En un destino cruel y trágico, Katrina, una encantadora mujer loba de la manada Alba Noctis, es traicionada y asesinada por su malvada medio hermana y su esposo. Sin embargo, contra todo pronóstico, Katrina es rescatada de la muerte por Ragnar Shadowfang, un poderoso alfa y viudo de otra manada. Conmovido por su belleza e inocencia, Ragnar la lleva lejos de aquellos que la conocen, mientras ella carga con un gran secreto sobre su espalda. A medida que los días pasan, Katrina se vuelve más fuerte y valiente bajo la tutela de Ragnar. En cada luna llena, ella se convierte en una loba blanca con poderes nunca antes vistos y su deseo de venganza se va esfumando lentamente. Finalmente, por deseo de Ragnar decide regresar a su antiguo hogar para reclamar lo que le han arrebatado injustamente. Sin embargo, en medio de la batalla, muchas verdades que ella ignoraba salen a la luz y se debate entre encontrar la paz o hacer justicia. ¿Podrá Katrina resistir hasta conseguir lo que busca o sucumbirá a sus más oscuros instintos?
Leer másUna bala de plata golpea el hombro de Katrina con mucha fuerza. Ella es lanzada hacia atrás unos metros debido al impacto que la toma por sorpresa.
Su cabeza da vueltas mientras trata de tomarse de una de las ramas. Su única preocupación ahora es su hijo en su vientre y lo que pueda ocurrirle en caso de caer al acantilado desde esta altura. Nunca le gustó andar por estos bosques y justo ahora se arrepiente enormemente de no haberlos explorado anteriormente y así tener una opción de escape.
—¡Eres una asquerosa, m*****a! —La voz de su media hermana, Lizzie, retumba en su cabeza. Todo el arrepentimiento que ella le había dicho sentir, es totalmente falso, y ahora se da cuenta de ello—. ¿Acaso pensaste que te iba a dejar el camino libre? Te casaste con Jarl adrede, porque sabes que él a quien ama es a mí. Lo hiciste para herirme y apartarme de su lado, pero no te funcionará, Katrina. Jarl y yo nos casaremos, quieras aceptarlo o no. Yo seré la luna de la manada Alba Noctis cuando él se convierta en alfa, tendremos muchos hijos y seremos muy felices.
Katrina no es capaz aún de asimilar lo dicho por su media hermana cuando ve a su esposo saliendo de entre los arbustos y dirigirse hasta el sitio donde ellas se encuentran. Ni siquiera se dio cuenta de que él estaba en la mansión cuando salieron a cazar esta tarde, ahora se encuentra llena de miedo por lo que ellos sean capaces de hacer en su contra y en un lugar tan lejos de la casa.
Jarl vuelve a cargar la escopeta con otra bala que saca de su bolsillo y camina con ella en sus manos, mirando de manera amenazante a Katrina.
—¿Creíste que te íbamos a permitir quedarte con toda la fortuna Grimlore? —pregunta Jarl con una sonrisa macabra extendiéndose por su rostro, sus ojos brillan amenazantes mientras habla—. No eres tan importante, Katrina. No eres más que una inútil al igual que tu madre y mereces una muerte despiadada igual que ella.
—Ya sabemos lo que has intentado hacer y no vamos a permitir que sigas con eso —agrega su hermana a lo dicho por Jarl.
—No he hecho nada malo. ¡Lo juro! —La voz de Katrina tiembla. Las lágrimas fluyen por sus mejillas pálidas como si tuvieran vida propia, su vista se nubla y sus oídos aún zumban debido a la bala que está alojada en su hombro y que la va debilitando rápidamente. Ella no puede creer que haya sido tan tonta para caer en el juego de estos dos. Siempre fue muy ingenua e inocente, pero jamás se le hubiera pasado por la cabeza el plan macabro que tenían en su contra esta tarde.
—Ya no serás un estorbo en mi vida, Katrina, ni en la de Lizzie. Será un placer enviarte al infierno junto con tu madre.
El corazón de Katrina se hace añicos en el momento. Siempre creyó que la muerte de su madre fue muy extraña. Ahora no cabe la menor duda de que Jarl tuvo algo que ver, ya que era el único que estaba con ella esa noche.
La sonrisa maligna de su esposo es lo último que consigue ver la joven loba antes de que otro disparo sordo se escuche por todo el bosque y la bala atraviese con fuerza su pecho.
Hace apenas un día, su padre la había convencido de darle otra oportunidad a su hermana. Era el momento de limar viejas asperezas con ella y darle paz al corazón de su padre, pero nada podía estar más desacertado.
Un líquido rojo y viscoso empieza a cubrir su hermoso vestido blanco. Levanta la vista para ver los rostros de estas personas que tanto la odian.
—¿Por qué Jarl? —Atina a preguntar con un semi aullido, roto y angustioso—. ¿Por qué me haces esto?
—No te preocupes, hermanita. Cuidaré bien a Jarl. Seremos muy felices mientras tú te conviertes en polvo.
Nada preparó a Katrina para este terrible momento. Ella siempre fue demasiado ingenua para la maldad que la rodeaba, soñadora y romántica. Es incapaz de entender cómo se puede hacer tanto daño a alguien a quien horas antes decías que amabas.
Un dolor agudo y un mareo la atacan de repente. Instintivamente, se lleva ambas manos al pecho sintiendo como si algo se rompiera allí adentro.
—Yo te rechazo, Katrina Grimlore y rompo todo lazo contigo, por siempre y para siempre —La voz de Jarl, su esposo, son como navajas afiladas en su pecho. Ella boquea un par de veces antes de emitir un fuerte aullido de dolor y desesperación. En ese momento otra bala la toma desprevenida. Katrina da otros pasos atrás, resbala y cae directamente hacia el profundo y oscuro acantilado, muy malherida.
—Acepto tu rechazo —consigue decir antes de que la oscuridad la envuelva por completo. Otro aullido, ahora de Jarl, se oye hasta los confines del enorme bosque.
El pelo rubio de la mujer se pierde en la oscuridad rápidamente junto con una gran mancha de sangre que se desprende de su cuerpo herido. Lizzie mira el pozo, complacida. ¡Al fin pudo deshacerse de ella! Y fue mucho más fácil de lo que había creído.
Lizzie mira a Jarl con la respiración acelerada. Por fin, él será completamente suyo y podrá disfrutar de toda la fortuna de los Grimlore como la única Luna. Su destino es mucho mejor de lo que esperaba.
Jarl observa en su mano la escopeta y la tira inmediatamente al mismo acantilado antes de ojear alrededor y asegurarse de que nadie las haya visto.
—Tranquilo, mi amor. Te dije que nadie viene por aquí y ella morirá sin remedio.
Jarl parece escuchar unos jadeos, pero bastante lejos, por lo que no se preocupa por nada más. Lizzie tiene razón, todo salió muy bien.
Katrina Grimlore está muerta y ahora toda la fortuna de la familia le pertenece a él, el futuro alfa de la manada Alba Noctis.
Veinte años han pasado… Desde la ventana de su despacho, Ragnar mira atentamente a Katrina, quien se encuentra hablando con Amber y Rubí en el patio mientras señalan hacia los pequeños que se encuentran jugando en el inmenso patio. Un poco más allá, hacia las piscinas, están los más grandes, Ethan y su compañera Milly, Selene, Rouse, Brandon y Bruno, los gemelos que tuvieron luego de Rouse, y Lucinda. Una sonrisa se extiende por su rostro al ver a Silvia, sollozando mientras pide a su madre que la cargue. Desde que ha nacido es una niña muy sensible y quejosa, contraria a su mellizo Héctor, que parece no ser afectado por nada y se adapta rápidamente a todo. Sí, Ragnar y Katrina tienen ocho hijos en total, y según Katrina, estos serán los últimos, ya que están en edad de ser abuelos, pero Ragnar y Remus no están de acuerdo con eso. A él le llena el corazón ver a tantos cachorros rondando la mansión y los últimos ya tienen 3 años, por lo que es probable que intenten tener más próximame
Las semanas pasan en un abrir y cerrar de ojos. El vientre de Katrina subió mucho de tamaño y sus movimientos ya se redujeron al mínimo para esta etapa de su embarazo. Su pequeña Rouse, como ella y su esposo la llaman, es muy saludable y enérgica, tanto que ya ni siquiera la deja dormir correctamente y por consiguiente a Ragnar, quien cuida de ella día y noche.Hoy es el día de la cirugía programada para dar a luz. Moreira prefirió que ella fuera intervenida, ya que la pequeña está en una posición poco favorable para que Katrina pueda hacer un parto natural.En el castillo Alba Noctis todos están despiertos desde muy temprano preparándose para la llegada de la princesa, hay mucho movimiento en cada rincón. Ragnar está muy nervioso, sus manos sudan y en su garganta hay un nudo gigante que no lo deja respirar con normalidad. Nunca en su vida se había puesto tan nervioso como ahora, ni siquiera el día que nacieron los mellizos.Ya hizo como diez recorridos en total por la habitación de s
El anciano consejero, encargado de dar el veredicto final, sale en el medio del escenario y empieza a hablar. —El consejo de la manada Alba Noctis, luego de haber analizado todas las evidencias en contra de los acusados que fueron proporcionadas por el alfa Ragnar Shadowfang y haber oído las declaraciones de los acusados, los halló culpables. Los tres son condenados a muerte indigna frente a todos los miembros de la manada. La condena se ejecutará esta misma noche en el ruedo del castillo. Lizzie empieza a llorar desconsoladamente, mientras que su madre, se mantiene con la vista en frente, sin inmutarse. Mauricio sigue sin reaccionar, analizando la posibilidad de usar aquella pócima que ese hombre le entregó la otra noche y así evitar que aquellos Lycan terminen con su vida frente a todos. Katrina se lleva la mano a la boca para ahogar un sollozo que busca una manera desesperada de escapar. Luego de las sentencias, el juicio se da por terminado y los tres son llevados a los lugares
Sebastián y Rubí llegan primeros a la escena en su forma licántropa, encontrándose con una Akira bastante agresiva y molesta por los acontecimientos anteriores, Ragnar semiconsciente y Jarl evidentemente muerto en garras de ella. «¿Estás bien?» Sebastián intenta comunicarse con Katrina por medio del enlace mental, pero Akira aún tiene el aura expandida y no puede hacer comunicación con ella de manera efectiva ni acercarse demasiado, por lo que la ronda a cierta distancia con la cola entre las patas y mostrando su cuello en señal de respeto y sumisión. Rita, la loba de Rubí, también se mantiene atrás, igual que los que vienen llegando al sitio. Akira vuelve a aullar muy fuerte, aumentando su aura todavía más. Sirox no tiene de otra que retroceder igual que los demás debido al dolor que les produce su demostración de poder. Todos los licántropos de la manada Alba Noctis reciben el mensaje de su líder, la única y verdadera alfa, que su “alfa elegido”, Jarl Fenrisson, acaba de ser derr
—¡Remus! —La voz de Katrina hace pestañear a Jarl mientras que Remus mantiene los ojos cerrados, sus fuerzas amainan rápidamente con la bala de plata incrustada en su pecho y retrocede dentro de la mente de Ragnar dejándolo tomar su forma humana nuevamente. La respiración de Katrina se ralentiza en ese momento. Todo es silencio y oscuridad alrededor de ella al ver a su compañero herido de gravedad en el suelo. Akira usa todas sus fuerzas para rasgar las cintas en las que tiene atados los pies y manos de Katrina y levantarse para llegar hasta Ragnar, de cuyo pecho sale sangre a borbotones. Ella intenta gritar en busca de ayuda, pero su voz no sale, todas las palabras se quedan todas atascadas en su garganta, la droga que Jarl le hizo inhalar es demasiado fuerte y Akira, aunque intenta emerger, no lo logra del todo. Katrina toma la cabeza de su compañero y lo lleva a su pecho. Todavía está vivo, aunque gravemente herido e inconsciente. Jarl levanta la vista y mira fijamente a Katrina
Ya es imposible seguir ocultando lo que sucede cuando todos empiezan a movilizarse dentro de la casa. Rubí y Paula se despiertan aturdidas por el movimiento inusual de los pasillos de la mansión, ellas salen a mirar y en cuanto se dan cuenta de que la puerta de la habitación de Ragnar está abierta y hay varias personas adentro, corren hasta allí. —¡¿Qué sucede hermano?! —grita Rubí— ¡¿Dónde está Katrina?! Paula intenta contener a Ragnar, pero no lo consigue. Él está demasiado nervioso. Ragnar no soporta ver el video en el celular del guardia, respira profundamente antes de salir de allí. No va a permitir que ese hombre siga lastimando a Katrina. Dijo que sobre su cadáver volvería a permitirlo, y así será. Esta noche uno de los dos va a morir. —Hijo, por favor —Paula intenta detenerlo—. Deja que los guardias se encarguen de eso, por favor no vayas en ese estado. Necesitas tranquilizarte, estás muy nervioso. Ragnar se voltea a mirarla por unos segundos, pero al final se marcha. Ju
Último capítulo