Hermosa y letal
Mario Colombo
Si hay algo que me desagrade, es que las cosas no salgan según lo planeado, se suponía que papá hablaría con Ximena por lo sucedido en la fiesta y la enviaría a Tailandia por un par de semanas, lo que me permitiría conseguir que la atacaran como si de un robo se tratara, podría deshacerme de ella.
Pero no, ella no quiso ir, al contrario, sugirió una cena para limar asperezas, tuve que decir que sí cuando mi padre me llamó porque él no debe sospechar que quiero matar a su esposa.
Ahora tengo una esposa molesta, que se pondrá histérica con la más mínima brisa, un atraso en mi prueba de armas pues tuve que aplazarlo por la cena y un padre que no deja de sugerir que dope a mi esposa para que no altere a la suya.
Estoy harto.
–Prometo que solo será un momento, haremos acto de presencia, dejaremos que Ximena diga su disculpa falsa y nos retiraremos – insisto por enésima vez – te llevaré a Bali el fin de semana – intento chantajear.
–No quiero volver a estar en