Capítulo 83

Andy pasa la última hora de clase casi en piloto automático. Explica las diapositivas, revisa las intervenciones de sus estudiantes y responde preguntas con una sonrisa profesional, pero su mente está lejos. Tiene la cabeza llena de ese alumno descarado que la besó en su oficina. Cuando por fin la campana suena, siente un alivio que le recorre el cuerpo.

—Hasta el lunes, chicos —dice con un tono ligero.

Los alumnos salen uno tras otro, riendo, comentando la lección, algunos saludando con la mano. Ella espera a que todos desaparezcan y suspira, apoyando la espalda en la mesa. Revisa un par de informes de los estudiantes más atrasados, tratando de concentrarse, cuando de pronto siente unas manos grandes posarse sobre sus hombros. Se queda rígida, el corazón se le dispara y apenas puede respirar.

No hace falta mirar atrás. Solo hay una persona en todo el campus capaz de tocarla con semejante descaro.

—Tristán —murmura, tensándose.

El muchacho suelta una pequeña risa div