3. Lo que más le asustaba
Capítulo 3Y sin más, empujó lentamente dentro de ella.El primer contacto fue tan intenso que Nora dejó escapar un gemido ahogado y las lágrimas ya brotaban de ella, sus caderas alzándose por reflejo, buscándolo, queriendo más. Él se hundió en su interior con una lentitud cruel, llenándola por completo, hasta que ya no hubo distancia entre ambos. Era cálido, firme, profundo… demasiado.—Shhh… tranquila —dijo él con voz grave, envolviéndola con sus brazos, dominándola desde todos los ángulos—. Deja que te lo enseñe a mi ritmo.Comenzó a moverse, marcando un ritmo lento, rudo, perfecto. Cada embestida era medida, cada movimiento diseñado para provocar una reacción. Nora jadeaba, con el cuerpo rendido, la espalda arqueada, los sentidos desbordados. No podía verlo, pero cada parte de ella lo sentía. Lo conocía por el tacto, por el calor, por cómo su voz se volvía más profunda al gemir contra su oído.—Se-señor Wyckham —habló de forma temblorosa y sus paredes se apretaron alrededor d
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