155. Mi apellido ahora es Ivanova
—Dimitry, no vas a hacer nada. No te vas a ir. La prioridad es Ava y estoy segura de que ella no quiere que te vayas, ¿Cierto, pequeñita?
Ella miró entre los dos antes de negar con la cabeza agitando su cabello.
—No, papá. ¿Te irás?
Toda la ira ardiendo en los ojos de Dimitry pareció disiparse ante la pregunta de su hija y enseguida le habló buscando tranquilizarla.
—No me iré, ángel. Deyan, llama a Valerik, dile que se ocupe del problema, y al hombre, no lo dejes ir. Quiero darle una despedida digna.
Satarah entornó los ojos y centró su atención en Ava. Dimitry era el Pakhan de la Bratva y tenía que acostumbrarse a lo que pasaba a su alrededor pero aquello no era cosa de la Bratva, más tarde lo haría entrar en razón.
Trató de ignorar el hecho de que ella misma había matado a un hombre hace cinco meses, eso era otra cosa que tenía que hablar con Dimitry. No se estaba justificando pero el la había provocado.
Jugó con su cabeza de la manera más cruel y aunque a veces tenía pesadillas sob