Te crees superior.
Gabriel salió del baño con las manos aún frías, secándoselas con lentitud, como si el agua no hubiera logrado arrancarle del todo el peso de la conversación reciente con Sebastián, como un golpe que no había querido disfrutar pero disfrutó igual.
Ajustó el nudo de su corbata con un leve tirón, intentando recuperar la compostura que el baño no había logrado devolverle por completo, y avanzó por el salón con pasos largos y controlados.
Saludó con una leve inclinación de la barbilla a dos inversionistas que intentaron abordarlo, sin embargo, continuó sin detenerse, pues no era el momento ni el lugar.
Su objetivo estaba claro, y allí estaba.
Isabella.
Sentada exactamente donde la había dejado, con Cloe a su lado como una sombra silenciosa que tomaba notas mentales de todo cuanto ocurría.
Desde la distancia, Isabella parecía inmutable, esculpida en hielo y acero, pero Gabriel sabía que las apariencias engañaban, porque en el fondo, ella siempre estaba en guerra consigo misma, luchando p