca lo olvidaré. Ni siquiera sé porque fuiste por mi, pero no me interesa, voy a salir de aquí y ustedes dos van alejarse de mí, olvidarse que existo.

Gloria empezó a llorar mientras Logan tragaba con dificultad cada una de esas palabras, como si fueran astillas de vidrios bajando por su garganta.

—No irás a ninguna parte, Prince te está buscando —Dijo al detener su brazos.

Un golpe sordo llenó la habitación, él rostro de Logan quedó ladeado después del impacto recibido por la mano de Nea, que lucía temblorosa de la furia que la recorría.

—¡Eso ya no es tu maldito asunto! —Le gritó —Si Prince viene por mí pues que así sea, que haga conmigo lo que se plazca pero no voy esconderme y mucho menos aquí.

Intentó llegar a la puerta pero la mano de Logan detuvo su cintura y la hizo detener provocando que ella se girara e impactará algunos golpes en su pecho.

—¡No me pongas una mano encima! —Aquello salió lleno de dolor, su rostro volvió a llenarse de lágrimas —Nunca más vuelvas hacerlo.

Terminó de decir con la voz temblorosa y sollozos dolorosos, Logan se acercó a un más y la rodeó con sus brazos, mientras la cabeza de Nea se apoyaba en su pecho y ella lloraba.

—Nee yo….. déjame remediarlo —pidió casi en un susurro.

—Yo lo remediaré sola.

Nea dijo y se alejó con el arma que Logan traería en su espalda en su manos, Logan sintió como perdía el control aún más cuando ella apuntó el arma a su cabeza.

—Dame él arma Nea —Logan pidió mientras trataba de acercarse.

—No des un paso más, voy a salir de aquí y tú no vas a impedirlo.

Soltó mientras se encaminaba a la salida con pasos cortos, bajo la atenta mirada de los hombres bajo las órdenes de Logan.

—Vamos Nee, no hagas esto. Solo entregala, te prometo….

—¡No me prometas nada! Tus promesas son solo mentiras, ya jugaste conmigo una vez no lo harás de nuevo, antes prefiero acabar conmigo misma.

Nea observó el portón de salida, mismo que fue abierto por orden de Logan al ver que ella seguía apuntando su cabeza, su mano temblaba y parecía haber perdido la cordura.

—Si quieres cobrar lo que pasó está bien, dispara aquí —Señalo su pecho —termina conmigo pero no te hagas daño, por favor Nea baja el arma.

Logan le pidió al tratar de acercarse, Nea ya estaba al borde la calle, su vista empañada de lágrimas, su corazón roto, sus sentimientos hechos un cosas, sin ganas y sin fuerzas de seguir viviendo, lo había perdido todo, se lo habían arrancado.

—¿Nunca vas a dejar en paz verdad? —Dijo en un hilo de voz y sin más retrocedió hasta la mitad de la calle en dónde se aproximaba un camión enorme.

—¡Nea sal de calle! ¡Nee por favor! —Logan le suplicaba mientras intentaba acercarse, Nea aún no bajaba el arma —¡Nee!

Logan soltó ese último grito lleno de desesperación al ver cómo el camión golpeaba a Nea y la hacía volar por los aires para luego ser impactada por el pavimento.

Corrió hacía ella con él corazón queriendo salir de su pecho, con la culpa martillado su cabeza, con él remordimiento a flor de piel, llegó hasta ella para encontrarla inerte, cubierta de sangre, llena de raspones, él hueso de una de sus piernas fuera de su piel. Se dejó caer ante ella sintiendo el peso de lo que había ocasionado, la había destruido y forzada a querer terminar con su propia vida.

—No voy a perderte Nea, no voy a dejar que este sea tu fin.

Con mucho cuidado la subió a su camioneta y la llevó a un hospital en dónde ella estuvo inconsciente una semana, semana en dónde él no se despegó de ella ni un día.

Después de que Nea saliera del peligro la traslado a otra ciudad, determinado a dejar todo atrás y a empezar de nuevo, estaba listo para enfrentar su odio y soportar todo su reproche hasta lograr ser perdonado. Pero la realidad sería otra, una que ninguno espero.

—¿Nana dónde estoy? —Nea abrió los ojos un tanto desorientada.

—Nea que bueno que despiertas estaba muy asustada, no vuelvas hacerme algo así —Gloria pidió un tanto aliviada.

—No recuerdo nada, cómo llegué aquí.

Comentó Nea tomando por sorpresa no solo a Gloria sino también a Logan que estaba de pie en una esquina de la habitación.

—¿Cómo es que llegué aquí? —Cuestino.

—Tuviste un accidente de auto —Logan respondió al notar que Gloria no supo qué decir.

Nea busco el origen de la voz y enfocó con algo de confusión al hombre que ahora se acercaba a la cama, un tirón extraño surgió en su interior pero ella siguió sin apartar la vista de él, después de todo lo no conocía, nunca lo había visto siquiera.

—Disculpa pero ¿quién eres tú?

Aquella pregunta dejó a Logan helado unos segundos, ella no lo reconocía, entonces todo indicaba que había olvidado lo que pasó y eso lo llenó de alivio, no tenía idea de cómo iba a enfrentarla.

—Yo soy Logan y fui él que te trajo al hospital —Respondió con calma.

—Logan —Repitió ella —Te lo agradezco entonces, creo que te debo mi vida.

Terminó de decir con una sonrisa, mientras Logan sentía todo dentro de él removerse. Está parecía ser una nueva oportunidad para él, una oportunidad para enmendar lo sucedido y no iba a desaprovecharla. Con la decisión tomada enamoraría a esta a Nea y le mostraría él tipo de hombre que podía llegar a ser y no el desalmado que la lastimó tanto.

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