Mundo de ficçãoIniciar sessãoCataleya Hoffman toda la vida se ha sentido menos y mal con su cuerpo. Desde pequeña ha sido "rellenita" y ahora con 25 años no puede entrar a una boutique sin sentirse fuera de lugar. ¿Por qué la ropa para talla plus es tan poca? ¿Por qué todo hay para las tallas 0? Lo que Cataleya no sabe es que su vida está por cambiar. Un accidente de tránsito y un café la llevan a conocer a su ídolo, el actor Giacomo Eribalde; sin embargo, el encuentro no es como ella esperaba y luego de insultos y hasta golpes ella decide olvidarse de él, solo que hay un problema:Él no puede sacársela de la cabeza. ¿Será que la chica de talla plus, cautivó al galán de cines mas codiciado del espectáculo?
Ler maisCATALEYA.
¿Por qué lo mas hermoso es para las tallas 0?
¿Por qué no hay gran variedad para las tallas plus?
¿Por qué el mundo es así?
Y lo más importante.
¿Por qué, yo soy así?
Guardo la blusa de color pastel en el lugar de donde la agarré y me miro una vez mas al espejo.
No puedo.
La verdad es que tengo mucho tiempo que no me miro al espejo, siempre digo que lo haré y lo intento, pero no llego más allá de mi cuello.
No me maquillo, ya que no puedo verme en el espejo, mi rutina es solo aloe vera a diario y lavarme el rostro, nada más. Tampoco pruebo nuevos peinados, solo lo llevo suelto o me hago una coleta y listo.
—Señorita, ¿necesita algo?— escucho la voz a mi lado y miro a la chica que atiende ahí
— ¿Quería saber si tenían tallas más grandes en esta blusa? — la chica mira la blusa y de ahí a mí y noto como su miraba baja y sube analizando mi peso
Bajo la mirada.
—Iré a revisar, ¿Qué talla busca? — pregunta fingiendo una sonrisa
—X…X... XXl… por favor — ella asiente y se aleja
Y empieza.
Cada vez que pido una talla más grande, siento ansiedad. Es como si el pecho se me cerrara, y el aire me faltara, las manos me empiezan a sudar y empiezo a temblar, lo que más temo es que me diga que no hay mirándome de esa forma.De la forma en la que todo mundo me mira cuando digo mi talla: Horror, asombro, desconcierto, burla, pena, asco, entre otras cosas.
Mi respiración esta pesada y errática, miro a todos lados tratando de tranquilizarme, unas cuantas mujeres me miran, pero les doy la espalda sintiendo el temblor apoderarse de mí y mi mente crear muchas escenas donde termino avergonzada, humillada y hecha una burla frente a todo el mundo.
Así que con mi falta de respiración y temblor camino a toda prisa hacia la puerta y salgo, el frío helado me recibe pasándose por mi rostro y respiro aliviada, pero el alivio me dura poco ya que algo frío cae en mi cuello y pecho.
¡¿QUÉ?!
Miro mi blusa blanca que ahora tiene un tono café extendiéndose hacia mi abdomen, ante mi aparecen unos zapatos negros de vestir, levanto mi mirada lentamente para ver un terno Armani recién lanzado en la semana de la moda en Milán combinado con una camisa azul oscura y al ver el rostro del causante de este desastre, me quedo sin palabras.
NO. PUEDE. SER.
— ¿Acaso no tienes ojos? — me pregunta
Mi expresión debió ser de pura sorpresa, aunque en realidad lo que quería era partirle la cara y a la vez besarlo. Sabía perfectamente quién era el hombre parado frente a mí si no lo supiera es porque vivía en una roca borrar, el hombre parado frente a mí era nada más y nada menos que el galán más codiciado de Hollywood, no sé qué rayos hacía en esta ciudad, pero lo tenía parado frente a mí: Giacomo Eribalde.
Soy gran fan de su trabajo, él es un gran actor, aparte de ser un gran modelo y eso admiro más. Soy diseñadora de modas por lo tanto el hecho de que este hombre esté parado frente a mí me tiene con la boca abierta y sin saber cómo reaccionar, él me mira de abajo hacia arriba con detenimiento y al parecer en su mirada veo un poco de admiración, pero la rabia que tiene reflejada en ella no cambia el hecho de que este hombre es uno de los tantos actores que tengo pegados en mi pared y 1000 fotos descargadas en mi celular con los que sueño alguna vez tener algo, pero sé que es imposible.Soy como todas nosotras, buscamos en G****e el nombre del actor, el modelo, el cantante, etcétera, buscamos en internet a ese esa persona famosa que nos vuelve locas en mi caso es él; Giacomo Eribalde, es que no sé si es su cabello negro, su estatura alta su cuerpo tonificado o tal vez su rostro que parece esculpido por el mismísimo Dios, su cara es hermosa desde su nariz perfecta ojos color verde con una mirada penetrante profunda que te hace mojar hasta las manos, los pocos bellos que adornan su hermosa cara y su perfecta mandíbula varonil que tiene un perfecto hoyo siendo al cereza del pastel.
Me dan ganas de pasar la yema de mis dedos por esa barba de días que tiene, es que este hombre me vuelve loca y me alborota las hormonas.
— ¿Me escuchaste o eres sorda? — pregunta tronando sus dedos frente a mi rostro, lo que hace que baje de la nube en la que estaba y ahora lo mire fijamente, recuerde la mancha en mi blusa y la ira regrese a mí.
— ¿Qué fue lo que dijiste? — cuestiono al escuchar el tono en el que me habla y la forma en la que me mira
— Ahora sorda — menciona enojado — Me hiciste tirar mi café — mi ceño se frunce porque no sé si partirle la cara de un puñete, insultarlo, o darle un beso, pero lo primero gana más
Así que sin importarme que este sea uno de los mejores actores de Hollywood, uno de los mejores pagados en la industria, un ángel caminando en la tierra, preparo mi lengua porque cuando me enojo mi lengua es directa, es venenosa y es hiriente, así que me pongo erguida, alzó la mirada y me preparo para disparar.
— Eres un idiota —
Su expresión cambia completamente a sorpresa, no esperaba que yo reaccionará de esa forma por lo que sonrío en señal de victoria y lo miró fijamente a los ojos, aunque por un segundo me debilitó por su mirada profunda y penetrante pero luego recuerdo la mancha en mi blusa y su maltrato y lo miró con desprecio.
— ¿Qué? — indaga totalmente sorprendido
— Ahora sordo — usó sus palabras en su contra ya que él me dijo lo mismo hace solo unos minutos
— ¿Acaso no sabes quién soy? — Indaga
— Sé quién eres, pero eso no te quita lo idiota — su ceño se frunce y me mira de abajo hacia arriba una vez más
— No te quedas callada, ¿eh? —
— No tengo porque, y mucho menos con un idiota que me grita cuando es obvio que el error fue de él —Noto como su comisura izquierda se levanta levemente, pero de inmediato se pone serio
— Como sea, solo no lo vuelvas a hacer — mi boca se abre en asombro por lo que dijo
— De verdad que eres un idiota — y con eso me voy dejándolo con la palabra en la boca
Gran encuentro con tu ídolo, ¿no?
Frustrada y enojada camino a mi auto y me sorprendo al notar que no me he virado el pie, ya que desde hace años es la primera vez que llevo tacones, la última vez que usé unos tacones fue en mi fiesta de quinceaños, junto con el vestido pomposo color rosa, la gran fiesta con damas y caballeros, el vals y todo eso. Estoy hablando de 10 años atrás.
Tengo 25 años y en 10 años no he usado tacones, así que al llegar a mi auto me aplaudo a mí misma y subo para ver en la dirección donde dejé a mi crush y esta fijo en mí, le saco la lengua de forma infantil y noto como su comisura se levanta lentamente en una leve sonrisa, y haciendo a un lado los fuertes latidos de mi corazón enciendo el auto y me voy.
¿Te imaginaste que no podía empeorar?
Ya lo verás.
OFICIALMENTE INICIAMOS.
Espero les haya gustado este primer cap, y si pensaron que esto era gracioso no han leído nada.
Gracias por el apoyo y espero que esta historia de amor propio te siga gustando, chao.
Te espero en mis redes sociales como Genemua.libros.
Nos leemos después, chao.
Los amo.
DÍAS DESPUÉS. CATALEYA. Los golpes en la puerta no cesan y me están sacando de mis casillas es por esa razón que me levanto de mi sofá y camino a la puerta con unas ganas inmensas de insultar a la persona que me hizo levantar, también preparo mi bella y hermosa lengua con el buffett de insultos. Como los golpes se hacen aún mas fuertes abro la puerta con rabia pero eso se convierte en perplejidad al ver quien es.NO. PUEDE. SER.Giacomo Eribalde.No me la creo.¿Estoy soñando verdad? ¿Tal vez sufrí un coma al estar sentada en el sofá y estoy soñando? ¿O tal vez ya me morí y esto es el cielo? Esto debe ser una broma, ni en mis mejores sueños hubiese imaginado que el estuviera en la puerta de mi casa.Sigo sin poder creerlo.Y es que no puedo creerlo, porque es mentira. Frente a mi no esta el. Idiota de Giacomo eribalde, sino el idiota de Luis, mi mejor amigo.Se la creyeron, ¿verdad?—¿Que estabas masturbandote o qué? — cuestiona entrando a mi departamento—Estaba diseñando — resp
GIACOMO ERIBALDE.Otra vez. No puede ser. De nuevo aparece en mi mente. Maldigo en voz baja e ignoro la mirada de mis acompañantes, les sonrío como lo hago con todas las personas de las cuales puedo obtener algo y me sumerjo en una conversación que sé que me generará miles de dólares. Mientras lo hago una pelirroja del fondo me mira fijamente una vez más, lo ha hecho desde que llegué al lugar y eso han sido varias horas, tiene ojos verdes, labios carnosos y pequeños y un cuerpo de supermodelo. —¿Qué le parece Giacomo? — indaga el dueño de una productora que tiene idea para una serie que quiere poner en curso —Es una idea estupenda y el valor que me ofreces es muy bueno, pero lo puedes hacer mejor — su sonrisa se borra y sonrío—Ganarás mucho dinero con solo mencionar que estaré en la serie, así que solo por la publicidad que tendrás pido un millón más — si boca se abre, sus ojos también y me siento victorioso al hacer que reaccione de esa forma —¿Un millón mas? — indaga nervios
CATALEYA.¿Está respirando? ¿Respira o no? ¿Está vivo? ¿O se murió? Mi amigo que por cierto se llama Luis, me mira fijamente y su boca esta entreabierta, el no pestañea y creo que ni respira, saco mi celular y le tomo foto con flash para ver si reacciona y para mi suerte lo hace. —Al fin — digo al verlo beber agua — No lo creo — menciona —Yo que lo viví, tampoco — me recuesto en el sofá —Viste a Giacomo Eribalde —asiento —Giacomo Eribalde —vuelvo a asentir —Y él te vió —lo hago una vez más —Y te habló — repito la acción —Y tú le hablaste —suspiro —¿Por qué suspiras? — cuestiona al ver mi reacción y se mete un poco de comida a la boca —Lo llamé idiota — Luis escupe su comida y empieza a toser de forma que parece una foca ahogándose y yo ríoSoy el tipo de amiga que se ríe cuando el otro se ahoga, le toma foto, graba vídeo y le ayuda aun riéndose, y así es lo que hago. Me acerco a Luis y golpeo su espalda mientras me mira mal, y yo río como desquiciada porque casi muere ahogado
CATALEYA.Apenas llego al lugar corro a dónde está mi amigo, el al verme sabe que algo pasó, pero no puede detener lo que está haciendo así que sólo tomó asiento detrás de él, tomo una revista de moda y empiezo a pasar las hojas ni siquiera las veo. Estoy tan, tan aturdida por lo que pasó.Me siento nerviosa y emocionada enojada furiosa inquieta feliz triste y toda esa mezcla de emociones que brotaron con el encuentro que tuve con él.Giacomo Eribalde.Lo sigo desde hace años y la verdad que me haya imaginado un encuentro con el mil de veces, pero ninguno como el que tuvimos, bien dicen que una cosa es la expectativa y otra muy diferente la realidad.Le dije idiota.No puedo creer que a mi ídolo le haya dicho idiota y no puedo creer que mi ídolo sea un idiota, me imagine miles de cualidades para el pero idiota no era ninguna de ellas. Ah de ser porque no lo conozco bien, solo es alguien que se presenta a sus fans de una forma y en realidad es otra; sin embargo, también siento decepció
CATALEYA.¿Por qué lo mas hermoso es para las tallas 0?¿Por qué no hay gran variedad para las tallas plus?¿Por qué el mundo es así?Y lo más importante.¿Por qué, yo soy así?Guardo la blusa de color pastel en el lugar de donde la agarré y me miro una vez mas al espejo.No puedo.La verdad es que tengo mucho tiempo que no me miro al espejo, siempre digo que lo haré y lo intento, pero no llego más allá de mi cuello.No me maquillo, ya que no puedo verme en el espejo, mi rutina es solo aloe vera a diario y lavarme el rostro, nada más. Tampoco pruebo nuevos peinados, solo lo llevo suelto o me hago una coleta y listo.—Señorita, ¿necesita algo?— escucho la voz a mi lado y miro a la chica que atiende ahí— ¿Quería saber si tenían tallas más grandes en esta blusa? — la chica mira la blusa y de ahí a mí y noto como su miraba baja y sube analizando mi pesoBajo la mirada.—Iré a revisar, ¿Qué talla busca? — pregunta fingiendo una sonrisa—X…X... XXl… por favor — ella asiente y se alej
Último capítulo