En el Londres de la segunda mitad del siglo XIX, un joven matrimonio se dispone a romper con los estereotipos impuestos por sus familias y por la sociedad. Para ellos, deciden dejarlo todo y aventurarse a las tierras de la naciente nación potencia: Estados Unidos, específicamente a Luisiana. Con los ahorros de su vida, llegan al que sera su nuevo hogar; allí se encuentran con una realidad abrumadora marcada por el esclavismo, el trafico de influencias, el racismo, el machismo, y mucha pero mucha violencia social. El panorama no pinta nada bien, sin embargo, lo que debía haberlos desanimado, se convierte en el combustible de su lucha por cambiar aquellas difíciles circunstancias; y, junto a un grupo de amigos que el destino se les va sumando, emprenden lo que sera la mayor aventura de sus vidas.
Leer másCorre el año 1852 en la Inglaterra Industrial, cuna de la modernidad y el desarrollo.
Los antiguos paisajes medievales se abren paso a las grandes y modernas fábricascontaminantes, a esto se une la explotación e importación de materias primas con elfin de convertirlas en productos elaborados para el consumo interno y la exportación.Las viejas historias de caballeros, princesas, dragones y hechiceros comenzaron aquedar de lado, y en su lugar emergen relatos sobre nuevos descubrimientos,inventos, mejoras salariales, enfermedades y tratamientos, guerras e invasiones.Juntamente con los avances, el capital empieza a hacer lo suyo y los empresariosinescrupulosos se hacen más ricos explotando a la clase obrera, ya que, porun míserosueldo, numerosos grupos de hombres trabajan de catorce a dieciséis horas diarias.Allí, en este sombrío panorama, se halla un joven matrimonio londinense conformadopor Thomas y Martha Richardson. Él, un joven alto de veintiséis años, de buen porte,elegante, de ojos azules, cabello rubio, nariz perfilada, educado en los mejorescolegios y graduado de economía en la universidad de Oxford. Thomas es aficionadoa los deportes de contacto, de hecho, el boxeo fue una de sus pasiones mientrascursaba sus estudios superiores en el campus. Ella, por su parte, tiene veinticincoaños, es de complexión atlética, de bellas facciones, nariz pequeña y perfilada, poseeojos azules y cabello rojo. Además de sus cualidades físicas, dispone de una buenaoratoria, es muy locuaz, bondadosa y tiene un carácter firme y arriesgado; esgraduada en letras, idiomas y artes en el mismo prestigioso instituto al que asistió suesposo. Martha resultó ser una de las pocas mujeres de la época que pudo cursarestudios universitarios de manera igualitaria con los hombres.Ambos personajes son de mentes liberales y no ven diferencia entre clases sociales,color de piel o credo, yestán a punto de incursionar en la mayor aventura de sus vidas.Ellos han escuchado historias sobre América y su posterior colonización. Ella sueñacon aventuras de indios y vaqueros; y él con la oportunidad de abrirse paso eincursionar en otros negocios, para así romper con la tradición que lleva ya tresgeneraciones en su familia, esa de tomar las riendas de la empresa de acero que fundósu bisabuelo y que ha pasado de padres a hijos. Al igual que su esposa, él deseatambién vivir aventuras y abrirse paso por su cuenta.Estando en su oficina en la fábrica, Thomas recibe la visita inesperada del Sr. Cole,quien se desempeña como abogado y notario, y también es un viejo amigo de lafamilia. El funcionario —un caballero anciano de unos setenta años de edadaproximadamente, pero que aún conserva la gallardía de sus años mozos— llegaemocionado, y al ver al joven, le dice:—¡Por fin lo he conseguido! ¡Tanto tiempo buscando y por fin conseguimos un buenlote de tierras! Por lo que dijo el vendedor, son tierras fértiles ubicadas en América,específicamente en el estado de Luisiana. Lo curioso es que se consiguieron a unprecio extremadamente bajo. Ignoro el porqué, pues son muy buenos terrenos. Perolo importante es que tenemos lo que pediste. Ahora bien, mi pregunta es: ¿todavíaestás seguro de lo que vas a hacer? ¿Ya hablaste con tu padre?Esas preguntas quedan en el aire… Thomas toma las escrituras que le consiguió el Sr.Cole, las ve detalladamente y, después de unos minutos, le responde a su amigo,(conteniendo la emoción):—Ahora, con esto en mis manos, ¡hablaré ya mismo con él! Si me disculpa, Sr. Cole,voy al despacho de mi padre a tener una importante conversación.Dicho esto, el joven abandona el lugar y se dirige a la oficina de su padre. Mientras vaen camino, él siente un poco de estremecimiento en su cuerpo, a la vez que piensapara sí: “He luchado con oponentes mucho más grandes y más fuertes que yo. ¿Porqué me sentiré así al hablar de esto con mi padre? ¿Será miedo al cambio? ¿EstaremosMartha y yo tomando la decisión correcta?”. Absorto en sus pensamientos, y sin darsecuenta, ya se encuentra frente a la puerta de la oficina de su padre. Agarra la manilla,respira profundamente, gira de forma leve el mecanismo e ingresa al recinto. Allí vea su padre sentado en su escritorio, leyendo unos informes de producción. Mr.Richardson, al notar la presencia de su hijo, se levanta y va a donde está él.El hombre, a pesar de tener más de cincuenta años, todavía se ve fornido; aunllevando sus trajes y ropa, puede notarse su complexión fuerte y robusta. Eso se debea que pasó muchos años trabajando duro como obrero en la fábrica. Su abuelo —elfundador de la empresa familiar— lo colocó en un puesto de gran exigencia física y ledijo: “Esta fábrica será tuya en un futuro, así que, para que la conozcas bien, tendrásque empezar desde cero e ir escalando posiciones por tu cuenta. Ya he dado la ordenpara que nadie se compadezca, ni te la pongan fácil solo porque eres mi nieto. Siquieres esta fábrica, tendrás que ganarla. ¡Y no quiero que vayas con quejas adondetu padre!, ¡que bastante tiene en el puesto en donde está ahora!”.Mr. Richardson le vivía contando esa historia, de cómo a base de esfuerzo, sudor ylágrimas pudo hacerse con la fábrica de su abuelo y de cómo este último murió en pazsabiendo que su hijo y su nieto continuarían con el legado de su predecesor. Y esomismo es lo que quiere hacer Mr. Richardson con Thomas y el resto se sus hermanos.—Pasa, hijo, qué oportuno que te acercaras, estaba viendo unas mejoras que le quierohacer a la fábrica y deseaba ir a tu oficina a mostrártelas. Necesito actualizarla antesde retirarme, paraque te hagas cargo de ella.Séqué harás un buen trabajo, pues confíomucho en ti —dice Mr. Richardson, tras agarrar de los hombros a Thomas. Este lo vedirectamente a los ojos, piensa en Martha, toma el valor necesario, respira hondo y lereplica:—Padre, por eso he venido a verte. Todavía eres joven y fuerte, y sé que una vida deretiro no es para ti. Siempre estás activo, eso de salirte del negocio sería como cortaruna flor…: ambos sabemos que terminaría marchita al poco tiempo. Todavía tienesmucho que dar a la fábrica, además, esta empresa se ha ganado un respetable nombreen toda Inglaterra gracias a tus esfuerzos.—¿Qué sucede, hijo?, ¿tienes algo que decirme? —increpa, preocupado, Mr.Richardson—. ¡Cuéntame!, ¿qué te ocurre?, ¿en qué puedo ayudarte?—Papá, Martha y yo hemos estado planeado una incursión para América. Hoy,justamente, he recibido las escrituras de un lote de tierras que he comprado paraemprender otro negocio. No sé qué podrá ser. Todo surgirá a medida que vaya viendomis opciones.—¿Opciones?, ¿¡de qué rayos estás hablando, Thomas!? ¡No tienes ni la más remotaidea de lo que quieres hacer! ¡Toda la vida los he preparado a tus hermanos y a ti paraque tomen las riendas del patrimonio familiar! —replica Mr. Richardson, alterado.—Ahí tienes la razón, papá. Toda la vida has decidido qué debíamos hacer y qué no.Con quién debíamos estar, qué debíamos vestir o comer y, por último, qué carreradebíamos tomar. Siempre hicimos todo sin cuestionarte. Mis hermanos y yo somos loque tú deseaste que fuéramos. ¿Por lo menos te has detenido a preguntarme sirealmente me gusta la carrera que me escogiste? —responde Thomas, con calma,pero indignado.—Hijo, ¡pero si te graduaste con los máximos honores! —afirma Mr. Richardson,sorprendido.—Fue porque me ayudó Martha, padre. Ella me motivó a culminar cuando ya noquería hacerlo. Y es por ella y por mí, por nosotros, que queremos hacer esto. Túsiempre nos vivías contando sobre cómo nuestro bisabuelo sentó las bases de lo quesomos hoy en día. Por eso quiero experimentar lo mismo que hizo él; quiero crearalgo desde cero. Eso es lo que deseo.Tras escuchar a su hijo, Mr. Richardson le da la espalda. Camina un poco, pone unamano en su escritorio y ve los retratos de su abuelo y de su padre colgados en lapared. Por un instante, se queda contemplando las imágenes y le dice a Thomas:—Hijo, siempre los guie por el camino más fácil. Yo les di la opción que no tuve.Estudiaron, mientras yo tuve que trabajar. Mi padre no creía en los estudios, y poreso, desde muy joven, me colocó en la fábrica para conocerla de palmo a palmo. YUna gran aventura Jarrinson Palenciaterminé enamorándome de ella. No tuve elección, pero ustedes sí. Si ese camino, elque escogiste, te hace feliz, síguelo, pero dame tu palabra de que si las cosas no tesalen como quieres, volverás y tomarás tu puesto juntamente con tus hermanos.—Tienes mi palabra, papá —responde Thomas.Aunque el padre de Thomas no aprueba la decisión de su hijo, la respeta y le llena deorgullo. El labrarse camino por sí solo, tal y como lo hizo su abuelo al fundar la fábrica,ya es digno de admiración. Thomas va y abraza a su padre, y luego parte a darle lanoticia a Martha. Una vez en la casa, la emoción y el entusiasmo invadieron a Marthaal escuchar la buena nueva. ¡Por fin había llegado ese día! Su sed de aventuras seríaprontamente saciada. Cambiarían la modernidad y el confort de su hogar, por una vidacampestre al aire libre, algo totalmente desconocido para ellos. Y sí, por fin tienen laoportunidad de empezar de cero, tropezar y aprender de sus propios errores, yconstruirse un futuro sin seguir los estereotipos que demandan sus dos familiasdesde el día en que se casaron. Thomas ve los títulos de propiedad varias veces. Yasus sueños los tiene en la palma de su mano.Ha pasado bastante tiempo desde que Thomas fue y conversó en las tumbas desus seres queridos. A partir de ese entonces, las propiedades de los Richardsonhan tenido un auge y una prosperidad sin igual. Seguramente Jack se ganó lasimpatía de Dios y este ha derramado bendiciones sobre toda la familia y susallegados.Los niños Richardson, la hija de Curtis y el hijo del doctor han estrechado tantosus vínculos afectivos y de amistad que se han vuelto inseparables, a tal punto quecuando alguno se enferma, los otros tres no se separan de su cama hasta que suamigo se recupere. Hay veces en las que los cuatro se escapan de sus respectivascasas y se van a acampar en el santuario donde están enterrados los héroes dellugar. Allí recrean lo vivido por sus padres y mantienen más vivas que nunca lashazañas de Joe, Jack y Eva. Este grupo de pequeños vivir&aac
Con días de diferencia, los Richardson sufrieron dos pérdidas irreparables eirremplazables en sus vidas. Eso sí, no todo fue malo, las cosas también cambiaronpara bien en lo económico y lo social, pues su estatus y reconocimiento en la zonason enormes; ellos son admirados y respetados. Prácticamente, con la derrota deMr. Jones y sus secuaces, el pueblo ha quedado libre de la opresión y ladelincuencia. Solo se aprecian los eventos habituales relacionados con pequeñasdisputas y riñas de pueblerinos, pero nada de real envergadura. Respecto a losrestos del anciano, estos fueron recogidos y enterrados en una fosa sin nombre enel cementerio. Nada bueno dejó, sino muerte y desilusión, por lo tanto, su destinoha sido el olvido.Roth, por su parte, luego de cumplir con los honores a Joe, se marcha a Europa aconsumar varios compromisos artísticos
Ha llegado por fin el día más esperado por todos los habitantes de la región. Estáaquí la fecha de la gran pelea. Montones de personas se encuentran desde tempranohaciendo su respectiva cola para comprar las entradas al espectáculo. Muchos, quevienen de zonas alejadas, han acampado en los alrededores del coliseo con lafinalidad de no quedarse por fuera y así disfrutar de los combates más anhelados.Hay mucho movimiento en el pueblo, como nunca antes, y todo gracias a este eventosin precedentes.La gente aguarda con ansias la llegada de los contendientes. Ya las taquillas de laarena abrieron y se están vendiendo las entradas. Las personas están agolpadastratando de comprar el ticket para disfrutar del evento. Los que pudieron adquirirel billete, proceden a entrar a buscar su asiento para no quedarse de pie. Se sienteuna gran algarabía dentro del
Y así se ha llegado al último día de combates de la primera ronda de encuentros. Enlas afueras del coliseo improvisado se forma una trifulca, ya que todos los presentesquieren entrar a disfrutar del espectáculo pautado para el día de hoy. La cantidad depersonas que hay afuera duplica la capacidad permitida en el recinto, y esto pese aque se hizo una ampliación. Esa aglomeración es la causante de las numerosas riñas.El comisario y unos oficiales de seguridad se están encargando de poner orden en lasinmediaciones, ellos buscan garantizar que un número justo de espectadores puedanentrar y disfrutar del evento, pero sin sobrepasarse.Los protagonistas llegan una hora antes de las peleas pautadas y un comité debienvenida los recibe. Al bajar de la carreta son felicitados por un grupo de asistentesque estaban esperándolos. A Martha le entregan un g
Es el segundo día de combates. La jornada anterior fue gloriosa, Joe luchó contra tresfuertes rivales, y los venció a todos. Ya los Richardson y sus amigos se han preparadopara afrontar los retos de este nuevo amanecer. Una vez que desayunan, cuentan lacantidad de dinero que ganaron en las apuestas.—Si seguimos como ayer, mi querido amigo, podremos hacer tus sueños realidad —le dice Thomas a Joe.Curtis, curioso, pregunta de qué sueño se trata, a lo que Joe le comenta lo que haplanificado con Thomas.—¡Aaaaah!... Gracias por contármelo, campeón. Es difícil, pero no imposible. Yotambién quiero contribuir en la construcción de tus sueños —añade el carpintero. Elzulú asiente, con una notable alegría.Martha se acerca y anuncia que el almuerzo estará listo. Sin perder el tiempo, lo
Ya en la casa, Thomas se reúne con todos en la mesa y cuenta lo sucedido. Una vezque cada detalle es expuesto, Richardson vuelve su mirada a Bakari y le dice:—Aumentaremos más el entrenamiento, Joe, tenemos el tiempo en contra y debemospulirte lo más que podamos. Ahora regresemos a entrenar.Habiendo dicho esto, todos vuelven a sus puestos. Thomas va a su cuarto a cambiarsede ropas para seguir ayudando a Joe.Y así prosiguen día tras día. Combinan entrenamiento físico con pesas,entrenamientos con la pera fija, con la pera loca y con el saco. Este último, por cierto,está notablemente desgastado, lo que asombra al Sr. Richardson. A las semanas, a Joele toca combatir con Thomas para evaluar sus progresos. Para ello, se van en grupoal lugar especial. El día está claro, perfecto para la lucha. Mientras se ponen losguantes, el Sr. Richardson le
Último capítulo