Mundo ficciónIniciar sesiónÉl respondió con igual intensidad, sus manos deslizándose por su espalda, bajando hasta su cintura, levantándola sin esfuerzo. Sophie enredó sus piernas alrededor de él, sintiendo la solidez de su cuerpo contra el suyo, el calor que emanaba de él y la atravesaba como electricidad.
La llevó no hacia el dormitorio, sino hacia el sofá, depositándola sobre las mantas suaves que ella misma había colocado ahí. La ciudad seguía brillando a través del ventanal, testigo silencioso de lo que estaba ocurriendo entre ellos.
—Quiero mirarte —murmuró Damien, arrodillándose frente a ella, sus manos deslizándose por sus muslos, empujando su vestido hacia arriba con una lentitud tortuosa—. Quiero ver cada expresión en tu rostro cuando te toco.
Sophie tembló bajo sus manos. No de frío, sino de anticipación, de deseo q







