(Narrado por alessandro)
Luciana.
Un nombre que a estas alturas debería sonar distante, pero que últimamente vuelve a mi vida más de lo que quisiera.
No la odio. No soy un hombre que se detenga a odiar, eso consume energía que prefiero invertir en otras cosas. Simplemente sé que ella nunca fue, ni será, la mujer que quiero a mi lado. La relación con Luciana fue cómoda, útil en ciertos momentos… pero vacía. Ella me miraba como si estuviera segura de tenerme en la palma de su mano, convencida de que yo sería suyo para siempre. Lo que nunca entendió es que no me conformo con una mujer que juega a ser perfecta para las apariencias, pero no sabe lo que significa sostenerme la mirada cuando le muestro mi verdadero lado.
Por eso la dejé.
Por eso, aunque ella se resista a aceptarlo, ya no hay nada.
El problema es que Luciana nunca aprendió a perder. Y ahora, su incapacidad para soltarme la hace revolotear alrededor, como si mi matrimonio fuera un error que ella pudiera corregir. L