La puerta volvió a crujir.
No era un sonido normal.
No era madera moviéndose por el viento.
Aquel crujido tenía un ritmo orgánico, casi como si algo detrás respirara.
Ronan levantó la cabeza de golpe, la respiración entrecortada, los colmillos asomando por puro instinto. La lujuria que lo dominaba segundos antes se rompió como cristal. Sus pupilas rojas se enfocaron en la puerta, estrechándose con un miedo que jamás habría confesado en voz alta.
Lyra permanecía debajo de él, medio desnuda, temblando, la piel marcada por los desgarrones frescos. Su pecho subía y bajaba con respiraciones frenéticas, pero esta vez no era solo por Ronan…
Era por aquello.
El pulso que vibraba bajo su marca.
El calor encendiéndose en su pecho.
La voz que hace un momento había surgido desde lo más profundo de su mente.
Una voz imposible.
Ronan gruñó, apartándose de ella.
El sonido volvió.
Crrrk.
Como si la puerta se doblara hacia adentro.
Lyra sintió que el corazón se le detenía.
Y Ronan también.
Literalment