Lianett cerró los puños con fuerza, Julieta miró a la mujer con la ceja enarcada, los niños no pudieron ocultar sus caritas de pillos, Lesath endureció el gesto, Kenji como siempre no reaccionó y Barak simplemente se quedó ahí mirando a la recién llegada.
―Papi. ―Lesath con ese gesto sonriente, pero que lejos de ser felicidad era lo contrario fijó sus enormes ojos azules en él. ―¿Recuerdas la conversación que tuvimos antes de llegar aquí? ―Barak asintió lentamente dejando descuadrada a la recién llegada por la manera en la que se comportaba como un niño asustado. ―¿Quién es ella?
―Oh, yo soy Serena, la compañera de trabajo de tu padre. ―Respondió ella con una enorme sonrisa. ―Qué hermosa eres, estoy feliz de finalmente conocerlos a todos. ―Los chicos le sonrieron con amabilidad, era hermosa y eso para ellos era importante.
―Así que eres tú quien se queda con mi papi hasta tarde y hace que él me deje plantada. ―Serena no borró la sonrisa, pero se le vio sorprendida. ―Escúchame. ―Se