Millonario, excéntrico, apuesto, inteligente y un casanova; Todo esto era Kaden Warrick, además de ser alguien arrogante, mandón y soberbio. Pero había más, él ocultaba algo; No era un santo, estaba lejos de serlo, después de todo gobernaba en el averno, en pocas palabras, él era lucifer. Un ser sanguinario que lo único que le importaba era su propia diversión. Este claramente era un secreto que nadie debería de saber, pero un desafortunado incidente cambiaria las cosas. Azriel Cassian, no era alguien con mucha suerte, lo único que tenía a su favor era su cara bonita, y fuera de ello era un chico con una personalidad bastante bondadosa, gentil y algo explosiva; al menos así lo describían sus amigos y familiares. También solía ser un tanto torpe, pero se las arreglaba para vivir su día a día. Tenía una vida muy normal hasta ahora, claro, hasta que conoció al diablo.
Leer másEl viaje de camino a la mansión de Kaden Warrick fue en completo silencio, Azriel no pudo decir ni una sola palabra luego de que dejaron la comisaria; Su mirada clavada en el Lucas, quien pronto fue ayudado por dos oficiales. Pero eso fue todo, ahora Azriel no tenía idea de que si Lucas estaba bien o no, o si lo iba a estar o no. Además de ello, Azriel estaba asustado, otra vez. Siguiendo en todo momento a Warrick, Azriel siguió perteneciendo en silencio, reteniendo sus preguntas preocupadas para sí mismo. Y no fue hasta que ambos ingresaron a la mansión que Warrick habló, pero no estaba hablándole al chico asustado detrás suyo, no, él le habló a sus empleados, dándoles ordenes tras ordenes. Claramente estaba furioso. Desquitándose con ellos al darle tareas sin sentido y ya realizadas. Eso sin duda hizo a Azriel sentirse mucho peor, ahora no solo estaba asustado hasta las patas, sino que ahora también estaba sintiéndose completam
—Gracias, no tardare— Le dijo Azriel alchofer, y él aun no estaba para nada acostumbrado en pensar en este buen hombre comosuchofer. Pero bien, le compraría algo de la cafetería como agradecimiento. Respirando hondo, Azriel comenzó a ir hacía la cafetería, y por lo visto todo seguía estando igual, o bueno, el único cambio que pudo observar fue la integración de un nuevo postre, pudo leerlo en la pizarra que estaba en la entrada. Pero caminando un poco más Azriel se percató de otra cosa, de algo un tanto importante. —No hay muchos clientes...— Murmuró, yendo ahora con lentitud. Y claro que aquello le llamó la atención, a este horario la cafetería siempre se encontraba llena, todo mundo parecía querer merendar aquí, pero ahora, ¿qué había ocurrido? El timbre se escuchó, Azriel sintió tanta nostalgia ante el pequeño ruido de la campana, la cual avisaba de un nuevo cliente. Y esta
Por suerte, y desgracia, las cosas fueron aclaradas. Azriel supo que su amiga no estaba verdaderamente involucrada con el diablo, al parecer este se involucraba íntimamente con la mayoría de sus trabajadores y trabajadoras, sobretodo con sus secretarias. Y de alguna manera Azriel lo llegaba a entender, el diablo podía hacer lo que quisiera, ¿no es así? De todas maneras, Azriel no aceptaría tener una relación así, no era ese tipo de persona y no lo sería en el futuro, ni cercano ni lejano. Y bien, Azriel Cassian tuvo que ponerle un alto a aquello, había hablado por horas con su amiga ese día, haciéndole ver lo mal que había estado sus acciones, aunque claro no la sacrificó, después de todo Alicia no estaba haciéndole daño a nadie, y bien, Kaden Warrick tampoco, pero este tenía mucha culpa; No estaba bien aprovecharse de las debilidades de las personas. Por lo que también se ocupó de sermonearle, estuvo una hora siguiéndole de un lado hacía el otr
Azriel se vio acorralado contra la pared, y su mirada estaba gacha, no tenía el suficiente valor para seguir mirando a su jefe a los ojos. El hombre daba miedo, así como demasiado y mucho más cuando sus ojos eran de un rojo fuego. Eso solo le recordaba a Azriel con quien estaba tratando, porque si, aun no estaba del todo, para nada, acostumbrado ni seguro de nada de lo que estaba pasando. Es decir, vamos, no podía solo aceptar como si nada el hecho de que estaba involucrado de alguna manera con el diablo, y mucho menos podía asimilar que estaría trabajando para él. Era todo muy difícil de digerir. —¿Pedirme un favor?— Warrick hizo uso de una voz tranquila, pero hizo vibrar el cuerpo de Azriel, pues ahí había algo más que solo tranquilidad.—¿Acaso aun no te entra en la cabeza quién soy?— Tragando saliva, Azreil se dijo a sí mismo que no debía ser tan miedoso, que lo que estaba haciendo no tenía nada de malo y que lo hacía era por su
Azriel buscó las llaves de su departamento dentro de su mochila, por suerte a él no le faltaba nada, todo había estado ahí, hasta el dinero.—Adelante— Y vaya, nunca pensó tener al diablo en su departamento, pero mucho menos en su vida, principalmente.—Lo siento por el desorden— Kaden barrió el lugar con su mirada, y ¿de qué desorden estaba hablando este pequeño tonto? Todo estaba impecable y es su lugar, aunque si h**o algo que le molesto, el jodido lugar era tan diminuto. Este departamento era prácticamente el tamaño de su cuarto de baño. —Acabas de ganarte la lotería chico— Le hizo saber. Y Azriel no creía que eso fuera cierto, deteniéndose en su camino hacia su habitación para preguntar:—¿Realmente tendré que dejar mi departamento?— A él le gustaba este lugar, era cómodo y a decir verdad, le tenía mucho cariño, había sido su pequeño hogar desde que se mudo de la casa de su padre. —Es lo mejor, además serás como mi
Había tenido un sueño extraño... así como muy loco y todo eso. Definitivamente debía de contárselo a Alicia, y Azriel ya estaba riéndose perezosamente mientras se levantaba de la cama, pues tenía que ir al trabajo. Por que sí, él también trabajaba los fines de semana, aunque su horario era reducido. En fin, era feliz con ello. Y rió cuando estuvo en el cuarto de baño, yendo directamente hacia la ducha. —Todo fue un sueño, por supuesto— Se sintió mucho más despierto cuando el agua cayó sobre su piel. Le gustaba tomar un baño con agua tibia, ni muy caliente, ni muy fría. —Ah~— Se sentía como un pez en el agua, tan comodo y a gusto. Lastimosamente y obviamente, Azriel no estaba solo, ya que, si, no había sido solo un loco sueño el que tuvo. Entonces Warrick estaba ahí, de pie, cruzado de brazos y apoyado en el marco de la puerta del baño. Observando muy atentamente y con excitación al chico tonto que se duchaba sin problema alguno en su duc
Último capítulo