Mundo ficciónIniciar sesiónLa tienda de Olivia olía a vainilla y caramelo cuando Damien entró esa tarde. El aroma dulce y reconfortante era tan distinto al olor a cuero y papel de su oficina que casi lo hizo sonreír. Casi. Porque la conversación que estaba por tener con Sophie era demasiado importante como para permitirse distracciones.
Sophie estaba detrás del mostrador, decorando una tanda de cupcakes con un glaseado color lavanda y ralladura de chocolate amargo encima. Llevaba un delantal blanco salpicado de harina, su cabello recogido en una coleta alta que dejaba mechones sueltos enmarcando su rostro. Se veía hermosa, concentrada, completamente en su elemento. Y verla así, tan genuinamente feliz haciendo lo que amaba, solo reafirmó la decisión que había tomado.
Ella levantó la vista cuando la campanilla de la puerta sonó, y su expresión se suavizó al verlo.
—Llegas temprano —







