Nina es una omega que debe casarse con el alfa de la manada enemiga y no solo eso, por ordenes de su padre, debe matarlo. El plan está listo, los objetivos trasados, el contrato de matrimonio para acabar con la guerra entre familia es mentira y cada quien sabe su papel. El inconveniente aparece cuando Nina y su futuro esposo Greco se ven por primera vez, se dan cuentan que son Mates, están destinados el uno para el otro. Todo se complica porque Greco odia a los Omegas y Nina debe matar al alfa, ambos desencadenan en medio de la rivalidad entre las familias una pasión que podría acabar con la batalla o iniciar una nueva.
Leer másLa palma abierta recayó sobre mi mejilla partiéndome el labio. El golpe vino directamente de mi padre quien me exige cumplir con el contrato de matrimonio.
Soy una omega, que se tiene que casar con el alfa para darle fin a la enemistad, y nunca he visto al hombre con el cual voy a casarme.
—No quiero hacerlo papa—le rogué, pero mi padre no entiende razones—ese hombre es muy peligroso, me da miedo y no quiero hacerlo por favor no me obligues hacerlo.
Negó con la cabeza mientras sostenía un vaso de licor. Nunca he visto al alfa de la manada «aniquilación» el solo nombre me causa escalofríos y la fama que tiene de cruel también.
—Ya sabes lo que tienes que hacer Nina, lo hemos planeado, ahora no hay vuelta atrás—continuo—te casaras con el alfa de esa manada y ayudaras a tu padre.
Me limpio la sangre que brota de mi nariz con el dorso de mi mano mientras las lagrimas bajan por mi mejilla. No entiendo como mi padre me trata de esta manera y siempre a sido así, hasta con mis hermanos que me miran como si fuera poca cosa.
No sabía como convencerlo, por un tiempo dejo eso de lado pero vuelve a insistirme y quiere utilizar esa alianza para que yo, para que yo….
—Papa no quiero yo no
—Basta—arrojo el vaso contra la pared asustándome—o te hare entender a golpes.
Alza el brazo para golpearme otra vez y me encojo de miedo en el piso tratando de protegerme.
Cuando se ponía de esa forma me da mucho miedo, papa, Nikolái era un hombre muy violento. Me ha golpeado en varias ocasiones, cuando llegaba borracho a la casa, cuando desobedecía, le tengo mucho miedo a mi padre, por eso retrocedo cuando me mira con ganas de matarme.
—Padre.
—Agradéceme que yo te rescate de la miseria—me recuerda—tuve compasión de ti, si no fuera por mí, fueras una loba insignificante más, así que no me des escusas.
—No me vengas con esas estupideces—era desconocido para mi cuando se ponía asi—por fin llego el momento que tanto había esperado y tú vas a cumplir con el plan, ellos son unos desgraciados, nos han humillado reduciéndonos a nada y eso se debe pagar.
Entiendo, entiendo que en la batalla mi padre perdió y no ha podido perdonar ese acontecimiento, no se atreve a enfrentar al alfa de esa manada nuevamente, sabe lo poderoso que es, por eso ahora tiene otra estrategia y quiere que yo acabe con su enemigo.
Pero yo no quiero eso.
—Papa yo no quiero—volví a repetir, pero alzo la mano con intención de golpearme la cara—no me pegues más por favor.
Cuando iniciaba no paraba, dejándome días en la cama. Si no fuera por mi loba, Maya, no se qué sería de mí.
Se agacha, me acaricia la cara mientras la barbilla me tiembla por el miedo que le tengo.
—Entonces mi niña hermosa has lo que te pido—suavizo el tono de voz—Es la única forma en que tu padre se sentirá orgulloso de ti—sigue acariciándome mientras no dejo de llorar—te crie, de formé y eres lo que eres para cumplir un objetivo claro y es llevar a la ruina a toda la familia Komarov.
Esa familia de lobos son los más poderosos que existe, no hay otros que se le compare porque son los más prestigiosos, ricos e influyentes del mundo.
En algún momento de mi vida me llene de rencor y odio, pero las personas cambian, y tengo metas más claras, como cumplir mi sueño de ser doctora, por ejemplo, pero eso es algo que papa no entiende.
No quiero casarme con un desconocido. No cuando no es el hombre que amo, nunca lo he visto en mi vida, desde pequeña papa me dijo que tenía mi destino ya asegurado, que tenía que cumplir con algo muy grande, pero no pensé que fuera algo tan atroz, y de pequeña no me negaba, pero ahora, soy una mujer de 22 años, las cosas cambiaron y no me quiero vengar, mucho menos casarme con un hombre el cual no amo.
—¿Porque no quieres hacer lo que te pido, es por el imbécil de Matthias? —gruño asustándome—es un maldito mocoso que no te conviene Nina, no es tu destino, ni siquiera están destinados.
Papa quiere venganza, se inicio una guerra, la cual perdio, siempre ha existido enfrentamientos entre manadas por una cosa u otra, pero mi padre perdio una batalla y me ha utilizado a mi como su arma.
—El tampoco—le digo—ese alfa no lo conozco en cambio el me gusta papa—le confiese pensando que me entendería, pero conseguí todo lo contrario.
—Muy mal por ti—retrocedí cuando me miro con ojos furiosos y me tomo del brazo con fuerza levantándome, me causo mucho daño por lo que me queje, pero mi lamento no le valió nada—porque desde que te recogí de la calle como mi hija ya tenía tu destino labrado, hicimos un pacto y tú eres la moneda de cambio.
—Me lanzas como un cordero al matadero—le lloro— sabes bien, lo he escuchado, que odia a los inferiores a él, es arrogante, malo, y muy cruel, y aun así tú no tienes ningún tipo de consideración conmigo que soy tu hija.
—No importa que te odie, debe cumplir con el acuerdo y esa es tu ventaja—me suelta con fuerza y me sostengo del escritorio para no caerme.
Le mire, a los ojos, no teníamos nada de parecido, mis ojos eran grises, los suyos verdes, mi cabello era rojo mientras el suyo negro. Se que le debo mucho, quede huerfana, y no se que hubiese sido de mi, si el no tiene misericordia de recogerme, cuando mis padres murieron en la batalla, por eso me siento en deuda y si para conseguir su amor, debo hacer lo que me pide, lo hare.
—Si es lo que quieres, lo hare papa—quería hacerlo entrar en razón, pero no había vuelta atrás en esta situación y no quiere que me golpee más—si así me gano tu respeto y amor, lo hare.
Volteo a verme con una sonrisa y supe que le complació mis palabras. Retrocedí de todas maneras, le temo tanto que siempre pienso que me dará algún golpe.
—Vas a casarte, vas a ganarte la confianza, le tendrás un hijo y despues cuando tengas la oportunidad, vas a matarlo para quedarnos con todas las tierras.
Dijo con un brillo siniestro en los ojos que me congelo las extremidades. Salió dejándome sola, me limpio las lágrimas, le mejilla me duele, ya no sangro, pero si mi alma.
Sin embargo, salgo en busca de la ayuda de mi madre, a quien le lloro cuando me arrodillo a sus pies. esta sentada en la cama y dejo mi cabeza sobre sus piernas esperando una caricia de ella que no llega y me hace sentir tan sola.
—Mama, ayúdame por favor, no quiero.
Me empujo con fuerza, mirándome con un desagrado que me partió el alma. ella, al igual que mi padre y mis hermanos nunca me han tratado con amor, a veces siento que me ven como su eniga y yo solo quiero que me amen.
—Tu padre ya te dijo lo que tienes que hacer—me dijo dirigiéndose a la mesa de noche—así que cumple con sus demandas nada más.
Me ofrece un frasco pequeño que tomo sin saber que es. Es oscuro y en su interior alberga un liquido.
—¿Madre que es esto? —no entiendo nada.
—Tienes que alistarte, en un par de horas te iras de esta mansión y lleva ese frasco contigo—me dice tomando mi mentón para que la mire mientras estoy de rodillas a sus pies—úsala cuando tengas la oportunidad.
—¿Que es?—lloro mas porque me siento usada y decepcionada, nunca sentí amor por parte de ella, pero pensé que esta vez podría ayudarme.
—Veneno para matar al alfa.
NINA—Mama—volteo a ver a mi pequeño de cinco años Gustave.—Amor—me agacho para quedar a su altura.—Ninoska rompió mi juguete—me lo muestra, le encanta el mismo oso desde que era un bebe y siempre Ninoska hace lo mismo.—Hablaré con ella y voy arreglarte de nuevo al señor oso.Asiente, tiene mis ojos verdes, con el cabello rubio de sus padres. Veo asomarse la cabeza con melena roja y los ojos de su padre.—Ninoska—la llamo—ven aquí amor.Aparece con la cabeza abajo y se queda al lado de su hermano.—Mama.—Dañaste de nuevo el juguete de tu hermano—le recrimino—¿Por qué?—Sin querer mama—ella es muy traviesa—solo quería que me lo prestara.Esto de criar bebes es muy difícil.—Sabes que tu hermano ama este oso y debes respetas sus cosas personales, no debes dañar los juguetes de alguien mas y mucho menos tomarlos sin permiso.—Pero soy su hermanita—ruedo los ojos.—Es verdad Gustave, ustedes son hermanos y aunque tienen cosas personales debes compartir con tu hermana, porque ustedes s
NINA—Piensa bien las cosas, no tienes porque llegar tan lejos.Sigue Gigi, pero no, esa mujer no entiende de razones. Esta completamente segada.—Shhhh —le dice poniendo el arma en la boca.Se me acerca desatando los latidos asustados. Me siento muy desesperada y no es lo peor, me siento indefensa estando amarrada.Completamente a su merced y eso me da también mucha rabia.—Creiste que las cosas saldrían así de felices para ti —pregunta a la vez que deja la punta del arma bajo mi mentón —¿no bebe, las cosas no son así?—Crees que mi vida ha sido fácil, yo creo que no sabes nada Alyona.—Si lo se, una completa mierda, mis padres me contaron todo lo que tus padres adoptivos te hicieron más sin embargo eso a mí me tiene sin cuidado porque tú me quitaste lo que más quería en esta vida.Sacudo la cabeza. No sabe lo que dice.—Greco no es tuyo, tienes que entender esto Alyona, es mi mate.—Amiga —la llama Gigi —encontraras quien te ame de verdad.—yo no quiero encontrar a nadie más que me
NINATrago saliva al ver a la rubia frente a mi.—¿Con quien hablas? —pregunta con un tono oscuro.—Amor sal de ahí, te lo suplico—pide mi esposo consiguiendo que Alyona lo escucho.Claro que lo va a escuchar porque su sentido auditivo es diez veces mejor que el de un humano.—¿Pense que era tu madre? —me recuerda la mentira y trago saliva.—Lo siento yo…No me da tiempo a reaccionar porque la maldita me da un puñetazo que no me espero y me manda atrás.El móvil se me suelta cuando me toma del cuello estampándome contra la pared y solo temo en este momento por una sola cosa.—Gigi—grito el nombre de mi cuñada.—Ella no te puede responder—me dice y no puedo respirar.Aprieta con fuerza y aire no puedo llevar a mi sistema.—Alyona.—Ven conmigo perra.Me toma del cabello y se agacha, agarra el móvil que se me ha caido y camina de vuelta a la mesa donde no encuentro a Gigi.—Me estas haciendo daño—tira mas fuerte la muy desgraciada.—Que lastima por ti maldita perra.Me asusto por Gigi,
NINA—No lo puedo creer que estemos aquí—le digo a Gigi.respiro profundo viendo la mansion. aun no me atrevo a bajar y menos aun cuando no le he avisando a mi esposo que estaremos aqui.—Estaremos solo unos minutos y después ya nos iremos es solo para no hacerle un desaire más y que se calme, porque todos estos días me ha escrito.—No le dijimos a Grecco y no me gusta.me siento mal, como si le estuviera mintiendo o tal vez olcultandole las cosas. No quiero hacerlo, y menos cuando me dijo que no creyera en ella que algo se traia.—Se iba a negar y la verdad quiero hablar con ella, solo seran unos minutos.—Bueno, está bien.Me resigno, nos bajamos del auto y la rubia de inmediato nos recibe. Debo decir que su mansión es muy hermosa y parece tipo victoriana lo que la hace ver impresionante.Sin embargo, es a lo que menos atención le presto Porque si soy sincera no me gusta para nada estar aquí sin embargo quiero acompañar a Gigi porque yo de todas maneras desconfío un poco de su amabi
NINA En un lugar secreto del bosque nos reunidos, aquí será la ejecución de los Volkov. Se encuentra una tarima, y cuatro troncos los cuales tienen un hacha clavado. No quería venir, sin embargo, tomé fuerzas y aquí estoy. Mi Mate me toma de la mano y solo están presentes los alfas de cada manada. —Si quieres podemos irnos, no tienes que soportar esto —No, quiero estar presentes. Estoy segura y aprieto su mano cuando los suben a la tarima. Pensé que los vería con un rostro, no sé, tristes, con miedo, pero están altivos y en cierta forma no se si esto es bueno o malo —Vayan todos al infierno—dice Nikolai—malditos idiotas que no se dan cuenta de las cosas, solo queríamos liberarnos del yugo de los Komarov. No entiende que el mismo se ha puesto la cadena en el cuello. Es una pena que continúe de intransigente. Los ojos de la mujer que me crio se cruzan con los míos y por un momento todo por dentro se me encoje. Tengo ganas de llorar, pero sin embargo ella solo me mira con rese
NINA No quiero problemas, sin embargo, tengo el teléfono en la oreja esperando a ver que tiene que decirme. —Alyona—le digo. —¿Qué? —habla preocupado Greco—¿Alyona está contigo? —Tenemos que hablar—no le contesto a mi amor, bajo el móvil, pero no lo apago. —No veo tu y yo de que tenemos que hablar, las cosas quedaron muy claras Alyona. Le respondo seria, sin demostrarle ningún tipo de miedo, aunque puedo sentir en ella una terrible hostilidad. Se le puede notar, en la forma en la que me mira y me pone alerta. —No creo, solo quiero hablar contigo en paz, en un lugar tranquilo, en el cual podamos platicar sin interrupciones. Esta mujer está muy loca. Desconfio completamente de sus buenas intenciones, prefiero parecer una mujer grosera y descortés que confiar en esta mujer. —Lo que tengas que decirme, dímelo aquí Alyona, no veo que diferencia hace hablar aquí o en otro lugar. Greco esta escuchando, no corto la llamada tampoco, no se, algo me dice que no lo haga. —Bueno, la ve
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