Mundo de ficçãoIniciar sessãoLa clave que Luciana había tecleado no había sido certera, así que necesitó un par de minutos para sentarse a pensar.
Luciana cerró los ojos y se mordió el labio.
Abrió los ojos. La madre de Luciana era pintora y restauradora, no pensaba en letras, ni en palabras, ella pensaba en signos.
— Es un símbolo — Dijo resuelta — Tal vez una inicial... la de ella y la de él.
Dario la miró fijamente.
— ¿La de Gracia y la de Massimo? — Sumando dos, más dos, después de lo que parecía más que evidente, que ambos habían tenido una historia de amor prohibido.
— Tal vez…
La palabra se sintió como una blasfemia en el búnker. Era el secreto que se negaba a aceptar, la razón del diamante negro y el lazo que unía a sus dos familias en la tragedia.
Dario soltó u







