Mundo ficciónIniciar sesiónDurante unos minutos, solo hubo silencio. El tic-tac del reloj. La lluvia en los cristales. La respiración entrecortada de Sophie.
—Fue él, ¿verdad? —preguntó Olivia al fin, con voz suave.
Sophie asintió—No puedo… no puedo más, Liv. Me duele demasiado.
—¿Qué pasó esta vez?
Sophie apartó la mirada. No sabía por dónde empezar. Tal vez por el anillo. Tal vez por la frialdad en su voz. Tal vez por la forma en que la miró cuando dijo “la madre de mi heredero”.
—Me pidió que me casara con él —susurró al fin.
Olivia la miró sorprendida. —¿Y eso es lo que te hace llorar así?
—No fue una propuesta, Liv. Fue un contrato. Habló de estabilidad, de acuerdos prenupciales, de proteger al bebé… —Sus labios temblaron—. Per







