Mundo de ficçãoIniciar sessão—Hansen y Leah no se preocupan por nada —soltó con una risa seca que no tenía nada de alegría—. Claro, ¿por qué lo harían? Se tienen el uno al otro. Y Han… bueno, él es un príncipe. Puede hacer lo que quiera, desaparecer del palacio cuando le plazca para visitar a su familia.
—Rose, en cambio, es la mimada del bastardo de Ezra, su pequeña joya intocable.Hizo una pausa.La luz del candil titiló sobre su rostro, proyectando sombras que parecían danzar con su malicia. Una sonrisa cargada de veneno se curvó lentamente en sus labios.—Y Aylen… —pronunció mi nombre con un tono que me erizó la piel, como si la palabra le quemara la lengua.—Aylen es la favorita, la consentida de todos. Su Majestad y Nora no pueden apartar los ojos de ella... parecen vivir para complacerla. Está más que claro que, para ellos, nosotros no somos nada. No somos más que sombras a su alrededor. No nos necesitan.Las palabras quedaron suspendidas en el a






