Mundo ficciónIniciar sesiónEsto de verdad tenía que ser un sueño, pensó Sophie.
—¿Juntos?
—Si, mi amor. Tu negocio de repostería, Sophie. Es brillante. Tus creaciones son arte comestible, y el modo en que entiendes los sabores, las texturas, la presentación... es extraordinario. —Se puso de pie, tirando de ella para que se levantara también—. ¿Qué pensarías de expandirlo?
Sophie lo miró sin comprender.
—¿Expandirlo cómo?
—Una cadena boutique. Cafeterías y pastelerías de lujo en ciudades selectas. Nueva York, París, Londres, Tokio. Lugares donde la gente aprecia la calidad artesanal y está dispuesta a pagar por ella. —Los ojos de Damien brillaban ahora con la intensidad que Sophie reconocía de sus mejores días de negocios, pero sin el filo de despiadada ambición—. No franquicias gen&ea







