Mundo de ficçãoIniciar sessãoLucía Wellingtong es una mujer que queda atrapada en un matrimonio marcado por las deudas de su esposo. Desesperada por evitar problemas legales, recurre a su padre, un empresario multimillonario que la desheredó por casarse con un hombre de baja clase. Sin embargo, su padre tiene sus propios problemas y le ofrece ayuda a cambio de un trato: debe casarse con Luca Ross, un chef reconocido por sus deliciosas recetas y su carisma. Mientras Lucía navega por este nuevo acuerdo, se enfrenta a la difícil tarea de cumplir con el contrato sin dejarse llevar por los sentimientos hacia su esposo falso. ¿Podrá mantener su corazón a salvó mientras descubre lo que realmente quiere en la vida?
Ler mais“—¿De verdad piensas dejarme? —me mira sin poder creerlo y asiento lentamente—. Por favor no te vayas, te necesito —parece arrepentido.
—Lo único que me ataba a ti era nuestro matrimonio, Luca, y eso ya se acabó, realmente, nunca existió, así que espero que tú y mi hermana puedan ser felices juntos, finalmente, como lo estuvieron planeando —le doy media sonrisa.
Pues lamento haberme enamorado de ese hombre que no me corresponde, pero sabía que, al firmar el contrato, estaría jugando con fuego.”
Un año atrás...
Muevo mi mano sobre el papel de mi libreta y rediseño mi galería de arte, amo la pintura y la fotografía, mi sueño es montar una galería de arte y pronto iba a cumplirlo, estoy muy feliz y como me gustaría que mi familia se presentara, pero desde que me casé con Felipe, ellos han dejado de hablarme, mi padre nunca aceptó mi noviazgo con Felipe por ser de clase baja, él siempre quiso que me casará con un millonario al que sabía que nunca iba a amar, pero eso a mi padre nunca le importó, el matrimonio es un negocio, repetía él.
Y estaba a punto de creerlo, hasta que conocí a Felipe y me enamoré de él, nos casamos por civil porque era lo que él me podía ofrecer, yo tengo dinero ahorrado, pero sabe que es para mí sueño, intenté pagar nuestra boda y él no me dejó, de hecho, dijo que, si lo hacía, lo iba a hacer sentir mal, porque él quiere darme más de lo que mi padre me podía dar.
Ese es el sueño frustrado de Felipe, darme la vida de lujos a la que siempre estuve acostumbrada, y he tratado de miles de formas hacerle saber que lo amo así con todo lo sencillo que es, pero está inconforme y lo entiendo.
Al menos, hace cuatro años pudimos comprarnos nuestra casa juntos, hubo años difíciles, pero ha valido la pena, no tenemos hijos, aún no, pues pensábamos tener la casa y empleos estables primero, pero si sueño con ser mamá también, claro que durante o después de montar mi galería de arte, podría sustentar a nuestro bebé con mis pinturas y ya tengo unas cuantas vendidas, ya que para mis ahorros he estado vendiendo en un garaje, ahora los vendo en el garaje de nuestra casa.
Mi esposo era obrero, trabajaba en una construcción, un trabajo estable y bien pagado, por lo que reunió para que pudiésemos comprar nuestra casa en un pueblo, cerca de la casa de sus padres, es una posada muy linda.
Pero él ahora es dueño de su propia empresa, dejó su trabajo como obrero y creó su propia constructora, ¿Cómo lo hizo? Él también había estado ahorrando por años, pero su pequeña empresa queda en la ciudad, por lo que regresa muy tarde.
Felipe y yo tenemos tres cuentas en sí, cada uno tiene sus propias cuentas y tenemos una compartida, dónde depositamos dinero para gastos en equipo, como comida, cosas del hogar y también para ahorrar entre nosotros, como futuros hijos y sus gastos.
Las cuentas independientes son como para nuestros sueños individuales como, por ejemplo, mi galería de arte, ese es mi sueño y no pienso que Felipe deba cubrir parte de eso.
Cuando Felipe estaba empezando a gestionar su negocio, se tardó mucho en volver a casa, lo extrañé muchísimo y no sé si exagero, pero a mi familia no le cuesta mucho crear empresas, claro... no debo comparar la situación de mi familia con la de Felipe, con dinero todo es más rápido y Felipe solo fue con lo que sabe que es necesario, así que bueno, me tocó esperarlo, aunque viéndolo desde este lado, si veo que fue injusto.
El timbre del teléfono de la casa me saca de mis pensamientos, haciendo que deje mi libreta en la mesa y me retire de esta, luego camino y salgo de mi salón creativo, desde que compramos la casa, Felipe sabía que ese espacio sería para mí y mis diseños.
La casa es de un solo piso, por lo que fue rápido llegar a la cocina y atender el teléfono.
—Buenas tardes, ¿Con quién hablo?
—Buenas tardes, ¿Se encuentra el señor Reyes? —habla la voz de un hombre.
—En este momento no se encuentra, pero habla su esposa, si quiere dejarle algún mensaje, no hay problema.
—Perfecto, soy Rúben Gómez, del departamento de cobranzas. Lo llamo en relación al préstamo que su esposo, Felipe Reyes, solicitó hace dos años. —me comunica y esa noticia me pega de golpe—. Sin embargo, hemos notado que no se han realizado los pagos correspondientes en los últimos meses...
—¿Disculpe? No tengo conocimiento de esto. —digo extrañada.
—Señora Reyes, lamento informarle que, según nuestros registros, su esposo ha incumplido con los pagos del préstamo. Debido a esto, y según los términos del contrato, la casa que se ofreció como garantía podría ser objeto de ejecución hipotecaria.
—¿Qué? ¿La casa? No puedo creerlo.
—Entiendo su preocupación, señora Reyes. Sin embargo, es importante comunicarnos con ustedes para informarle sobre la situación y las posibles consecuencias.
—¿Cuáles consecuencias?
—Si no se regulariza la situación del préstamo en un plazo determinado, el banco puede iniciar un proceso legal para tomar posesión de la vivienda y venderla para saldar la deuda.
Esto es muy grave, ¿Por qué Felipe no me dijo nada? Necesito saber más.
—¿Cuál es el monto adeudado? ¿Tengo opciones para evitar la ejecución?
—Por favor acérquense a nuestra oficina para proporcionarle la información necesaria.
Me indica la dirección y agradezco.
—Está bien, muchísimas gracias, que tenga buen día.
—Gracias, igualmente.
Corto la llamada y directamente le marco a mi esposo, pero este no responde, insisto, pero nada. Solo me toca esperarlo, en la cena.
Pasa el día y pinta la noche, mi preocupación solo hizo que me pusiera a limpiar la casa, ya tengo la cena lista y comienzo a ver la hora mientras lo espero en el comedor, mi pierna se impacienta y la detengo cuando escucho que el auto ha llegado, respiro hondo y minutos después, se abre la puerta.
—Huele delicioso... ¡Cariño, ya llegué! —anuncia.
—Estoy en la cocina, cariño —le respondo.
—Perfecto, ya te alcanzo, iré a cambiarme y cenamos juntos como siempre —me dice él asomándose por el marco del comedor, lo miro bien y me sonríe—. ¿No te vas a levantar para saludarme como siempre? —insinúa.
Quería esperar, pero ya lo he hecho bastante.
—El banco llamó, mencionó algo sobre unas deudas y que, si no regularizas, nos quitarán la casa —recojo mis brazos y los cruzo.
Escucho que Felipe traga saliva y se desacomoda la corbata.
—¿Podemos hablar sobre eso después de cambiarme? —me pide y niego.
—Estoy preocupada, Felipe.
—Y es por eso que no te dije. —Alza sus manos, exasperado.
—¿Por qué no? Soy tu esposa, si estás en aprietos, puedo ayudarte, como el equipo que somos.
Él suspira y camina hasta mí, desenreda mis brazos y me hace levantarme para rodearme con sus brazos.
—Te he hecho pasar mucho trabajo Lucía y solo no quería que me vieras incapaz de cuidarnos.
—¿Cómo le hiciste con el préstamo?
—Usé tu poder notarial.
—Se supone que se usaría en casos de emergencias Felipe, ¿Qué pasó?
—Fue para crear la empresa, pero más fue pagar los impuestos de esta, que lo que recibo para pagar el préstamo.
Lo alejo con delicadeza y miro a otro lado.
—¿Debes mucho?
—Demasiado —suspira.
—Mañana vamos al banco, veré que puedo resolver, tengo dinero ahorrado y... —me interrumpe.
—No quiero que uses tu dinero ahorrado para tu galería Lucía, no está bien. Desde hace mucho que quieres eso y esto es mi responsabilidad, yo no me administre, me descuide, lo siento, pero no voy a permitir que lo gastes, ¿vale?
—Está bien, de ahí no, pero permíteme ayudarte, por favor, ¿Cuánto debes?
Se queda callado por unos segundos.
—20 mil dólares —confiesa.
Desorbito los ojos, eso es más de lo que tengo reunido y la casa nos costó alrededor de 30 mil... en mi vida anterior eso sería poco para mí, pero adaptándome a la vida que tengo con mi esposo, es demasiado.
Luca está al lado del sacerdote y se veía como un muñeco de pastel, los nervios me atacan, pero me controlo, cuando mi hermana llega, se hace a un lado, juntándose con su esposo entre los invitados en la primera fila, luego llegamos nosotros y mi padre me deja junto al novio, mientras que él se dirige a su puesto reservado.Miro a mi prometido y actúo con felicidad, pero me trae tristeza el casarme en una iglesia sin Felipe y que me mi madre no esté presente.—¡Sean todos bienvenidos a este hermoso lugar, donde nos hemos reunido para celebrar el amor y la unión de Lucía Wellintong y Luca Ross! —Anuncia el sacerdote—. Hoy, somos testigos de dos corazones que se entrelazan para domar un nuevo camino, una nueva familia. Lucía y Luca han decidido unir sus vidas en matrimonio, y nos honran con su presencia en este día tan especial. Así que antes de comenzar, recemos.Luca y yo ponemos vista al frente hacia el sacerdote y este agacha su rostro para comenzar a rezar, como el resto de los inv
Luca se veía bastante arreglado, como si no hubiese tenido un revolcón con mi hermana hace unos minutos.—Luca, ¿No deberías estar en la iglesia? —pregunta Andrés de forma seria.Mi futuro esposo llega a mí y me abraza como si fuera una pequeña indefensa ante las miradas de Andrés.—Andrés, mi prometida siente nervios y vine a apoyarla, soy una figura pública y teme a que mis fans sean crueles con ella, por eso mantuve mi relación oculta, que los demás la aprueben para que no afecte en mi carrera, es muy importante para ella y no quiere arruinarlo, pero ella debe entender que nada va a arruinarse mientras ella me ame como siempre lo ha hecho —Me separa de él y me ve con ojos de amor.Es un buen actor y yo no, ¿Cómo voy a separar la realidad con esto? Mierda, amo a Felipe, ¿En qué estoy pensando?—¿Podrías dejarnos un momento solos? —pide Luca mirando a Andrés.—Claro, ¿Saben dónde está Morgan? Dijo que venía a acompañarte Lucía, pero sinceramente quiero llegar con ella a la boda.Luca
—Auch, no sé qué duele más, que veas mis programas de cocina, pero que no sepas nada de mí o que no hagas esto por mí por ser mi fan. —se coloca una mano en el pecho y se hace el ofendido.—Pues no sé porque lo haces, así que no hay motivación alguna que me conmueva y diga “oh, voy a aceptar su propuesta porque la está pasando mal”. —le digo y se ríe, pero insisto con la mirada.—Tal vez lo harías porque eres mi fan y quieres verme feliz —insinúa.—No soy tu fan —me burlo—, tienes talento en la cocina, pero hasta ahí.Él no queda satisfecho con ello, se queda callado por unos momentos y suspira.—¿Es necesario que lo sepas?—Podría evitar que me gustes —bromeo encogiéndome de hombros—. Si eres guapo, pero si tienes un lado oscuro, se te quita totalmente lo atractivo.Miento, el lado oscuro y misterio de un hombre, es una de las cosas que más enamora, pero depende.—Jum, creí que estabas segura de amar a tu esposo, pero lo entiendo, soy increíble —dice muy creído y ruedo mis ojos— ¿En
—¿Quién es? ¿Lo conozco?—No creo que en persona por tu vida humilde —menciona para ofenderme y ruedo los ojos—, pero tal vez en televisión, si es que la tienes... Se llama Luca Ross, es un chef muy reconocido por sus restaurantes y programas de cocina.—Ah ya, si he visto sus programas de cocina, he cocinado algunas recetas para Felipe —digo pensativa y él niega, desaprobándome con la mirada.—Estás haciendo lo mismo que pudiste hacer con Andrés o tal vez no, no creo que te dejara pasar trabajo, tendrían a alguien que cocine por ustedes. —hace una mueca.—No lo amaba.—De amor no se come Lucía, si así fuera, no estarías aquí...Ignoro su comentario odioso y hago una pregunta.—¿Cuándo conoceré a ese nuevo esposo?—El día de tu boda.—¿Qué?—Claro, es un matrimonio bajo contrato Lucía, él no quiere conocerte, solo quiere casarse porque lo necesita.—¿Y cuándo será la boda?—Lo más pronto posible, está muy ansioso.Acepto sin más el contrato, pero no estaba alegre por ello, siento que
—Ves, no quería preocuparte... —comenta por mi silencio.—No, yo... solo estoy pensando, tal vez podría pedirle a mi padre, sería una tontería para él.—¿A tu padre? El mismo que me desprecia porque no puedo darte lo que mereces, si se lo pides, te recordará que te lo advirtió.Felipe está enojado consigo mismo y me hace sentir mal, que se sienta inferior. Me acerco a él y coloco mi mano en su mejilla para hacerle saber que le comprendo, a pesar de la mentira. Nada le molesta más a él que mi padre haciéndolo sentir menos por su falta de dinero, tal vez por eso se aceleró en tener una empresa, tal vez por eso las deudas, quiso hacerle ver a mi padre que se ha equivocado con él.—Necesitamos ayuda y sé que ha dejado de hablarme, pero es mi padre y no creo que me desampare en un momento como este.—Bien, iré a cambiarme.Asiento, beso la comisura de sus labios y permito que se vaya, veo el teléfono de mi casa y me acerco a él para comunicar a mi padre, marco su número y contesta.—Buenas
“—¿De verdad piensas dejarme? —me mira sin poder creerlo y asiento lentamente—. Por favor no te vayas, te necesito —parece arrepentido.—Lo único que me ataba a ti era nuestro matrimonio, Luca, y eso ya se acabó, realmente, nunca existió, así que espero que tú y mi hermana puedan ser felices juntos, finalmente, como lo estuvieron planeando —le doy media sonrisa.Pues lamento haberme enamorado de ese hombre que no me corresponde, pero sabía que, al firmar el contrato, estaría jugando con fuego.”Un año atrás...Muevo mi mano sobre el papel de mi libreta y rediseño mi galería de arte, amo la pintura y la fotografía, mi sueño es montar una galería de arte y pronto iba a cumplirlo, estoy muy feliz y como me gustaría que mi familia se presentara, pero desde que me casé con Felipe, ellos han dejado de hablarme, mi padre nunca aceptó mi noviazgo con Felipe por ser de clase baja, él siempre quiso que me casará con un millonario al que sabía que nunca iba a amar, pero eso a mi padre nunca le i





Último capítulo