— Necesito encontrar a Niebla. Es mi mejor amigo, mamá. — ¡Zaid! — grita alguien en la oscuridad. Preocupada por haber tenido una alucinación o algo peor, tomó a mi pequeño y lo cargo sin importar mojarme. — Cariño, vamos a casa, es muy tarde y estoy segura que Niebla va a estar bien. — Pero, esta lloviendo mucho— dice mi pequeño. — ¡Hermano! — grita alguien y de la oscuridad, aparece la pequeña bola de pelo de ojos amarillos. — ¡Niebla! — grita mi pequeño mientras intenta bajarse de mis brazos. El pequeño animal que llevamos más de seis horas buscando aparece escasamente mojado, mientras yo estoy empapada. — ¿Qué haremos para que no se pierda? — Le compraremos un collar — respondo al pequeño y de inmediato, el pequeño perro salta de su mano y gira hasta que se convierte en un pequeño niño. — ¡Mamá! — grita mi pequeño horrorizado y yo de inmediato lo tomo lista para huir. Pero, por donde mire, unos ojos rojos aparecen, causando que tiemble del temor y cubra el rostro de mi pequeño. — Mamá… — Estaremos bien, cariño. — Claro que estaras bien, madre. Niebla y papá están aquí para protegerlos. — dice la voz que ahora sé es del pequeño niño-perro que me sonríe. — ¿Quién eres? — pregunto angustiada. — Te dije que no fueras impulsivo, Zaid. Ahora tu madre está temblando de miedo. — dice un hombre que sale de la oscuridad. — ¿Madre? — Mi hijo te ha escogido como su madre y yo te he aceptado, como mi esposa. Así que, desde ahora, serás mi Luna y yo, tu Alfa. ¿Estoy soñando o él está hablando de una forma que logró escuchar, pero no comprender, ¿Qué rayos esta pasando aquí?
Leer másNoche de luna llena
La lluvia cae con tanta fuerza, al punto de que pareciera que el cielo estuviera por caerse con cada gota. Nadie podía ver que pasaba alrededor porque no podía verse siquiera a un metro. Fue esa lluvia la causante de varios accidentes, entre esos, el de Gabriela y su esposo. El estruendo apenas se había escuchado cuando Charlotte detenía el auto angustiada. Habían bebido por el cumpleaños de su cuñado y no habían querido quedarse en un hotel cerca del bar. Angustiada, caminó Charlotte hacia el lugar donde se había escuchado el estallido y de inmediato cubrió su boca al ver como había quedado el auto que se había salido del camino.— ¡Hermana, por favor, dime que estas bien! — grita Charlotte angustiada. Pero, no escucha alguna respuesta de su parte. Angustiada, la chica corrió hacia el auto y llamó a emergencias ignorando que, a pocos metros, una loba perdía la vida en manos de algo que ningún humano había visto. La loba, gemía de dolor mientras pensaba en su pequeño, pero, ni siquiera ese pensamiento, hablando el corazón de su atacante quien mordiendo su cuello acabó instantáneamente con su vida. El depredador, disfrazado de perro, se acerca hasta donde se encuentra Charlotte y cuando está por correr a la carretera y atacarla, ella corre hacia el barranco donde su hermana había caído.— Hermana, por favor. Dime que estas bien — suplica Charlotte llegando al auto donde solo estando cerca, comprueba que su cuñado murió por el impacto y que su hermana, tiembla llamándola en un susurro inaudible.— Gabriela, ¿Estás bien? ¿Te duele algo? — preguntó Charlotte angustiada. — Duele todo el cuerpo. — Entonces, no hables. Ya llamé por ayuda. Ellos estarán aquí — dice Charlotte tomando la mano de su hermana. — ¿Puedes cuidar de mi hijo?— No lo haré. Porque tú podrás cuidarlo sin problemas. Estarás bien. Solo necesitarás una banda en una pequeña herida y regresaras a casa — dice Charlotte llorando mientras la lluvia golpea su cabeza con fuerzas. — No eres buena mintiendo — susurra Gabriela sonriendo aun en medio de su dolor. Mientras Charlotte intentaba calmar su miedo y el de su hermana a varios kilómetros una manada de lobo buscaba a la loba que ya había muerto. El atacante, quien había percibido el olor de la manada acercándose, dejó con vida a Charlotte para no retrasarse y huyó tan rápido como pudo.La manada de lobo se acerca cada vez más rápido deseando llegar a tiempo, pero, cuando se encuentran con el cadáver de la loba, la respuesta es clara: habían tardado demasiado en encontrarla. El enojo del alfa por haber llegado tan tarde, se notaba. Todos comenzaron a buscar rastros del atacante, mientras el Alfa acariciaba con su nariz a la loba que había sido su compañera por cinco años. No la había amado, sus padres la habían elegido desde pequeños y más que ser esposos, eran mejores amigos. Ahora había perdido a su compañera de vida y los rastros decían que había sido planeado. — Encuentren a ese malnacido. No me importa lo que tengan que hacer. Ayúdenme a encontrarlo y no lo maten. Si lo ven, sabrán como llamarme y yo iré de inmediato. — dice el Alfa comunicándose mentalmente con su manada.— Nosotros podremos matarlo, señor. Solos fuertes. Somos la manada con más poder de las otras manadas. — dice un Gamma— Aun así, deben tener cuidado, nuestro enemigo no es alguien humano ni tampoco lobo. — Estos son rastros de huellas de perro. — No es un perro. El olor del perro es inconfundible y este no lo tiene. Quizás el atacante tenga la habilidad de transformarse. Así que, tengan cuidado. No dejen que los mate también. — ordena el Alfa y todos se marchan buscando el rastro, mientras él después de acariciarla levemente, levantó su rostro y aulló anunciando la muerte de su Luna. El aullido se escucho varios kilómetros, donde un pequeño lobo de piel blanca, jugaba con lobos de su edad, ajeno a lo que sucedía con sus padres. Los lobos que pudieron escuchar el aullido, se unieron al mismo transmitiendo a todos la terrible noticia. Por lo que, las lobas corrieron a ocultar a sus hijos, mientras los machos se quedaban vigilando el hogar de la manada o uniéndose a la búsqueda del asesino.— ¿Dónde están mis padres? Mamá quedó a buscarme — dice el pequeño lobo.— Por hoy vas a ir a mi casa. Mañana tu padre vendrá a buscarte. — No, no me iré sin mi madre — dice el pequeño lobo y la mujer suspira profundo. — Ya regreso. — dice marchándose.— ¿No lo has oído? — pregunta el pequeño lobo solo un poco más grande que él.— ¿Qué no he oído? — pregunta Lowell. — Tu madre ha sido asesinada — informa el chico asombrando a Lowell — rayos, deberías practicar nuestros aullidos, es decepcionante que siendo tan grande no conozcas tu propia lengua.— Mi madre debe estar bien. Es mentira lo que dices. — dice Lowell.— La mató algo extraño. Por eso todos en la manada están así. — dice el pequeño y el niño niega.— Es mentira. Mi madre está bien — dice al borde del llanto.— Crece Lowell y enfrenta la realidad, eres el hijo del alfa, deberías ser más fuerte.El niño niega y se marcha corriendo del lugar. La lluvia era tan fuerte y el caos en la manada era tanto, que nadie vio al pequeño lobo de color blanco que escapaba. Lowell, corrió tan rápido como pudo buscando a su madre, hasta que terminó perdiéndose en las calles de Londres. Con su cabeza doliendo por las fuertes gotas de lluvia en su pequeño cerebro, se escondió bajo una ventana de un gran edificio, implorando que su mamá se encuentre bien. Por otra parte, el Alfa, se acercaba hasta donde quedaban las huellas, fue allí cuando vio a la chica que lloraba en medio de la lluvia. Por un momento creyó que era ella el ser que cambiaba de forma. Pero, cuando se acercó y ella vio esos ojos rojos sobre ella, su cuerpo temblando y su agitado corazón, demostraban que era inocente.— No es ella. Huele a humana — dice el Alfa mentalmente para después marcharse. La ambulancia llega y con ella se va Charlotte implorando que todo este bien con su hermana. Completamente empapada, deja a su hermana en cirugía, mientras va camino a casa de su hermana para ver a su sobrino. El pequeño que habían dejado con una niñera, para poder celebrar el cumpleaños, no dormía por extrañar a su madre. Por lo que, Charlotte bajo de su auto y dejando que la lluvia la mojara por segunda vez, caminó hacia la puerta del edificio. Fue allí que escuchó los gemidos del pequeño animal que temblaba del frío. Charlotte, sabiendo de la muerte de su cuñado y el estado crítico de su hermana, se acercó al pequeño animal que se encogió cuando ella quiso tomarlo.— ¿También has tenido un día malo? — pregunta Charlotte al pequeño animal. El pequeño poco a poco se deja tocar y ella lo acaricia hasta que el perro corre hacia ella y Charlotte lo lleva a su pecho para después entrar al edificio.— Necesito que seamos fuertes, ambos estamos pasando una mala noche y mi sobrino, necesita apoyo, ¿puedes dárselo? Hoy ha perdido a su madre y su madre… ayúdame, ¿sí?El pequeño lobo escucho atentamente las palabras de Charlotte y sintió aun más tristeza. ¿Por qué los padres mueren? — se pregunta el pequeño lobo en manos de CharlotteCurthwulf lleva a su esposa a su habitación matrimonial y solo allí, es que lo observa como realmente quería hacerlo desde que vio a Brittany en su estudio. Con brazos cruzados y mirando fijamente a su esposo, hablo:— ¿Debo escuchar tu explicación o me quedo con la que mi imaginación me dice? — pregunta Charlotte levantando una ceja y Curthwulf sonríe, para después intentar besar a su esposa.— Diría que tu imaginación, pero, después termino debiendo vidas solo para saciar tu ira. Entonces, mejor te explico. Vino aquí, convenció a Bratt de decirle donde estamos y por eso, pudo encontrarnos.— Ese Bratt, hace un mes me dejó inconsciente y huyó y ahora me envió a Brittany, creo que le gusta tentar al diablo. — dice Charlotte cruzándose de brazos y Curthwulf sonríe.— Vaya, has cambiado mucho. La chica que temblaba bajo la lluvia y miraba con timidez y mucho temor, ha desparecido al punto de pensar que no volveré a verla. — Es verdad, ha muerto. Han pasado muchas cosas que me han cambi
Un mes despuésNarrador omnipresenteCharlotte, cada día se mostraba preocupada. Sus heridas físicas habían estado sanando y aunque estaba con los niños la mayoría del día, apenas se iban a clases, se dirigía al mismo lugar de siempre; el estudio de Curthwulf.Todo este tiempo, habían estado ocultos en una casa subterránea, porque para Curthwulf, ningún lugar era lo suficientemente seguro.Todas las propiedades que habían sido de su familia por varias generaciones, fueron remodeladas en su totalidad y muchas de ellas, vendidas, para comprar áreas exclusivas donde para entrar necesitarías un mapa si no querías perderte.Charlotte, seguía sin recibir información de su hermana y tanto silencio, le preocupaba. Después de todo, aunque sentía que su hermana no había muerto, en manos de Gustav después de haberlo lastimado, no sabía si era una noticia buena.— ¿Y bien? — pregunta Charlotte sin tocar a la puerta.— Si está viva, me han dado esa información. — dice Curthwulf y aunque Charlotte
Sentía que algo se había roto entre nosotros. No sabía exactamente que era, pero, lo sentía. Ya no lo veía igual. Ya no veía a mi esposo justo y entregado incluso por los débiles humanos. La había dejado, había dejado a mi hermana, porque no era su hijo y eso, me molestaba.— Charlotte… — dice Curthwulf intentando tocarme— No. No me toques. — digo con frialdad.— No es mi culpa. Sabias que en el rescate podían pasar muchas cosas.— Sí y de acuerdo con ello, podías tomar una decisión. Mi hermana tomó muchas para poder escapar con Lowell de ese lugar.— Lo sé, ya he escuchado lo que hizo. Créeme, que si pudiera regresar el tiempo… — dice Curthwulf agotado.— Esto nos supera, Curthwulf. siempre nos va a superar.— ¿A qué te refieres? — Siento que realmente no estamos haciendo las cosas bien. Siento que las diferencias son abismales entre nosotros.— Cariño, sabíamos eso desde el inicio. — dice Curthwulf intentando tocarme y nuevamente lo rechazo.— No, no hablo de ser humano y hombre l
Narra CharlotteLentamente me despierto, el dolor recorre todo mi cuerpo y en este punto, podría decir que el dolor es tan normal para mí como sentir como se mueve cada parte de mi cuerpo cuando se lo pido.Intento levantarme de la cama en la que me encuentro y el dolor me hace quejarme, de inmediato, dos manos pequeñas en mis piernas, se alejan, para llegar hasta donde está mi rostro.— Mamá, realmente has despertado. — dice Lowell y Zaid gimotea, sin poder decirme algo.— Cariño…El pequeño se lanza a mi cuerpo y llora de tal manera que rompe mi corazón, su cuerpo tiembla y yo me siento mal por todo lo que ha pasado por mi culpa. Su vida era tan tranquila antes y ahora… Dios, he traumado a mi sobrino.— ¿Cómo se sienten, mis amores?— Lo siento. — dice Lowell bajando su mirada al suelo.— ¿Por qué lo sientes, cariño? — pregunto y él limpia sus mejillas con el dorso de su mano.— Debí proteger a mi tía, yo debía salvarla de ese señor malo.— Cariño, no debías…— Sí, papá siempre nos
Estaban contra el reloj, Terry sabía que no iba a ser sencillo. Pero, al no ver la gran puerta en ninguna parte de la casa y aún así, ver a Gustav corriendo hacia ellos, le decía que el futuro donde morían antes de tocar a los rehenes, se hacía realidad.— Vamos a morir, si no hacemos algo vamos a morir — dice Terry en una voz— bastante histérica. — Ah, ahora si estas notando la falla en el problema. Tarde, muy tarde, pero, al menos lo hiciste. — Dejen de hablar y que cada uno haga su trabajo — doce Charlotte tomando su arco y apuntando al hombre que sonríe con malicia. Charlotte, dispara la primera flecha y el hombre, se transforma en una ardilla que logra esquivar a la perfección tanto la flecha como la bala. Charlotte observa todo sorprendida, mientras el auto sigue rodeando la casa. Por otra parte, Gabriela miraba a todos lados, solo había una habitación con muchas cajas. Por lo que, corrió a las mismas y buscó algo que le ayudará a salir de un lugar sin salida.— ¿Qué haces
Todos suben a sus respectivos autos y Curthwulf besa a su esposa antes de finalmente marcharse en sus respectivos autos. Como lo había planeado, el auto donde está la actriz a la que le dieron una gran cantidad de dinero por su participación, se marcha primero mientras Bratt suplica que todo salga bien.— Deja de temblar, recuerda que debes estar alerta. — dice Terry en el asiento de conductor.— Estamos por entrar a un lugar desconocido, donde esta Gustav con dos rehenes. Claramente debo preocuparme.— Te preocupa más morir.— Eso también, tengo a un hijo pequeño y no quiero que quede huérfano siendo tan pequeño — susurra Bratt — Entonces, bájate, estas a tiempo aun. — dice Charlotte y Bratt niega.— No puedo, no podría estar tranquilo quedándome aquí. Así que, me quedaré.— Entonces dispara bien, porque lo que menos quiero es que por tu culpa terminemos muertos.— ¿Qué hay de ti? Eres solo un lobo anciano que ve el futuro. No eres bueno disparando y tampoco peleando, por eso eres
Último capítulo