C113: Dejarán de respetarlo a usted.
Ragnar permanecía erguido frente al escritorio en el estudio, con la postura rígida y el semblante serio, mientras Askeladd, sentado tras la amplia mesa de madera, lo observaba con esos ojos que parecían atravesar cualquier excusa. El Alfa tenía los dedos entrelazados sobre la superficie, y aunque su expresión se mantenía controlada, había severidad en su mirada.
—Ragnar —pronunció Askeladd, sin apartar las pupilas de él—, ayer fuiste testigo de lo que hizo Azhren. Tú lo viste. Tú viste cómo se llevó consigo a Azucena y sabías cuáles eran sus intenciones, pero no hiciste nada para impedirlo. —Se inclinó un poco hacia adelante, apoyando el peso de su torso sobre el escritorio—. Pero viniste a mí, recurriste a mí, y únicamente por eso hoy no tienes castigo.
Hizo una breve pausa, dejando que su voz retumbara en la mente de Ragnar.
—A partir de ahora, no harás la vista a un lado. Si notas algo extraño, si presientes un peligro o descubres cualquier cosa que pueda afectarla, deberás interv