Olivia es una astuta mujer, lleva dos vidas completamente diferentes. Durante el día es una típica ciudadana ejemplar, de noche se transforma en una dama ingobernable. Una mujer a la que no le tiembla la mano para matar. Sin embargo, cuando Noah llega a su vida, este se convierte en su talón de Aquiles, la única persona capaz de traspasar las barreras de ella. Noah es un hombre misterioso, un manipulador capaz de hacer que la gente haga lo que quiere, al menos hasta que conoció a Olivia. La mujer lo vuelve loco, no solo porque es hermosa y la quiere en su cama, sino porque ella aparece inmune a sus encantos y lo peor es que se atreve a rechazarlo.
Leer más***Olivia***
El destino o la vida siempre se encargan de sorprenderte... Añorar algo que no puedas tener es un fracaso, dado que uno tiene lo que tiene, porque decides tenerlo y no lo digo porque me molesta, lo digo porque uno tiene el poder de tener lo que quiere y no lo que sueña, puesto que un sueño se esfuma al mismo tiempo que un puro o al tiempo de un reloj. La noche es mi dulce amiga, la oscuridad, mi fiel compañera y mi destino… ¡Mi gran enemigo!
—Señora... Disculpe —a un paso de la salida del club nocturno me detengo—, descanse porque lo necesitará, ya que en unas horas será la noche de los juegos y… del invitado secreto—de reojo lo observo y no me sorprende esa sonrisa maliciosa que tiene.
—No veo porque tanta felicidad —exclamo con arrogancia.
Ponky es uno de los trabajadores del club y un lamebotas, y lo es aún más con las personas que le convenga. Repudio a las personas como él, pero lo tengo que tolerar porque se respeta en lo que se refiere a plomo.
—Pero señora, nos conviene porque el gran invitado secreto es la mano derecha de nuestro amo Lobreguez —pronuncia y yo retuerzo mis ojos al escuchar nombrar al amo.
—Ponky, no seas una lengua larga, recuerda que no se puede mencionar al amo —exclamo entre dientes tras dar media vuelta y penetrar mi mirada con la de él— no podemos nombrar al amo porque él es la oscuridad misma y, él todo lo sabe; una de las cosas que él repudia es que lo nombremos sin que lo necesitemos.
—Lo siento, señora —suaviza su voz y baja la mirada.
—Cierra el club y no se te olvide que las niñas tienen que venir una hora antes —ordeno tras penetrar mi mirada fría ante él—. Todo correrá bajo tu responsabilidad.
—Le aseguro que no fallarán —asiente y eso me da por terminada la conversación, ya que decido dar media vuelta y salir de aquí.
En este trabajo uno no puede darse el placer y el lujo de tener un carácter flexible porque nadie te tendrá el respeto que debes tener. La arrogancia es uno de mis atributos ocultos y me satisface cuando pongo a alguien en su lugar. En este mundo oscuro no existen los amigos y menos los confidentes, uno cuida y protege su pellejo porque el que busca problema, encuentra muerte.
Ah, el cansancio recibe al alba con los brazos abiertos y una oleada de aire frío me hace estremecer. Camino por las calles de mi bella ciudad Auckland y no tengo ningún temor de que algo o alguien se me atraviese en el camino porque el camino soy yo. Una y otra vez más el interminable susurro de las calles se penetra en mi cabeza preguntando una y mil veces, quien soy y qué es lo que quiero.
Soy Olivia Clark, una chica que tiene una doble vida; una es la cara de la inocencia ante la humanidad y la sociedad, la otra es una mujer arrogante, imponente y controladora. Mi conciencia me reprocha la doble vida que tengo, pero es que mi personalidad de día es una fachada para ocultar mi identidad real y de la que muy pocos tienen que saber.
De día soy la mosquita muerta que quiere sobrevivir con el único propósito de subsistir para pagar la renta, y la única manera que puedo hacerlo es horneando galletas caseras y venderlas en las cafeterías cercanas. La única persona que sabe de mi infancia y la parte inocente de mi vida es mi amiga-hermana.
Norma es la amiga, hermana y una aliada, sí, con ella puedo dormir en paz, pero siempre con la máscara, ya que no puedo confesarle el otro lado de Olivia porque mi vida es como la ruleta rusa; el peligro me ronda y así como sube, también baja.
Lo primero que hago al poner un pie dentro del edificio donde está mi pequeño apartamento es ir al tocador que está en la entrada, el mismo tocador que el guarda de seguridad usa. Todo es para cambiarme de ropa y ponerme una muda deportiva.
Ah, sé que esto cansa, pero es una manera de mantener dos vidas en una sola. Todo puede ser difícil, pero jamás imposible. La idea es que mi amiga crea que todas las mañanas tengo una rutina deportiva.
En la noche abro mis ojos cuando ella los cierra, y antes de proseguir en el cambio de máscara e identidad me tengo que asegurar que ella esté en el quinto sueño y que las pastillas de insomnio ayuden hasta el día siguiente.
Mientras ella duerme, Olivia Clarke sale a la vida de dama ingobernable. El guarda de seguridad recibe una monetización mensualmente con el acuerdo de que no diga nada y menos que haga preguntas estúpidas.
A veces me pongo a pensar que no es mala idea comprar un apartamento en el que tendría todo lo que Norma no puede ver y así poder ocultar mis cosas, mi atuendo y la máscara de la dama.
Mi excusa de llevar y tener ropa elegante en mi closet es con la justificación que es ropa ajena y que lo único que hago es lavarla y plancharla, para tener un dinerito extra. Norma se traga el cuento y se pone feliz porque es un ingreso más al apartamento.
Todos los días que entro a la misma hora al apartamento, Norma se levanta para alistarse e ir a trabajar a la cafetería que está a dos cuadras de aquí.
Cuando ella sale de su jornada laboral viene directo a cenar; quejarse, soñar y tomarse la pastilla para poder dormir como una buena niña.
—Buenos días —grito tras cerrar la puerta.
—Olivia… Te necesito —tiro las bolsas que traía en mis manos para luego correr e ir donde vienen esos gritos.
—Norma —entrando a la habitación detengo mis pasos al ver que ella está revisando mi closet.
—¿Por qué no le has llevado su ropa? —dice tras sacar uno de los vestidos que usé hace tres días.
Respiro profundo y dejo el nerviosismo.
—Norma, ah—me doy una palmada en la frente—, es que la señora Gabriela me pidió tener por unos días su ropa fina —vacilo y ella me examina de arriba hacia abajo.
—Esa vieja debería de pagarte más porque este apartamento no es una tintorería —su molestia es notoria—, Además no te paga lo suficiente para que tengas todas sus cosas en tu closet—brama.
Ah, si supieras que todo lo que ves y deseas, es más ni menos que mío.
—Por favor, Norma —suavizo mi voz y cada palabra que sale de mi boca es una súplica tras otra súplica—, no puedo darme el lujo de ser soberbia y dejar ir este pequeño trabajo—doy un paso hacia delante—. No me molesta tener las cosas de la señora—hago un emoji de tristeza—, además, me acaba de decir que puedo tomar lo que quiera y puede que me suba un poco el precio de cada prenda.
Le acabo de dar en el matado y sé que ella se babea por ponerse toda esa ropa que está en el closet.
—No… No o mejor dicho sí, pero a la vez no —ella misma se contradice y lucha contra su ser.
—Vamos Norma, escoge el vestido que deseas tener —le señalo el closet.
**Olivia**Qué bello recuerdo, cada vez que se llega esta fecha es difícil no volver a ese día, recordar como si fuese ayer mismo. Soy la mujer más afortunada del mundo, debo seguir agradeciendo a la vida por estar donde estoy; por dejar a un lado el amor que sentía por Norma, por dejar atrás los planes que tenía con el negocio y mi vida personal, por dejar atrás el rencor que sentía hacia Noah y Oliver.Oliver quedó en mi pasado y por el bien de todos tuve que pedirle a Noah que por nada del mundo me volviera a mencionar a Oliver, no cuando quiero llevar una vida feliz y sin rencores, lamento, no ser la persona que él deseaba, que no pude enamorarme y casarme como me confesaba.Aaaah, los meses y los años pasan al mismo ritmo que una rosa tira sus pétalos, puedo investigar a fondo y siempre llegaré al mismo punto, sea por una cosa u otra. Mi corazón sé estrujé en el instante que veo a mi hijo correr alrededor de la piñata de payaso, esa fue la figura que ambos querían, aunque alreded
***—Mi hijo… —doy un fuerte suspiro.—Voy a hacer un par de llamadas.—Perfecto —le advierto.Llevo mi mano hacia mi boca, reprimo la risa que Ponky provoca, ¿cómo se le ocurre hablar de mujeres? Automáticamente, mi sonrisa se borra al ver a mi hijo.—Lo dejo muchacho, tengo que ver a mi paciente y no me iré hasta que la demos de alta y eso sería en cuatro días, me quedaré con su caso porque ustedes son especiales y no me gustaría una demanda de esa señora —su mirada se clava con la de nosotros.Ja, ja, ja… No me aguanté y me solté a reír, le tiene miedo a mi madre, es increíble lo débil que es este hombre, mis condolencias porque mi mamá no lo dejara en paz. Ponky quiere burlarse e imitarme, pero no lo hace porque el médico parece que ya está rojo de vergüenza o de enojo.—¿Le tiene miedo a mi madre? —jadeo, intento recuperar el aire a mis pulmones, porque esa señora es tremenda—, no le tema, pero gracias por ello y será recompensado, hasta puedo llamar a la doctora que llevaba todo
+Olivia+—¡Una ambulancia! ¡Necesitamos una ambulancia! —mi suegra empieza a gritar y Noah aún sigue en shock.No, no puedo tener a mi bebé ahora. ¿Qué? Hace un momento estaba sentada tranquila y de repente la atención se vino hacia mí.No, no, debe ser un malentendido, lo más seguro es que me haya orinado porque he tomado demasiada agua.Niego con la cabeza, intento controlar mis nervios y los de todos, respiro profundo y le digo que las cosas cambiaran, que todo es un malentendido.Ellos me gritan y me dicen que no podemos esperar, que el bebé está a punto de salir y que lo que necesitamos es ir al hospital, que de una vez ellos diagnostiquen, que es lo que tengo. Sin poder evitarlo mis lágrimas empiezan a salir, no quiero que este momento se arruine, menos cuando este hombre me está proponiendo matrimonio. ¿Qué sucede conmigo? Por qué mi cuerpo es tan débil, por qué no puedo aguantar un poco más.Necesito controlar a todos los que me quedan viendo con terror y dolor, no... Yo me en
Un rotundo silencio se adueña de estas cuatro paredes y la comodidad que antes tenía se ha esfumado.Cierro mis ojos, intento decirle que todo pasara, que lo único que necesito es un poco de tiempo, que de un momento a otro mis pies volverán a la normalidad. Sin embargo, siento que él no está de acuerdo, que su mirada me dice muchas cosas, una como. ¡Todo se cancela!No quiero ser melodramático, pero él está furioso y no es necesario que me grite o que quiera destrozar todo lo que nos rodea. Cancelar sería una lección para todos, principalmente para mí. Todo por no haberme cuidado, no antes del evento de celebración que tendremos.***Noah***—Cálmate hermano, no puedo aconsejarte si no me dices que es lo que te sucede —dice exasperado al ver qué camino de un lado a otro.Me siento impotente, furioso e indignado, ¿por qué no me llamaron del estado de ella? Con un estoy bien no basta porque yo tengo el derecho de saber cada problema que ella tenga.Aaah, la ginecóloga, dijo que, si le v
***Respiro profundo, cierro mis ojos, dejo que los gritos de mi suegra y los regaños de Paulina se alejen por un momento de mis oídos porque las dos no cooperan y lo único que hacen es que me sienta mal, es obvio que no quiero que Noah me vea en este estado dado que eso sería arruinar la fiesta de mi bebé y eso no me lo perdonaría jamás. Este día tiene que ser especial, marcado y contado para toda la vida.¡No ha nacido mi bebé y ya me siento la peor madre!, todo esto es por mi descuido, pero es que no me gusta quedarme quieta. ¡Me aburre todo! Es que estas mujeres me hacen sentir mal.Decidida, abro mis ojos, veo a Celeste que está colocando los paños de agua helada en mis pies, con delicadeza los coloca y luego me comienza a masajear… Amo a esta chica, está conmigo cuando este par de locas no lo están y cuando Noah viaja, aparte ella será la que se encargará del cuidado total del bebé.—Están bajando un poco, pero sabe que no se desinflamaron por completo —sus palabras me confortan
Cuatro meses y medio después…Ash, las cosas no salen como las espero, una pequeña papa es mi enemiga, trato de hacer cortes finos, pero no me salen. ¿Por qué tan grande es mi exigencia que los quiero finos?, mientras me encargo de preparar y hacer mis papas fritas, la señorita Celeste se encarga de preparar el almuerzo. La presión de ella es grande porque hoy es un día de recuerdo, de felicidad y de puro amor porque en unas horas sabremos el sexo del bebé. Ya estoy a unos días o semanas de dar a luz y todavía no queremos saber el sexo del bebé, no hasta ahora.Tengo ocho meses y semanas de embarazo, unos meses cortos para mí y largo para otros, pero siempre maravillosos y siempre recordando cada etapa del embarazo en compañía de Noah y de las personas que no me han dejado, como Paulina desde que estoy en esta casa.Paulina ya dio a luz a una increíble niña, ahora Luz María tiene un mes de nacida, esa pequeña es nuestra luz, la luz que ilumina nuestra familia. Pronto le propondré a Pa
Último capítulo