No me podía quedar de brazos cruzados. Tenía que investigar si ella estaba de acuerdo con ese matrimonio o era obligada por su familia.
Para eso, mis amigos eran una pieza fundamental que me ayudarían a organizar ese rompecabezas. Somos amantes de la aventura extrema, así que hacer eso sería como una victoria más para nosotros.
No disponíamos de mucho tiempo, así que teníamos que ingeniarnos un plan lo más rápido que pudiéramos. Pero uno que estuviéramos seguros de que realmente iba a funcionar.
Cuando lo pusimos en marcha, llegamos a la iglesia, el auto quedó aparcado detrás de esta. Yo quedé en él, no podía llegar y que el hermano de Aleyda me viera, pues, imagino que me reconocería al instante.
En menos de cinco minutos la chica ya estaba conmigo en el auto. No le di tiempo a que me explicara nada, mis amigos llegaron corriendo, subieron al auto y nos marchamos a gran velocidad dejando una nube de polvo detrás de nosotros, la cual cubría a los que intentaban perseguirnos.
Lo bueno