240

Un mes después la mesa del comedor estaba llena de papeles de colores, crayones, y restos de galletas. Leah hablaba sin parar sobre unicornios y luces brillantes, mientras Alex dibujaba un castillo con globos flotando alrededor.

—Yo quiero que haya una pista de baile —dijo Leah, con los ojos encendidos—. Y que todos tengan coronas. Hasta Adrien.

Adrien sonrió, fingiendo gravedad.

—Acepto la corona solo si es negra y tiene dragones. Nada de brillantina.

—¡Trato hecho! —gritó Leah, y Lucie le guiñó un ojo.

Camille se inclinó sobre el dibujo de Alex.

—¿Y tú, qué quieres?

Alex se encogió de hombros, pero sus ojos brillaban.

—Un pastel de chocolate. Gigante. Y que mamá no llore si me mancho la camisa.

Isabelle rió suavemente, justo cuando su teléfono vibró sobre la mesa. Lo tomó sin mirar, y al ver el nombre en la pantalla, su sonrisa se desvaneció.

—Es mi madre —murmuró, levantándose con el celular en mano.

Se alejó unos pasos, hacia la ventana. Los demás siguieron h
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP