153
Cristian miró su teléfono después de que saliera de la casa de Oliver, o de la casa que el hombre había rentado para que pareciera suya y todo se sintiera más ameno, pero que él sabía no era más que simple fachada. Escribió un mensaje hacia Nicolás:
*Lo siento, estaba haciendo algo importante. Cuando llegue a casa se los contaré todo, pero por el momento debo pasar primero a ver a Valentín.*
Envió el mensaje y emprendió la marcha hacia el mercado negro. Sabía que el muchacho no debía estar pasando por un buen momento. Isadora había regresado y Cristian no confiaba completamente en ella. Era algo que lo atormentaba constantemente, con lo que había luchado desde hacía muchísimos años, pero que ahora entendía a la perfección: tendría que aprender a convivir con eso todo el tiempo, con la absoluta desconfianza por cada persona que entraba a su vida.
No es como que fuese un paranoico. A lo largo de su vida en la guerra entendió que no se podía confiar en nadie, que si la vida estaba de