Mundo ficciónIniciar sesiónLos recuerdos de la noche anterior no me dejaban en paz.
Se repetían en mi cabeza como un tambor constante, cada palabra, cada mirada, cada silencio. Apenas había conseguido dormir, y lo poco que descansé estuvo cargado de sueños inquietos. Me sentía atrapada entre la rabia y la impotencia.¿Por qué no había sido capaz de reaccionar mejor?¿Por qué había guardado silencio cuando más necesitaba hablar?Pero, al mismo tiempo, ¿cómo podía culparme?Nada de lo que había vivido en mi vida me había preparado para enfrentarme a alguien como ella. —Aylen, el carruaje ya está listo —anunció Catherine con voz suave, aunque su presencia imponía el peso de la realidad. Estaba de pie en el umbral de la puerta, y detrás de ella, un par de guardias recogían mis pertenencias con movimientos prácticos y casi mecánicos. Se notaba que lo habían hecho muchas veces antes. Para ellos, yo era solo una más. Observé los objetos q






