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Capítulo 6.

Jenn: 

¿Porque me sentía nerviosa con este par frente a mi? ¿Que me pasa? 

—Entonces si la conoces —dijo el señor Kang

—Claro que la conozco, me sorprende que tu tambien —me miro— ¿de donde conoces a Kang?

—Yo... Yo le hice unas fotos hace días, aquí la sorprendida soy yo ¿cómo es que se conocen?

Es un poco extraño, Ryosuke y Dak Ho son de ámbitos muy pero muy distintos, de hecho son demasiado distintos ambos. 

—Somos socios —el señor Kang estaba al lado de Ryosuke, sus manos estaban en sus bolsillos—, ambos nos asociamos para comprar el periódico. 

—Entonces lo han comprado —ambos asintieron— ¿Podría saber el por que?

—Me gusta comprar propiedades en quiebra y esta no fue la excepción —respondió el señor Kang—, Tanaka es mi socio y dueño también del periódico. 

No pense que ambos estarían interesados en este ámbito, pero prefiero no saber mas, ellos sabrán lo que hacen con su dinero. Ahora que soy la jefa de redacción, siento que se me van a venir muchos problemas encima. 

—Debo irme, adios. 

No espere respuesta por parte de ambos, salí del lugar para dirigirme a mi oficina, aun no salia de mi asombro, ahora tendría un mejor puesto, pero no me sentía bien obteniendolo, yo quería ganármelo por mi propio esfuerzo, no por conocer al señor Kang. 

No quería ser reconocida de esta manera. 

—Jenn —escuche a Mia detras de mi—, tienes que ir a tu nueva oficina. 

—No quiero —voltee hacia ella—, esto es demasiado Mia. 

—No lo es y lo sabes —se cruzo de brazos—, serás la jefa de todos aquí. Has trabajado por mucho tiempo, has recibido malos tratos, mal salario y además del robo de créditos. Ya no puedes seguir permitiendo esos tratos hacia ti, aprovecha esta oportunidad. 

—¿Tu crees? —ella asintió. 

Es que es difícil de creerlo, de un momento a otro seré la jefa de todos aquí cuando hace poco era redactora y escribía para que mi credito se lo llevase Hanna. Mia tiene razón, el esfuerzo que he hecho este tiempo debe ser reconocido. 

Ambas miramos hacia afuera cuando escuchamos gritos, eran los de Hanna, se escuchaba realmente molesta, ambas salimos de mi oficina hacia aquel escandalo que ella estaba armando, al verme ella me señalo y se vino hasta mi para darme una bofetada haciendo que cayera al suelo. 

—¡Tu estúpida! ¡¿Como te atreves a decir que yo no era la periodista?! 

Mia me ayudo a levantarme, el pasillo había quedado en silencio ante las palabras de Hanna que yo no entendía. 

—Eres una maldita arrastrada —dijo ella destilando veneno—, ahora entiendo por que eres la jefa, por que te revuelcas con los dueños... No te basto con eso, si no que esparciste los rumores de que yo no era la periodista. 

¿De donde carajos ella saca eso?

—No fue ella, fui yo —dijo Mia—, yo misma le dije a los jefes que la persona detrás de tus reportajes es Jenn, no tu y ellos se encargaron de poner en su sitio a los que de verdad trabajan. 

Todos murmuraban mientras miraban a Hanna, no tenia idea de que Mia había hecho eso, se lo tengo que agradecer por que yo no hubiese tenido el valor de hablar. 

—Eso es falso. 

—No lo es —dije al fin—, todo este tiempo he sido yo la que ha trabajado en cada reportaje que tu te has acredítate, la redacción, la edición, todo ha sido mi trabajo, yo misma me he tenido que sacrificar e incluso poner mi vida en peligro por tu culpa —la rabia me recorría el cuerpo—, casi me asesinan los mafiosos del barrio chino por tu culpa, esperabas que yo saliera de aquel callejón con el reportaje para quedarte con el crédito mientras que yo me Moría de miedo, no sabes lo mucho que me alegra que se todos sepan lo inútil que eres. 

Me di la vuelta para regresar a mi oficina, el señor Kang y Ryosuke estaban frente a mi, me sentí avergonzada de que ellos hayan escuchado lo que dije. 

No se si fue por escucharme de que ambos tuviesen cara de sorpresa. Dios que verguenza. 

Me encamine hacia mi oficina para recoger mis cosas, en este momento sentí que mi cabeza estaba a punto de explotar. Pero me sentí un poco bien al soltar todo lo que tenía guardado desde hace mucho tiempo, no me esforcé estudiando para que otra persona se llevara mi trabajo. 

—Jenn —fui detenida por Ryosuke— ¿a donde vas?

—Quiero irme a mi casa, no me siento bien.

—Te llevo.

—No, lo haré yo —dijo el señor Kang—, ven conmigo.

—Hey Kang, la puedo llevar yo.

Fruncí el ceño al verlos debatirse en quien me llevaba a mi casa, no entendía por que lo hacían, deje de escucharlos y me encamine hacia la salida, en este momento no deseaba escuchar o ver a nadie, necesito procesar todo lo que esta pasando ahora con mi trabajo y mi ascenso. 

(...)

Deje la comida en el tazón de Bob, el empezo a comer completamente ajeno a todo, ojala mi vida fuera como la de el, solo comer y dormir. 

—No se si aceptar eso papá, es que fue tan repentino —me senté en el sofa. 

Mi papá se enteró lo que paso en el periódico por las noticias, ha sido noticia nacional en las últimas horas, lo peor es que pusieron a todos los nombres en pantalla y salio el mio como editora en jefe.

—Debes aceptarlo mi niña —dijo el atreves de la linea—, has trabajado duro, es justo que tu esfuerzo sea reconocido. 

El cree que me dieron el ascenso por mi esfuerzo y no por que el señor Kang y Ryosuke lo compraron. 

—¿Crees que sea buena idea papá? 

—Lo es mi niña, aprovecha esta oportunidad, tu tienes talento. 

—Lo haré papá, aceptare el puesto. 

—Esa es mi niña —dijo contento—, te dejo, tengo que pasear a los animales.

—Adiós papá. 

Colgue el telefono y lo deje sobre el sofá, en la televisión seguían hablando sobre el periódico en quiebra del señor Moore, están saliendo a la luz lo que pasaba dentro del periódico, esto se está volviendo un caos completo. 

¿Por que el señor Kang compraria el periódico? Eso de que le gusta comprar propiedades en quiebra, no me parece del todo cierto, además de que conoce a Ryosuke, cuando se nota a kilometros que no se caen nada bien. 

Siento que no debo escarbar más allá, pero mi instinto me dice que este alerta con ese par. 

No los conozco del todo, pero algo me dice que ellos no andan en nada bueno. Si algo he aprendido en los reportajes que he hecho, es que la mayoría de las personas que están en delitos mayores suelen cubrir sus delitos con cualquier cosa que no llame la atención. 

Aunque no puedo hacer especulaciones como esas, no creo que el señor Kang esté metido en algo turbio, es un hombre respetable y reconocido. 

Ryosuke no lo creo, parece matón, pero no puedo juzgarlo o afirmar algo como eso, ambos son personas que están en el ámbito de los negocios. 

Pero de igual manera no puedo bajar la guardia. 

(...)

Al dia siguiente.. 

Había llegado al periódico, me sorprendí al ver todo o bueno, casi todo ordenado y cambiado, los cubículos eran más espaciosos, las oficinas diminutas fueron sustituidas por áreas de descanso y una pequeña cafetería. 

El señor Kang hablaba con algunas personas, me quede como una idiota en medio del pasillo mirándolo, ese traje blanco ceñido a ese enorme cuerpo, le quedaba perfecto. La seriedad de su rostro y la perfección de sus facciones lo hacían ver realmente atractivo. 

El es atractivo. 

Sali de mi ensoñación así que me acerque a él ya que la oficina que era de mi jefe, ya no estaba. 

—Buenos días —dije de forma educada, el me miro rápidamente y les dio una señal a los hombres para que se retiraran.

—Jenn —sonrió un poco— ¿como estas? 

—Bien eso creo, ¿podemos hablar?

—Claro, sígame. 

Lo seguí hacia el otro lado del piso, miraba a los trabajadores estar contentos y cómodos con sus nuevos puestos, no pense que la remodelación fuese asi de rapido. El abrió la puerta de una oficina, se hizo a un lado para que pasara y asi lo hice. 

La oficina era espaciosa, teñía muchos implementos, un escritorio nuevo entre otras cosas. 

—Esta es su oficina —me dijo, yo lo mire sin poder creerlo—, pero eso es si decide aceptar el puesto. 

—La verdad es que... No asimilaba todo esto de que sería ascendida a un puesto nuevo. 

—Te entiendo, pero debías ocupar el puesto que te pertenece, hice mis investigaciones y me di cuenta de que todas las redacciones de las noticias que se han publicado aquí fueron hechas por ti, las primeras planas entre otras cosas, tambien que Hanna Moore era la que obtenía el crédito de todo tu trabajo... Así que lo más justo es que este puesto sea tuyo. 

Todo esto es tan pronto, no pensé que todo sucedería de este modo. 

—Señor Kang, es más que obvio que todo el mundo sabe que nos conocemos —el asintió—, pero no quiero que nadie piense que estoy en este puesto por que lo conozco o que piensen que me acuesto con usted. 

—Lo entiendo —se acercó a mi—, lo que diga el personal me tiene sin cuidado Jenn, si estas aqui es por que eres buena en tu trabajo, todos aquí lo saben así que no preste atención a lo que digan, enfóquese en su trabajo.

Su cercanía me era asfixiante, su aura y su altura lo era aun mas. No entiendo que es lo que me sucede con el, por alguna razon quiero saber como besa. 

Dios, debo estar mal. 

A duras penas y lo conozco.

—¿Quieres que sea honesto contigo? —asenti—, me gustas Jenn. Me gustas y deseo que seas exclusivamente solo para mi. 

—Se-señor Kang no me diga estas cosas —solté nerviosa. 

—Mírame —ordenó con voz firme, yo le obedecí—, voy a pelear por ti. 

Fruncí el ceño sin entender ¿a que se refería con eso de pelear por mi? No lo comprendía. 

El señor Kang me tomó desprevenida de la nuca, yo jadeé al sentir como pegó mi cuerpo al suyo, con mis manos temblorosas toque su pecho tratando de apartarlo de mí pero no funcionó, solo cerré mis ojos sintiendo su pecho duro por encima de esa camisa blanca. 

—Cham-eul su eobs-eo kiseuhago sip-eo (No lo resisto, quiero besarte) 

No entendí lo que dijo, pero lo descubrí cuando beso mis labios, quise apartarlo, pero el grandote frente a mi besa como los mil demonios. 

El beso que me daba era duro, posesivo y demandante, sentí que mis piernas en cualquier momento iban a caer, Dak Ho besa mas rico de lo que me imaginaba. Mordió un poco mi labio inferior, haciéndome jadear y así, meter su lengua en mi boca, el sabor a café de su boca se mezclaba con el mio. 

Todo mi raciocinio se esfumó cuando sus enormes y fuertes manos tomaron mis muslos para alzarlos y así quedar a su altura, me aferre a su cuello mientras que ambos nos devorábamos la boca. No se que estaba pasando a mi alrededor, solo estaba concentrada en el beso de Dak Ho. 

El se sentó en la silla de mi escritorio conmigo en su regazo, soltó mis labios para besar mi mandíbula e ir a mi cuello. 

—Esto no está bien Dak Ho —susurre en un hilo de voz. 

—Me encanta que me llames así y no señor Kang —susurro en mi oído. 

Sus enormes manos apretaron mis muslos con posesión y estas subieron a mi trasero para darles un buen apretón con mucha firmeza. 

Esto tiene que detenerse ahora, no podemos llegar mas alla, por mas que lo desee, tengo que detenerme. 

—Dangsin-eul nae yeojalo mandeulgi wihaeseolamyeon mwodeunji hal geoyeyo (Haré lo que sea para que seas mi mujer) —su voz se enronqueció aún más.

Se había detenido, no se si era bueno o malo, pero me senti vacia al separarse de mi, Dios ni yo misma me entiendo. 

—Nos detendremos, por ahora —su dedo paso por mis labios—. Te invito a cenar el sábado ¿que dices?

—No puedo negarme ¿cierto?

—No —sonrió, sus ojos se desaparecieron por un segundo—, creeme que no te vas a arrepentir de cenar conmigo. 

—Lo hare, sera mejor que te vayas, no quiero que me miren feo al verte tanto tiempo encerrado aquí. 

—Esta bien. 

Se puso de pie conmigo encima y luego me bajo, se acomodó el saco y la camisa, me dio una última mirada y salió de la oficina, yo me senté en mi escritorio a replantearme lo que acaba de suceder aquí dentro. 

(...)

Más tarde.

Iba de camino a mi departamento, el día de hoy fue realmente agotador, rehaciendo papeles, ordenando lo que había quedado a manos de mi antiguo jefe entre otras cosas, ya mañana me reuniría con los empleados. Sera demasiado extraño hablarles ahora como la jefa, cuando antes estaba escondida en la sombra de Hanna.

Me sentía aliviada que por un lado todo mi esfuerzo sería reconocido, no de la manera que esperaba pero si sería reconocido y le daré a demostrar a todos que puedo hacerlo, que no me intimidan ni nada por el estilo. Yo merezco ese puesto más que nadie. 

Deje de pensar en el trabajo y me enfoque en la tienda en la que estaba, ya tengo un buen sueldo y podre comprar muchas cosas, sobre todo enviarle dinero a mis padres. 

Fui a la sección de animales para comprarle a Bob el mejor alimento para gatos, ahora si podría darle lo mejor a mi bebé peludo. 

Tome un pequeño saco de comida y lo metí al carrito. Al salir del pasillo, vi a Ryosuke metiendo pañales y cosas para bebés en un carrito. Fruncí el ceño, ¿tendrá un hijo?

—Suke —me miro y sonrio.

—Hola Jenn, que bueno verte por aquí. 

—Lo mismo digo, veo que estás comprando pañales y leche... ¿Tienes hijos?

—Oh no —rio un poco—, son para la casa hogar que tengo, los suministros para bebés habían terminado así que vine a comprar. 

—Vaya, no sabia que tenias una casa hogar. —estaba sorprendida.

—Es algo discreto —ambos empujamos los carritos—, es como una guardería, hogar para los niños que son abandonados, trabajo de forma independiente, por eso nadie lo sabe. 

—Lo que haces es increible —le sonreí.

—Gracias. 

Me dio una linda sonrisa. 

El pago lo que compro y yo hice lo mismo, luego salimos de la tienda, habían dos autos, el que estaba detrás del de Ryosuke habían dos hombres con las pintas más terroríficas que he visto, eran enormes. 

—Kore o ie ni motte kaette kudasai, 1-jikan inai ni modorimasu. (Lleven esto a la casa hogar, regresare en una hora) —ellos recibieron las bolsas e hicieron una reverencia para después subir al auto e irse— Te llevo a tu casa. 

—¿Seguro? —el asintió— Bien. 

Me ayudo con las bolsas y las metió al auto, me subí al mismo y así, arrancó hacia la dirección de mi departamento, no está lejos de aqui asi que llegaríamos rápido. 

—¿Como te fue en tu primer dia? —me miró rápidamente. 

—Ordenando papeles, pero bien, aun no creo que sea la jefa. 

—No se mucho de esas cosas, pero escuche que tu eras la que escribía todas esas noticias, te escuche ayer diciéndole a la chica que te arriesgaste por ella en el barrio chino ¿es cierto?

—Si —suspire—, no se si deba contarte pero llevo con esto en el pecho. Hace unos días fui a entrevistar a alguien al barrio chino, cuando estaba por hablarme, autos llegaron y tuve que ocultarme para que no me mataran —murmure—. Fue algo terrible. 

De solo recordarlo la piel se me pone de gallina, me había olvidado que aun tengo esa cinta conmigo, me he tardado demasiado en destruirla. 

—Vaya, pudiste haber muerto, escuche que el barrio chino es peligroso. Pero es un alivio de que no te haya pasado nada —lo mire y me sonrio—, eres valiente para meterte alla.

—Fue por que quise un ascenso, crei que mi jefe me lo daria pero no fue así. Pero ahora soy jefa, aunque no me gusto la forma en que recibí el puesto. 

—¿Por que? Si has trabajado por ello, no se mucho de esas cosas, como dije, pero Kang es justo y yo igual... Somos los dueños del periódico ahora y las cosas van a cambiar. 

Tambien lo creia, que todo iba a mejorar. Todo lo que he trabajado es solo para eso, para enorgullecer a mis padres, a mi misma y a las personas que me rodean. Por eso hago lo que hago. 

Le indique a Ryosuke a donde tenía que ir, mientras conducía, me perdí en su rostro, es hermoso y delicado, a pesar de ser muy varonil, esos tatuajes que cubren sus brazos y manos, su cabello largo, además de sus ojos rasgados, el es tan atractivo como Dak Ho.

Basta.

No puedo pensar así, si hoy me bese con Dak Ho.

Pero Ryosuke.. 

Deje de pensar en tonterias, poco después llegamos al edificio donde vivía. 

—Listo, llegamos a tu palacio. 

—Que cosas dices. —rei.

Me baje del auto junto a el, me entregó las bolsas y no se por que, quería invitarlo a pasar, pero mejor no le diré nada, tengo que estar enloqueciendo. 

—Nos veremos mas seguido en el periódico, seré tu jefe —sonrió, mostrando sus hoyuelos. 

—Claro, buenas noches. 

Me di la vuelta pero el tomó mi mano, me giro para pegarme a su cuerpo y así besarme, este beso fue tan dulce, tan suave, esta vez sentí el sabor a cigarrillo y no crei que diria esto pero me gusta. 

La mano de Ryosuke se posó en mi nuca para hacer presión en ella y así unirme más a sus labios, mi mano se fue a su pecho y jadee sobre sus labios al sentir su corazón acelerado. Después de un beso largo y suave, no habíamos separado, pero nuestros rostros seguían cerca. 

—Fue mejor de lo que me imagine —murmuró—. No sera fácil, pero no voy a rendirme. 

—¿Rendirte? 

—Pronto lo sabrás —me dio un beso en la frente—, entra. Hace mucho frío. 

Nos separamos y el se fue hacia su auto, se despidió de mí haciendo un ademán y así arranco su auto, yo reaccione a lo que acaba de pasar. ¡Me he besado con dos hombres hoy! 

No lo puedo creer ¿que es lo que he hecho? Esta mal, muy mal. 

Lo peor es que me gusto besarlos a los dos. 

Dios, me voy a volver loca. 

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