Segunda parte de: Una madre para los hijos del mafioso. Luego de enterarse que su esposo Lisandro está muerto y que están destruyendo todo lo que una vez fue importante para ella Valentina debe huir para él bienestar de sus hijos, dejando todo atrás menos sus ganas de acabar con todo a su paso. Valentina ya no será la misma y aquella chica que solo quería ser feliz ahora lo único que desea es venganza. en el camino descubrirá que muchas cosas no eran como ella las creía y estará en un enorme dilema dejar todo atrás o arrasar e incendiar todo incluso si ella llega a quemarse. — A veces en el intento desesperado de proteger a nuestros seres amados comentamos errores pero te juro que cada cosa que hice, la hice por ti, la hice para que fueras feliz, no pensé que esto sucedería— Grito el. mi corazón se destrozaba con cada palabra no entiendia como había sido capaz. limpie mis lágrimas. — Agarrate porque no pienso detenerme — Le avisé mientras me alejaba de él dejándolo atrás.
Leer másValentina Saavedra de Miller
Bajamos del avión ahí estaba un hombre esperando por nosotros justo como Rodrigo nos dijo, venía en una camioneta color negro el hombre debo admitirse ella bastante intimidante, pero había decidido confiar en Roberto Me acerqué con Paula en mis brazos y Luca apenas y despierto caminando. — Bienvenida Sra Miller a Londres — dijo con su voz gruesa. Aquellas palabras me habían sorprendido así que estaba en Reino Unido. — Muchas gracias, usted es Roberto ¿No es así?— el hombre asintió — soy la mano derecha aquí en Reino Unido de el señor Rodrigo y el joven Lisandro déjeme decirle que lamento mucho su pérdida— sus palabras fueron como dos martillazos a mi corazón. Mi pérdida... Era aún más difícil escuchar a alguien más decirlo de esa manera, el recordarme que mi esposo estaba muerto. — mi suegro me dijo que me llevarías a mi nueva casa me encantaría irme ya los niños están muy agotados y realmente necesito también descansar el viaje fue agotador— él asintió para luego abrir la puerta de la camioneta para mí subí a Paula y luego a Luca decidí subirme en la parte de adelante. Si bien el vuelo había tardado aproximadamente unas 7 horas era complicado el hecho de viajar con dos niños que estaban llorando todo el tiempo porque acaban de traerse que su padre había fallecido. Había sido el peor vuelo de mi vida definitivamente habían sido las peores siete horas de mi vida. El camino fue silencioso sinceramente no tenía ganas de hablar y los niños venían completamente dormidos cansados de tanto llorar. Nos detuvimos y me di cuenta que habíamos quedado la clase era igual de grande que la que teníamos en Estados Unidos de hecho este parecía ser un poco más pequeña la que una vez llame hogar. Con aquel nube en la garganta otra vez bajé la camioneta y desperté a Luca este se levantó en silencio al igual que Paula ambos caminaron en completo silencio tomando mi mano me partía el corazón verlos de esta manera, pero por más que yo quisiera arreglar la situación la realidad era que no podía hacerlo porque no había nada que yo pudiera hacer. Nos adentramos en completo silencio aquella enorme casa me lancé a los brazos de emiliana apenas la vi sintiendo el fin encontrar a alguien de confianza a su lado estaba Jesús así que la solté para abrazarlo y no pude evitar llorar abrazada a él creo que era lo más cercano a Lisandro que tenía en este momento y tenía tantas preguntas y quería que él me lo respondiera cada uno de ellos pero no sabía si él tenía las respuestas para mí. — Que hacen aquí?!— Pregunté —En que momento llegaron?— pregunté — llegamos hace 20 minutos aproximadamente señora— Jesús habló lo veía intacto eso quiere decir que él no estaba con Lisandro ¿Donde diablos estaba Jesús que no estaba con mi esposo?! Se supone que él era el de seguridad él tenía que estar a su lado ¿No? Tenía demasiada ganas de gritarle de pedirle que se fuera de mi hogar que no quería verlo a la cara pero estaba lanzando toda mi frustración hacia él cuando la realidad era que Jesús no tenía la culpa. — señora ya están las habitaciones de los niños Por si quiere ir a acostarlos— me dijo Roberto el hombre que nos había traído, sentí con la cabeza y comencé a seguir subimos las escaleras y me llevó a una habitación los tres nos adentramos en ella era una habitación muy linda de hecho era muy pero muy parecida a la habitación que teníamos en casa para ellos. El hombre se fue dejándome sola con los niños lo cual sinceramente agradecí primero acosté a Paula y luego acosté a Luca ambos en la misma cama creo que no era el momento para seguir con aquella regla de la separación y la individualidad. En este momento ellos se necesitaban yo los necesitaba ellos. Me levanté dispuesta a salir de la habitación tenía que ir con Jesús tenía que hacerle todas aquellas preguntas que tenía atorada en la garganta sin embargo unas pequeñas manos me detuvieron miré a mi lado y ambos me tenían tomado del brazo evitando así que me alejara por completo de ellos. — sucede algo?— les pregunté. — puedes por favor quedarte con nosotros hasta que podamos dormir mamá?— preguntó mi pequeña Paula con su voz angelical, asentí con la cabeza volví a acostarme esta vez en el medio de ambos estos no tardaron en acercarse a mi cuerpo — Tú también vas a morir y nos vas a dejar solos mami?— aquella pregunta me destrozó por completo definitivamente nunca estamos preparados para este tipo de situaciones pero yo no estaba preparada para una vida sin Lisandro sobre todo porque ahora tenía que lidiar con los mellizos y no sabía cómo hacerlo sin él No importa cuánto mara a mis mellizos pero ahora éramos tres cuatro en realidad con el bebé que estaba dentro de mí y no sabías cómo iba a lidiar con todo esto yo sola. Lo quería lidiar con esto yo sola. Acaricié la pequeña cabeza de Luca quien tenía sus ojitos cristalizados. Negué con la cabeza. — siempre pero siempre voy a estar para ustedes no importa qué pase conmigo no importa si en algún momento yo no puedo estar con ustedes yo siempre voy a estar con ustedes porque se los he dicho miles de veces ustedes dos han sido mis angeles— no pude evitar que mi voz se escuchara rota y es que así me sentía en este momento completamente rota y destrozada. No importa cuánto intentará hacerme la puerta la realidad era eso estaba rota y no sabía cómo pegar mis pedazos al menos frente de los mellizos. — Queremos a papa— Susurró Paula — Lo sé mi amor, aunque papá no pueda estar físicamente con nosotros, se que está con nosotros siempre, y mientras lo recordemos no hay manera que él nos abandone nunca — Le dije. Los tres nos mantuvimos en silencio y fue cosa de minutos para que ellos comenzaran a llorar y luego a quedarse completamente dormido. Me levanté con mucho cuidado evitando que se despertaran. Caminé hasta la sala bajando las escaleras, no podía evitar imaginarme a Lisandro en este lugar aunque jamás estuve con él en este lugar. Una vez que llegué hasta donde se encontraba Jesús me acerqué a él pero puedo evitar abofetear lo de la ira que sentía — Sra — ¿Porque diablos lo dejaste solo Jesús?!— grité llena de dolor porque sentía querer en este momento en donde podía realmente sacar mi dolor— era su maldito guardaespaldas él confiaba en ti!! Yo confiaba en ti para que cuidaras de él!!— volví a gritar— está muerto Lisandro está malditamente muerto porque no pudiste protegerlo como se debía tenías que hacerlo Entradas gritaba él simplemente guardó silencio no sé si era porque quizás muy dentro de él sentía que yo tenía razón o porque me estaba dejando desquitarme con él cuando ambos sabíamos que él no era el culpable absolutamente nada. — Sra, Jesús no fue el culpable— hablo emiliana— el señor le pidió ese día que no fuera con él le dijo que él tenía una reunión importante con muchos guardaespaldas y que suele mandar alguien sencillo de seguridad, le pidió a Jesús que se encargara de usted y de los mellizos— quizás había sido lo mejor si Lisandro no hubiese mandado a Jesús conmigo o al menos para que fuera donde yo estaba con los mellizos quizás él tampoco estuviera vivo yo estuviese aún más loca, Jesús era su mano derecha y era la persona indicada para ayudarme a lograr mi objetivo, sabía que Rodrigo no iba a querer ayudarme yo realmente necesitaba hacer esto no solamente por mí sino también por mis hijos, no iba a permitir que se destruyera todo lo que Lisandro había construido por lo que tanto habían luchado. No he podido olvidar cómo había comenzado este matrimonio y era para que él pudieras obtener al fin el liderazgo de la empresa, pudiera tener el liderazgo de la organización y poder estar tranquilo y no voy a permitir que eso se vaya a la basura solo porque un hijo de perra quiso dárselas de poderoso. — como llegaron hasta aquí?— Pregunté Tenía tantas preguntas pero creo que esa era una de las más importantes. Aún no entendía cómo era que ellos habían llegado antes que yo, como era que cuando yo llegué a la mansión ellos ya no estaban y la casa estaba completamente vacía — el señor Rodrigo me llamó, me dijo que me estaban esperando a mí y al personal, él se encargó de trasladarnos hasta aquí, quería tener al personal de confianza del señor Lisandro lo más seguro posible— me dijo Jesús Entendía aquello, creo que yo hubiese hecho exactamente lo mismo en este momento en donde al parecer todo está siendo destruida necesitamos reagruparnos. — Ayúdame — las palabras salieron de mis labios incluso antes de que la procesara por completo Jesús el ceño confundido ante mis palabras creo que era normal. — En qué puedo ayudarla señora?— Preguntó — Cuente conmigo para lo que usted necesite, le seguro que haré todo lo que esté en mi poder — sabía que Jesús era la persona más indicada para esta tarea. — ayúdame a ocupar el puesto de Lisandro— él se sorprendió ante mis palabras— ayúdame a que su nombre y a que todo su trabajo no se pierda pero sobre todo ayúdame a vengarme de titán y de Sebastián por asesinar no solamente a Lisandro sino también a mis padres Él parecía dudoso — aquí puede traer un nuevo comienzo, aquí señora Valentina puede empezar de nuevo porque puede pasar desapercibida con los mellizos No quiero pasar desapercibida Que todos sepan quiénes somos quiero que todos me respeten que todos me teman porque esto jamás va a volver a pasarme, jamás voy a volver a perder a alguien porque me ven como una estúpida porque cree que puedo jugar conmigo. — no quiero pasar desapercibida Jesús quiero destruir a titán y quiero destruir a Sebastián y para eso necesito tener poder, Lisandro se fue y tengo que tomar su puesto para mantener también su organización, sabes lo mucho que él trabajó para que la organización fuera lo que es hoy en día, no dejes que todo su legado se vaya a la mierda— traté de convencerlo sabía que tenía que convencerlo y no obligarlo a hacerlo, él tenía que querer ayudarme. — Estás segura Valentina?— preguntó— porque una vez que entre no va a haber salida Sabía que esta era la decisión más arriesgada y más peligrosa que estaba tomando en mi vida pero después de todo yo había nacido en este mundo, había nacido para esto para liderar mis padres eran Ramiro y cristal Saavedra tenía el apellido Saavedra y tenía el apellido Miller tenía dos grandes apellidos de la mafia que representar y tenía que hacerlo de la mejor manera. Juro por Dios o el diablo que voy a hacer que me teman voy a hacer que apenas escuchen mi nombre comiencen a temblar como unas malditos cobardes — estoy segura — entonces voy ayudarla a que todos teman de usted — Muy bien Que comience mi venganzaSebastián No podía dejar de pensar en lo que Valentina me había dicho ¿Que posibilidad había de que eso fuese cierto?!Realmente titán iba a matarla?! El me prometió que no lo haría, que ella podría salir viva de aquí con sus hijos, no podía desconfiar de él, el me había sacado de prisión, en dónde Valentina me había metido.— ¿En qué piensas?— me giré y vi a titán quien se acercaba lentamente a mi, como si de una presa se tratase.Eso era para el ahora una presa?— En como será todo de ahora en adelante, me pone nervioso— Le dije— Sinceramente quisiera luego de esto irme del país, me gustaría ir a hablar con mi esposa quizás tenga la posibilidad de hablar con ella de nuevo — Titán nego por la cabeza.— ¿Por qué quieres regresar con ella?! — Preguntó con el celo fruncido — Te dejo, ella no quiere estar contigo ella prefirió estar con la perra de tu hija! Las dos te traicionaron — Eso creía al principio, al inicio creí que ellas me habían traicionado a mi, pero no es así, yo las tra
Valentina Saavedra de Miller Desperté jurando que estaba en el infierno después de todo lo que había hecho supongo que era dónde merecían estar ¿No?— Mami— Mire a mi lado ahí estaba Luca, tenía sus pequeños ojos cristalizados y las lágrimas corrían por sus mejillas, intenté levantarme para limpiar sus lágrimas pero sentí un fuerte dolor lo que me hizo mantenerme en el mismo lugar.Suspiré.— Ven mi amor — Me acomode en la cama y el se acostó conmigo.No tengo ni la menor idea de donde estoy pero quiero pensar que estamos en otro país seguros.— Estás bien mami? El abuelo dijo que estás malita y por eso no habíamos podido verte en días — Días? Había estado inconsciente por días?!— Y dónde estamos mi amor?— Le pregunté Lisandro...Habrán logrado sacarlo de la cárcel?!Que paso con Daniel?!— No lo sé, pero voy a llamar al abuelo para que sepa que esta bien mami — Dicho eso se levantó y salió corriendo de lo que parecía ser una habitación.Me levanté de la cama.Esto de jugar a la ma
Valentina Saavedra de Miller — Estás segura de esto Valentina?— preguntó a mi madre mientras me miraba con los ojos cristalizados— por favor vente con nosotros y espera que él venga Podría hacer eso. — tu madre tiene razón Valentina debes venir con nosotros aquí están tus hijos y si algo les ocurre a los dos ellos se van a quedar sin nadie — se van a quedar con ustedes por eso les estoy confiando la vida de mis hijos a ustedes— Le hice saber.— señora creo que sus padres tienen razón, ir a la cárcel y sacar al señor lisandro no va a ser una tarea fácil y claro que se van a perder vidas en el proceso y podemos perder su vida, lo mejor es que usted suba el avión también le prometo que yo me encargaré de hacer todo lo posible para que el señor lisandro vuelva con ustedes— después de pensar que un rato terminé sintiendo con la cabeza. No podía dejarme segar otra vez y esta vez sí tenía que pensar en los niños mi madre tenía razón si algo me pasaba los niños se iban a quedar solamente
Valentina Saavedra de Miller Estaba agotada, había estado cargando a Paula por un rato, Luca había estado caminando junto a mi en completo silencio.Sinceramente ya me estaba dando por vencida, pero sabía que no podía hacerlo quizás si hubiese estado sola hace rato me hubiese rendido pero no podía rendirme cuando tenía a los mellizos conmigo cuando ellos merecían vivir su vida.No podías rendirme después de lo que Sebastián había hecho por mí.— Mamá!— Mire a Luca quien señalaba hacia el frente con emoción, mire hacia donde miraba el. Sentí un alivio enorme cuando ví una pequeña salida.— La salida — Susurre Mi bebé salió corriendo, desperté a Paula la baje, al darse cuenta que había luz comenzamos a correr también hasta la salida.La luz me cego rápida y escuché gritos de los niños, tomé rápidamente la Luca y me aferre a Paula también para asegurarme que ellos estuvieran a mi lado y a salvo.— Valentina— Abrí los ojos como pude y ahí estaba JesúsCasi corri hacia el sintiéndome al
Valentina Saavedra de Miller No sabía que hacer mi mente me decía que seguía corriendo pero ya no se cuánto tiempo llevábamos haciendolo.Este lugar no parecía tener salida, y cada vez sentía que el oxígeno era menos, ya habíamos dejado de correr y solo estábamos caminando, para nuestra buena suerte no había nadie siguiéndome, así que eso nos había dado la posibilidad de caminar un poco más tranquilos.Había visto a mi pequeña Paula dormir y luego despertarse había también cargado a Luca durante un rato para que él pudiera descansar pero sinceramente ya estaba completamente agotada. ¿A dónde se supone que nos llevaría este túnel? En este momento realmente estaba pensando que todo había sido muy improvisado quizás William no lo había pensado bien, quizás no había tenido el tiempo para hacerlo, me preocupaba no llegar a la salida.Suspiré William iba delante de mí con Paula mientras que Luca y yo habíamos tomados de la mano en la parte de atrás caminando lo más suave posible para ev
Valentina Saavedra de Miller Tape la boca de Paula cuando comenzaron a escucharse disparos en la parte de afuera ¿Qué diablos estaba sucediendo?Quizás Lisandro había llegado por nosotros, aunque si era sincera esa opción parecía tan imposible, acababa de hablar con él y no tenía ni la menor idea de dónde estábamos.— vamos niños levántense, vamos al baño — Le dije mientras soltaba a Paula, tomé la mano de los dos mientras los ayudaba a bajar de la cama, me coloqué rápido la ropa que habían mandado para mí, para mi buena suerte era ancha así que tuve la posibilidad de tomar el arma y colocarlo debajo de mí ropa.Tomé el celular e hice lo mismo.Metí a los niños al baño y cuando estaba por entrar la puerta se abrió, al principio me asusté y luego noté que era Williams abrió la puerta — ¿Qué es lo que está sucediendo?! — Pregunté asustada — Hubo un pequeño problema pero ya se resolvió no te preocupes, mi padre quiere verte — Me dijo — y los niños?— Pregunté — Ellos van a estar bie
Último capítulo