84. Me duele, profe
Capítulo 84
El restaurante está lleno de murmullos y risas. En una mesa larga se reúnen varios profesores para celebrar el cumpleaños de Rania. El ambiente es distendido; hay copas medio vacías, platos compartidos y brindis repetidos. Andy sonríe, aunque en su interior sigue arrastrando la tensión de la tarde en el aula.
—No puedo creer que ya cumplas treinta y cinco, Rania —dice la profesora Elena, levantando la copa—. Si me hubieras dicho que tenías treinta, también lo creía.
—Ay, por favor, Elena —responde Rania riendo—. No exageres, que todas sabemos que en esta profesión los años se notan en la cara y en la espalda.
Las carcajadas se mezclan con el tintinear de las copas.
—Ya quisiera yo que yo hubiera sido así a tu edad —pucherea otra profesora.
—Bueno, que hable el cumpleañero de la noche —bromea el profesor Gómez, con una sonrisa traviesa.
—Cumpleañera —corrige Rania, dándole un golpecito con la servilleta—. Y solo quiero decir que estoy feliz de tener colegas como ustedes, in