Mundo ficciónIniciar sesiónLa noche se extendía sobre Nueva York como una herida abierta. Las luces de los rascacielos parpadeaban en la distancia, reflejadas en los ventanales del penthouse que Sophie alguna vez creyó suyo. Dentro, el silencio era tan denso que podía oír el eco de su respiración, el golpeteo descontrolado de su corazón, el crujido de la maleta al cerrarse.
Sus manos temblaban mientras doblaba la última prenda. La tela de seda resbaló entre sus dedos, fría y suave, como un recuerdo que no quería conservar. A un lado del sofá, descansaba un vestido color marfil que Damien le había comprado en Milán. Lo había usado una sola vez, en una cena donde él la había mirado como si no existiera nadie más en el mundo.
Acarició la tela con la yema de los dedos. Por un instante, pensó en llevarlo. En quedárselo, aunque fuera para recordar los pocos moment







