De vuelta al trabajo
Isa Belmonte
Despierto envuelta en las cobijas como si fuese un gusano de tierra, me estiro sobre la cama y me relajo unos minutos antes de incorporarme, el lado de Mario está frío puesto que se fue antes de que amaneciera.
Los recuerdos del día anterior me hacen recoger las rodillas hasta pegarlas a mi pecho, hubiese querido poder detener el tiempo y quedarme ahí para siempre.
Entiendo que no puedo estar pegada a Mario todo el día, ambos tenemos responsabilidades, solo que aún no me siento preparada para enfrentar al mundo.
Tomo el teléfono de la mesita y reviso las redes, ayer lo apagué todo el día, así que tengo mil notificaciones, la mayoría sobre lo que ocurrió la noche de la revelación, entorno los ojos, odio a Aisha y a Ximena, no quisiera volver a verlas.
Hay muchas etiquetas de la prensa y personas curiosas en as redes, muchas de ellas preguntando si me encuentro bien y otros apoyando a esas víboras.
Estuve investigando y la relación que tuvieron Mario