CAPÍTULO 71: HERMANOS DE SANGRE
Nikolai
El mensaje llega mientras estoy conduciendo, ya he recorrido muchos kilómetros en dirección a Ucrania, pero lo que leo me paraliza: “Sistema principal offline. Búnker en protocolo mudo. Perímetro 4 comprometido.”
Freno en seco; los neumáticos del auto chillan sobre el asfalto helado de la carretera. No necesito ni pensarlo un segundo, me regreso a Moscú. El guardaespaldas en el asiento delantero no alcanza a maldecir antes de que yo ya esté dando la vuelta en “U”.
—Volvemos —gruño y piso el acelerador.
Afuera el bosque pasa como un carrusel de abedules borrosos. Dentro, cada latido es una cuenta regresiva: Eden está sola… y a punto de parir.
—No puede ser, ¡maldit4 sea! —rujo.
Activo el “manos libres” y encadeno llamadas:
—Sokolov, sitúa tu pelotón en la verja norte. Yerik, quiero drones sobre el techo en cinco minutos.
—Como ordene, señor —es la respuesta que recibo.
Intento llamar a mi padre, pero la llamada no cae. Algo muy malo está pasando