Herencia

Constantino no se relajó.

Se quedó junto a Kira hasta que llegaron más personas. Primero Matías, luego Hugo, con rostros serios y palabras mínimas. Después llegó Lorenzo, el pequeño hermanito de Kira, acompañado por Alejandro. El niño corrió hacia ella y la abrazó con fuerza. Kira se agachó para recibirlo, y aunque no lloró, algo se ablandó en su rostro.

Konstantin se apartó un poco y se acercó a Alejandro, quien lo miró con gravedad.

—Un carro negro, de la esquina—le susurra—. Lleva más de media hora allí. No se ha movido. Es sospechoso.

Alejandro frunce el ceño.

—Lo vi también. Ya lo notaron mis hombres. Enviaremos a vigilarlo. Solo vigilancia, por ahora.

Konstantin ascendió. No era momento de iniciar una confrontación, pero tampoco de bajar la guardia.

Su celular vibró. Era Ximena.

—Konstantin ¿Cómo está mi hija? —pregunta ella, con su voz débil pero firme.

—Está dolida. Estaba destruido... pero está a salvo. Cuando se tranquilice, volveremos a verla. Ya estamos en la capilla.

—Gra
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP