Mundo ficciónIniciar sesión
Mi biblioteca
  • PARTICIPA Y GANA Concurso
  • Português
  • Para autores
    Recompensas de autoresPara autores
  • Ranking
  • Navegar
    Todos
    Paranormal
    Ciencia Ficción
    urbano
    Hombre-lobo
    Clásico
    Suspenso
    Oriental
    Historia
    Otros tipos
    Romántica
    Fantasía
    Personajes Sobrenaturales
    Acción
    Realista
    Mística
    Chick Lit
    LGBT
    Guerra
    Adolescente
    Crimen
  • Inicio
InicioUna noche con el millonario
Una noche con el millonario

Una noche con el millonarioES

Romántica
Flor M. Urdaneta  Completo
goodnovel16goodnovel
10
Reseñas insuficientes
118Capítulos
345.0Kleídos
Leer
Añadido
compartir: 
  • Copiar
Denunciar
Resumen
Índice

Sinopsis

MultimillonarioDramaPoderosoAmor doloroso

Él era arrogante, misterioso, frío y hostil, pero también atractivo, varonil, dueño una voz gruesa –que hacía estragos con mi cordura– y unos ojos grises que me consumían como fuego. Y, aunque era hombre más estoico e indescifrable que había conocido en mi vida, con un ceño fruncido eterno y una arrogancia excedía los límites de lo razonable, sentía una poderosa e incomprensible atracción por él. Desde que lo conocí, supe que era una fuerza de la naturaleza de la que debía huir para buscar refugio. Aunque no creía estar en riesgo, él no mostraba interés por mí… hasta que me hizo una propuesta peligrosa en la que, según él, ambos saldríamos beneficiados. «He visto cómo reacciona cuando la toco, los cambios de su respiración, la forma en que se sonroja cuando susurro frases a su oído… hay química entre los dos, es innegable», exponía con petulancia y lo quise refutar, pero no tenía solidez. Y, mientras él más hablaba, mis razonamientos comenzaban a sesgarse. Lo que me ofrecía era descabellado, pero tenía motivos de fuerza mayor que me hacían dudar. Entonces, ¿qué hago? ¿Acepto el trato y resuelvo mis problemas o mantengo mi dignidad y digo no?

Leer más
Una noche con el millonario Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • Capítulo 118

    Capítulo 118Keira Hoy nuestro pequeño cumple dos meses de nacido, han sido semanas algo caóticas porque un bebé recién nacido demanda de muchas atenciones y, con Kim, tuve mucha ayuda de Sebastian; pero su condición le impide levantarse por la noche y atenderlo como hacía con ella. Ha estado asistiendo a terapia, y le ha ayudado, pero aún no se recupera de un todo y eso lo ha vuelto irritable. He sido comprensiva porque sé que es duro para él tener que depender de muletas para caminar, siendo un hombre tan activo y joven, pero si sigue con esa actitud, tendré que intervenir.—Ahí está el principito de mi vida —dice Serena entrando a la sala de juegos de los niños. Viene siempre que puede a verlo, es una hermana enamorada. Kim se encuentra en el jardín de niños a esta hora, de otro modo, estaría haciendo un berrinche. Quiere mucho a su hermanito, pero se pone muy celosa cuando es el centro de atención —. Ven aquí, precioso. —Lo toma de mis brazos y lo llena de mimos.—Iré a tomar un b

  • Capítulo 117

    Capítulo 117Keira Miro a mamá y le pido que me diga la verdad, que si Sebastian ha muerto, tengo que saberlo. Necesito liberar esta opresión en mi pecho que me impide respirar. Necesito verlo y saber que sigue con vida, que está luchando, que va a superar esta prueba… Ella me toma de la mano y, mirándome a los ojos, me asegura que él sigue vivo, que no me ha mentido. Y me aferro a sus palabras porque no puedo imaginar un futuro donde él no esté conmigo. Sería injusto. La doctora Simons me examina de nuevo y anuncia que estoy lista para dar a luz. Me da algunas indicaciones y me preparo para traer a mi bebé al mundo. Tengo que ser fuete por él sin importar que por dentro esté desmoronándome. —Vas a pujar cuando te diga —indica la doctora sentándose en un taburete frente a mí. Sé lo que debo hacer, traje a Kim por parto natural porque ya había pasado tiempo suficiente desde le nacimiento de Ángel—. Puja, Keira —ordena en el momento preciso. Empujo con fuerza y me detengo cuando la c

  • Capítulo 116

    Keira Dos meses después – Hamburgo, AlemaniaUn dolor punzante en mi vientre bajo me roba el aire. Una contracción. He estado teniendo contracciones de Braxton Hicks durante días, pero esta se sintió diferente. Creo que mi bebé nacerá hoy. Voy por mi teléfono en mi mesita de noche y llamo a Sebastian, dijo que iría a la oficina y que volvería pronto, pero ya han pasado dos horas y aún no llega.—Perdona, nena, ya estoy por salir. —La reunión tomó más de lo que esperaba porque no llegábamos a un consenso —se disculpa tan pronto responde.—Estoy teniendo contracciones cada diez minutos, creo que Sam va a nacer hoy —le cuento de camino al closet para buscar mi maleta y el bolso del bebé—. Le pediré a Dimitri que me lleve al hospital, nos vemos allá.—No, ya voy yo, espérame. Estaré en casa en cinco minutos —asegura escuchándose nervioso.—No corras, por favor.—No lo haré —promete—. Te amo, dulzura.—Te amo, alemán.Termino la llamada con Sebastian y llamo a mi obstetra para avisarle qu

  • Capítulo 115

    KeiraCinco años después…—Justo aquí. ¿Lo sientes? —Sostengo su mano debajo de la mía y la ubico en el lugar correcto.Mi pequeña Kimberly me mira con asombro al sentir el movimiento de su hermanito en mi vientre. Mi niña tiene cuatro años, sus ojos son un reflejo de los de su padre, pero su cabello y color de piel son como los míos. Cuando supe que estaba embarazada, lloré de emoción. El recuerdo de Ángel sacudió heridas que había escondido profundamente en mi corazón, pero pronto las imágenes de los momentos duros fueron reemplazadas por aquellas muecas de sonrisas que él me regalaba, por la mirada dulce que irradiaban sus ojos, por todo lo hermoso que sintió mi corazón mientras él estuvo conmigo... Entonces sonreí.—Papi, papi, ven a tocar a Sam. —Llama Kim a su padre, agitando la mano. Sebastian sonríe y camina hacia nosotras con su andar seguro y seductor. No es que lo haga a propósito, está en él y no lo puede disimular. Pueden pasar siglos, pero él seguirá siendo mi debilidad.

  • Capítulo 114

    Sebastian ¡Sabía que n o debía irme, joder! ¿Por qué le hice caso? Estoy que me vuelvo loco, no he sabido nada de ella en horas. Un maldito huracán golpeó la ciudad causando devastación a su paso y justo en la zona donde dejé a Keira. La última vez que hablamos, estaba evacuando a un sitio más seguro, pero no hay manera de comunicarme con ella y saber si se encuentra bien.Me subo al avión con una terrible sensación clavada en el pecho, Simon viene conmigo, me encuentro muy alterado para viajar solo. No paro de pensar en todos los escenarios posibles, los huracanes en Miami pueden llegar a ser catastróficos. ¿Y si no consiguieron llegar a salvo al refugio?—No pienses en lo peor, es normal que se corten las comunicaciones cuando pasa un huracán —menciona Simon intuyendo mis pensamientos. Soy fácil de leer cuando estoy angustiado, y más con él, porque no tengo que fingir con mi hermano.—Me conoces, sabes que no estaré tranquilo hasta que la tenga en mis brazos, segura y a salvo.—Sí,

  • Capítulo 113

    Keira Una ambulancia viene en camino, Sebastian llamó a urgencias en cuanto logró reaccionar. Su rostro palideció cuando vio la sangre, le tomó un momento comprender lo que pasaba. Pero ha mantenido la calma y ha hecho todo lo que ha podido por tranquilizarme, pero no he parado de llorar, el miedo me supera, no quiero perder a mi nena. No sé qué pasó, todo estaba bien en la última ecografía, la doctora aseguró que podía hacer mi vida normal.Los paramédicos no demoran en llegar y me suben a la camilla para trasladarme al hospital. Sebastian me había limpiado y me ayudó a poner me un vestido y las sandalias. No sé qué haría si él no estuviera conmigo. Sebastian sujeta mi mano todo el camino desde el hotel hasta el hospital. Pero cuando llegamos, me llevan a la sala de examinación y no le permiten acompañarme. Una doctora ingresa a la sala presentándose como Allie Motgonmery y me pregunta mis síntomas, le digo entre gimote

  • Capítulo 112

    Keira He amado cada minuto de nuestra boda y también de la celebración. Luego del primer baile oficial como esposos, tuvimos nuestra sesión de fotos con el atardecer cayendo detrás de nosotros. El fotógrafo me mostró algunas tomas y son magníficas. También me ha encantado compartir este momento con las personas más importantes de mi vida. He sido bendecida con una familia que me ama y me apoya y con amigos que me quieren como a una hermana.En medio de la velada, Sebastian me sorprendió con una canción preciosa que tenía frases compuestas por él, estuvo trabajando en la letra desde Alemania y contrató a un compositor para que creara la música que fue interpretada por una talentosa cantante. Lloré de la emoción, era perfecta, relata lo que somos y lo que siente por mí.Cuando cayó la noche, las luces se encendieron y crearon un ambiente acogedor y romántico. Me cambié el vestido por uno más ligero y bailé con mi esposo al ritmo de la salsa. Mi alemán baila muy bien y aprende rápido.—

  • Capítulo 111

    Capítulo 111 Keira Hoy es mi boda con Sebastian y no me cabe la felicidad en el pecho. Solo necesitamos quince días para planearlo todo, contraté una planeadora de bodas, lo que hizo todo más fácil. Elegir el vestido fue lo que me tomó más tiempo, aunque no tanto como a Jess. Sebastian estuvo una semana conmigo en New York y asistimos juntos a la consulta obstétrica donde descubrimos que tendríamos una niña. Lloré de la emoción, aunque lo hubiera hecho de tratarse de un niño porque lo amaría igual. Estuvimos hablando de cómo la llamaríamos, pero aún no decidimos nada. despedirnos no fue fácil, ninguno quería separarse del otro, peor yo no podía irme con él y Sebastian tenía que ir a Alemania a atender asuntos de la empresa y a ver a su hija. Han pasado ocho días desde que se fue y lo extraño mucho, a pesar de que hemos hablado todos los días por videollamada. Pero no es igual vernos por una pantalla que estar juntos, donde entran en juego todos los sentidos. Estoy contando los minut

También te gustarán

  • Cuando Sus Ojos Abrieron
    Cuando Sus Ojos AbrieronSimple Silence5.8M leídos
  • Esposa Pecadora
    Esposa Pecadora Sixteenth Child3.8M leídos
  • Déjeme ir, Sr. Hill
    Déjeme ir, Sr. HillSuperficie del Sur3.3M leídos
  • La Heredera Divorciada Billonaria
    La Heredera Divorciada BillonariaQuiero comer carne3.0M leídos
  • La Pequeña Novia del Sr. Mu
    La Pequeña Novia del Sr. MuGato con sabor a limón2.4M leídos
  • Destinada al Alfa
    Destinada al AlfaJessicahall2.3M leídos

Libros interesantes del mismo período

  • La pasion del mafioso
  • Renaciendo como la esposa del alfa
  • Casada con el padre de mi hijo.
  • La dama de Rojo
  • La pasion del mafioso
  • Renaciendo como la esposa del alfa
  • Casada con el padre de mi hijo.
  • La dama de Rojo
Comentarios Deje su reseña en la aplicación
No hay comentarios
118 chapters
Capítulo 1
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
Keira Luego de pasar una hora arreglándome, me miro una vez más al espejo, reviso que mi cabello negro esté debidamente peinado, que mi vestido se ciñe perfectamente a mis curvas, sin que nada esté fuera de su lugar, y de que mi maquillaje sea tan glamoroso como amerita la noche. Fui contratada como acompañante por un empresario alemán, propietario de una flotilla de barcos comerciales muy exitosa llamado Sebastian Decker. A sus treinta y cinco años, es uno de los honbres más ricos de Alemania. En la fotografía que vi en su ficha de cliente, solo pude apreciar su rostro serio, con ligeras líneas marcadas en su frente, ojos claros, una nariz larga y perfilada, labios asimétricos, cabello corto cobrizo y una barba muy cuidada que cubre su mandíbula ancha, encajando a la perfección con sus facciones. Me resultó atractivo, aunque eso debería ser irrelevante, este trabajo no se trata de ser cautivada por el cliente, solo de estar a su lado, sonreír y asentir para sus amigos, socios o c
Leer más
Capítulo 2
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
Keira¿Vas a soltar ese aparato en algún momento?Me está costando mucho contenerme. Yo no soy del tipo sumisa lame traseros que obedece sin protestar. Aunque este trabajo me ha hecho enterrar unas cuantas veces la cabeza como avestruz.Sin duda, el nombre de Sebastian Decker ocupará el puesto uno de los hombres más hostiles que me han contratado. Mi amiga Jess y yo llevamos una lista negra de los clientes más odiosos que hemos tenido, y el último que ella agregó era tan agrio como el limón, pero este es peor que los ácidos estomacales. Creo que su frente es un ceño fruncido eterno y que no ha sonreído en años, hasta me hace extrañar al “viejo verde mano suelta” de Paul Richmond. Y créanme, la comparación por sí sola es una gran ofensa.Cuando la limusina se detiene, la máquina Decker opera de manera automática y guarda su aparato tecnológico en el interior de su smoking. Aprieto los labios para contener la risa por la comparación que hice de él con un robot. A veces mi mente me jueg
Leer más
Capítulo 3
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
Keira Intento ser una mejor acompañante para el señor Decker, no quiero terminar con una mala reseña que afecte futuras contrataciones, pero no puedo evitar preguntarme por qué un hombre guapo y adinerado como él tendría que recurrir a una acompañante. ¿No le sería fácil encontrar a una mujer con quien en verdad desee estar? La idea de que es gay vuelve a cruzarse por mi mente, pero al instante la rebato porque él no lo parece. Algo en la forma en la que me tocó me dijo que lo estaba disfrutando. Abandono ese pensamiento y me concentro en el resto de los invitados sentados en la mesa. Karl y Cameron son jóvenes y se tratan con mucho cariño. Él le acerca un aperitivo a la boca, ella le limpia la comisura de los labios con el pulgar. Se besan, lo han hecho varias veces, luego se susurran cosas al oído y sonríen, mirándose a los ojos. —¿Desde cuándo están saliendo? —pregunta Cameron antes de darle un sorbo a su Martini. Espero antes de decir algo. Sé que Decker tiene que responder a
Leer más
Capítulo 4
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
Keira —Usted ha resultado ser lo opuesto a lo que esperaba. No puede concentrarse, me contradice, me reta… No creo que deba seguir trabajando como acompañante. —¿Lo reto? —cuestiono alzando una ceja. Él mira alrededor, cerciorándose de que nadie nos esté observando, y se pasa ambas manos por los costados de la cabeza como un gesto de exasperación. —Solo suba conmigo, le prometo que no la tocaré —pronuncia en voz baja, procurando que nadie más escuche. —Está bien —acepto liberando un suspiro. Decker presiona el botón del llamado, las puertas se abren, paso primero y él me sigue. Su perfume inunda la cabina y me hipnotiza. Huele muy bien, Sebastian Decker me gusta más de lo que estoy dispuesta a admitir. —¿De verdad no intentó nada? —pregunta mi mejor amiga Jessica, abriendo sus ojos marrones de par en par cuando le cuento sobre la noche que pasé con el multimillonario alemán con cara de póker. —De verdad. Entramos a la enorme suite y me dijo con voz arrogante y gruesa: «
Leer más
Capítulo 5
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
Keira No lo entiendo ¿por qué su secretaria no me advirtió? Me hubiera vestido mejor. Muchísimo mejor. Mientras tanto, sigo de pie delante de él, incapaz de moverme, aferrada con fuerza al asa de mi neceser sin saber qué hacer. No me gusta improvisar, soy una persona organizada. Estaba preparada para llegar a la suite, sentarme frente a un espejo, maquillarme y peinarme. Luego, vestirme y esperar la llamada desde la recepción anunciando la llegada de Decker. Pero no para encontrarlo a él aquí y que me viera así. Bueno, en realidad, no me ha mirado ni una vez. Podría dar varios pasos atrás, salir de la habitación e intentar arreglarme un poco en el pasillo. —Señorita Morrison —pronuncia con voz estoica, apartando mi mente de mis cavilaciones. No lleva saco ni corbata, luce casual y mucho más atractivo de lo que recuerdo, lo que desata locas emociones en mi estómago, como un enjambre de insectos voladores picando en mi interior. La sensación empeora cuando se inclina hacia adelante,
Leer más
Capítulo 6
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
Keira —¿La intimido, señorita Morrison? —pregunta, aunque es obvio. Estoy pegada al fondo del ascensor, guardando una distancia prudente. —Me mareo en los ascensores y solo busco estabilidad —respondo con firmeza y me aplaudo en mi interior por haber hablado con un grado tal de convicción. —Lo tomaré en cuenta —pronuncia sin enfrentarme. ¿Qué esperaba? Que girara de forma seductora y me acorralara entre su cuerpo y la pared. Tonta, no te hagas esas escenas en la cabeza que luego terminas acalorada. —¿Lista? —dice, ofreciéndome su brazo como soporte. —Claro, señor —respondo, dando tres pasos al frente. Salgo del ascensor de su brazo y nos reunimos con Dimitri en el pasillo de la planta baja. El escolta camina al frente, murmurando frases cortas por su auricular, mientras nosotros lo seguimos. Una vez que salimos, caminamos hasta una limusina negra y me deslizo dentro de ella en compañía de Decker. Él ocupa el asiento frente a mí, sin hacer contacto visual, como la primera vez, y
Leer más
Capítulo 7
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
KeiraAl decir eso, aparta la mano que mantuvo por tanto tiempo en mi rodilla y la posa en la suya, apretando sus dedos como si le doliera privarse de mi piel. No obstante, se comporta como si nada, hablando con el resto de los invitados en la mesa y bebiendo sorbos pequeños de su bourbon. Mientras tanto yo, me encuentro deseando que vuelva a deleitarme con el calor de su palma apresando mi rodilla desnuda.¿Quién me entiende?Luego de una hora, sin más intentos invasivos de su parte, la lujosa cena llega a su fin. Debería sentirme aliviada de que mi actuación termine aquí, pero me enfrento a algo más temible que sonreír con hipocresía ante los presentes: volver a la limusina con Decker.Cuando nos ponemos en pie, y luego de las protocolares despedidas de rigor, caminamos juntos hacia la salida del salón donde se celebró la cena. Y, por supuesto, su mano se aventura a mi espalda descubierta. No sería de otra forma. Algo que, no puedo negar, me encanta.—Primero las damas —ofrece, abri
Leer más
Capítulo 8
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
KeiraSu vestido de diseñador y su ropa interior de encaje se pueden ir a la mismísima mierda. —N-no tenía que… —balbucea, pero lo interrumpo abruptamente con una advertencia enérgica.—¡Más le vale no volver a preguntar por mí en la agencia, señor Decker!Al terminar con mi acto de rebeldía, y sin darle oportunidad de redimirse, corro a la habitación y me escondo a puerta cerrada.No puedo creer lo que hice. ¡Estoy loca! Sí, definitivamente, lo estoy. Jamás pensé que sería capaz de hacer algo así. Y aunque una parte de mí está avergonzada, la otra se siente temeraria. Si él pensaba que me iba a humillar, se equivocó de mujer.—¿Cómo pude sentir atracción por alguien así? —Me cuestiono enojada.Eso es lo de menos ahora, lo único que necesito en este momentos es vestirme y largarme de esta jodida suite, y de la vida del señor Decker.Temiendo que él esté fuera de la habitación, llamo a Jess y le hago un resumen de lo que pasó, no tengo tiempo para entrar en detalles. Ella ofrece venir
Leer más
Capítulo 9
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
KeiraFinalmente, el auto se detiene frente al Madam Geneva, un bar en Bleecker Street en el que he entrado algunas veces, pero a esta hora está cerrado y se lo hago saber al engreído de Decker. Una minúscula sonrisa se dibuja en su boca por mi comentario. ¿Se burla de mí? Estoy por mandarlo a la mierda cuando dice:—Conozco al dueño.Es muy sagaz, debo aceptarlo. Traerme a un bar cerrado… eso no lo vi venir. —Mantenga su mano quieta. —Le advierto cuando noto su intención de ponerla en mi espalda una vez que abandonamos el auto. No va a andar tocándome cada vez que le dé la gana.El interior del bar es muy acogedor, decorado en tono marrón y dorado, con bonitas mesas y sillas de madera. En el techo, el estilo es algo más rústico, mostrando vigas de hierro pintadas en color terracota; mientras que la luz la proveen bombillas amarillas que cuelgan de un armazón circular de hierro. Pero Decker no tiene planeado que ocupemos alguna de las tantas mesitas o un puesto en la barra, sino que
Leer más
Capítulo 10
Una noche con el millonario/Flor M. Urdaneta
Keira Desde aquel beso, no he podido dejar de pensar en Sebastian, en sus fuertes manos sosteniendo mi cuerpo, en su lengua saboreando mi boca, en lo mucho que deseaba que me follara sobre ese sofá, como se atrevió a decir. Sigo cuestionando lo débil que me vuelvo cuando se trata de él. Considerando los hechos, no lo fui tanto. Hui, pude hacerlo, a pesar de lo dispuesta que estaba a entregarme a la lujuria que desbordaba de su cuerpo, visible en esa profunda mirada que era una mezcla de oscuridad y ardiente pasión. Su aroma varonil sigue flotando delante de mí como si lo tuviera a escasos centímetros de mi cuerpo, llevándome de nuevo a sentir esa sensación de mareo y éxtasis que me roba la cordura. Lo recuerdo de una forma vívida en mis momentos de soledad, cuando toco el costado de mi cama y la siento vacía, cuando hace frío y descubro que no hay ningún cuerpo al lado para brindarme calor. La verdad es que me encuentro en un momento vulnerable de mi vida. Estoy demasiado cansada de
Leer más
Leer más
  • Quiénes somos

    Sobre nosotrosTérminos de usoPolíticas de privacidad
  • Contacto

    ColaboraciónPalabras clave
  • Redes Sociales

    FacebookFacebook grupoinstagram