―Tú al único lugar que irás es a mi piso. ―Rugió Kenji. ―Ni te creas que andarás por ahí como si fueras dueña del mundo. ―Eso fue como si tirasen de los vellos más sensibles de Julieta.
―¿Y serás tú quien me lo prohíba? ―Le dio frente. ―Te recuerdo yakuza, esta bruja no es de tu aquelarre. ―Kenji endureció más el gesto, el solo hecho de que esté como si nada después de casi volverlo loco lo superó.
―Tiéntame, bruja, hazlo. ―Susurró con voz gruesa debilitando un poco a Julieta.
―¿De verdad crees que haré caso a tu supuesto permiso? ―Carcajeó. ―¡Bájate de esa nube! ―Rodó los ojos y se giró para darle la espalda e ignorarlo por completo.
El partido de futbol fue bastante intenso, Barak como siempre casi se va a los puños con un padre del equipo contrario por hablar mal de sus hijos, los niños ganaron y como siempre salieron a comer y divertirse.
Barak quiso extender la salida para que las chicas no se fueran solas, pero nada pudo evitarlo. Su mujer está bastante enojada y él no enti